Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Binghamton de Nueva York (Estados Unidos) ha evidenciado que, al contrario que los hombres, una dieta alta en calorías empeora la salud mental de las mujeres.

Para alcanzar esta conclusión, publicada en el Journal of Personalized Medicine, los expertos diseccionaron los diferentes grupos de alimentos que están asociados con la angustia mental en hombres y mujeres de mayores de 30 años, y estudiaron los diferentes patrones dietéticos en relación con la frecuencia del ejercicio y la angustia mental.

La angustia mental y la frecuencia del ejercicio se asociaron con diferentes patrones dietéticos y de estilo de vida, lo que respalda el concepto de personalizar los factores de la dieta y el estilo de vida para mejorar el bienestar mental.

"Encontramos una relación general entre comer sano, seguir prácticas dietéticas saludables, ejercicio y bienestar mental. Curiosamente, encontramos que para los patrones dietéticos poco saludables, el nivel de angustia mental era más alto en las mujeres que en los hombres, lo que confirmó que las mujeres son más susceptibles a una alimentación poco saludable que los hombres", han explicado los investigadores.

A su juicio, esta investigación proporciona el marco necesario para que los profesionales de la salud personalicen planes dietéticos para promover el ejercicio y mejorar el bienestar mental en adultos maduros. También podría proporcionar una nueva perspectiva para la comunidad de investigadores al evaluar el papel de la dieta en la salud mental.

Dieta, estrés y depresión

Según un trabajo publicado en 2019, las dietas de estilo mediterráneo, ricas en verduras, legumbres, frutas y frutos secos, granos enteros, pescado, productos lácteos, carne de ave y poca carne roja, además del uso de aceite de oliva para cocinar, serían capaces de reducir el riesgo de padecer depresión.

La dieta mediterránea no solo ha demostrado ser saludable y nutritiva, como ya han sugerido múltiples estudios, sino que también ha mostrado su potencial para reducir el riesgo cardiovascular, el riesgo de sufrir osteoporosis, el desarrollo de cáncer y mejorar la salud del cerebro. Además, en anteriores investigaciones ya se habría encontrado una asociación entre este régimen alimenticio y un menor riesgo de sufrir depresión.

El trabajo presentado en la Reunión Anual de la Asociación Americana de Psiquiatría celebrada en San Francisco (California) confirmaría una vez más dicha asociación: la adherencia a la dieta mediterránea reduciría la probabilidad de los síntomas de la depresión durante la vida. Y, además, dicha adherencia sería directamente proporcional a la reducción del riesgo.

Además, llevar una dieta rica en frutas y verduras se asocia a un menor nivel de estrés, según una nueva investigación de la Universidad Edith Cowan (Australia).

El estudio, publicado recientemente en la revista científica Clinical Nutrition, examinó la relación entre la ingesta de fruta y verdura y los niveles de estrés de más de 8.600 australianos de entre 25 y 91 años que participaban en el estudio Australian Diabetes, Obesity and Lifestyle del Baker Heart and Diabetes Institute.

Los resultados revelaron que las personas que comían al menos 470 gramos de fruta y verdura al día tenían un 10 por ciento menos de niveles de estrés que los que consumían menos de 230 gramos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda comer al menos 400 gramos de fruta y verdura al día.

La investigadora principal, Simone Radavelli-Bagatini, asegura que este estudio refuerza el vínculo entre las dietas ricas en frutas y verduras y la estabilidad mental. "Descubrimos que las personas que tienen una mayor ingesta de frutas y verduras están menos estresadas que las que tienen una menor ingesta, lo que sugiere que la dieta desempeña un papel clave en el bienestar mental", explica.

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