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    Remedios que prometen mucho y sirven poco

    En Internet circulan un montón de remedios caseros que prometen ser la solución mágica a muy diferentes dolencias. Suelen ser recetas sencillas que consisten en tomar un alimento crudo y que este, milagrosamente, puede acabar con diversos problemas de salud. Pero lo cierto es que estos remedios tienen poca o ninguna evidencia científica que los respalde y, como no puede ser de otra forma, no sirven para casi nada. Se extienden gracias al boca a boca, por la prescripción de famosos que tienen mucho altavoz y ahora más que nunca por las redes sociales. 

    Una alimentación sana y equilibrada (rica en frutas y verduras, legumbres, grasas saludables, etc.) y un estilo de vida activo, lejos del sedentarismo, es la mejor fórmula para fortalecer el sistema inmune. Pero hay que dejar claro es que ningún alimento por sí solo tiene la capacidad de curar ninguna enfermedad. Por ahora, aún no se ha demostrado que alguno tenga este superpoder. Por tanto, lo mejor es mantener estos remedios milagrosos alejados y llevar un estilo de vida saludable como mejor forma de prevenir dolencias. 

    A continuación, algunos de los remedios caseros más populares que debes evitar porque no funcionan.

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    El yogur contra la candidiasis

    Uno de los remedios caseros más locos es el de aplicar yogur en la vagina para tratar la candidiasis (infección por hongos) o la vaginosis bacteriana, una infección muy común entre las mujeres. O sea, el horror de los horrores de las terapias alternativas.

    Los defensores de este remedio parten de la idea de que el yogur tiene bacterias probióticas que "aumentan las defensas", como señala en su blog Marián García (aka Boticaria García) doctora en Farmacia y graduada en Nutrición Humana y Dietética. Pero, como argumenta esta experta esto no sirve para nada por diferentes motivos:

    Por un lado, porque los probióticos de los yogures no son los mismos que necesita la vagina. Por otro, la experta señala que aunque hay estudios prometedores sobre el uso de algunos probióticos vía vaginal, la última revisión, publicada en 2017, concluye que "no hay pruebas suficientes para el uso de probióticos como adyuvantes de los medicamentos antimicóticos convencionales o para usar aisladamente en el tratamiento de la candidiasis vulvovaginal en mujeres no embarazadas”. O sea, ni los probióticos del yogur ni los suplementos. 

    "Si no se han encontrado pruebas concluyentes utilizando las cepas seleccionadas más eficientes, y en concentraciones mucho mayores a las que se pueden encontrar en un yogur, difícilmente conseguiremos algo untando un par de cucharadas del primer yogur aleatorio que pillemos por ahí. Concretamente se ha buscado evidencia sobre el uso intravaginal del yogur y no se ha encontrado", concluye Boticaria García. 

    El dietista-nutricionista Julio Basulto aconseja en su blog que se huya "inmediatamente de páginas web en las que lean 'remedios caseros para la vaginosis bacteriana' o reclamos similares".

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    El vaso de agua con limón en ayunas

    Sobre el vaso de agua con limón en ayunas se dice de todo. Uno de sus supuestos beneficios es que fortalece el sistema inmune. También que ayuda a adelgazar y que reducir las infecciones urinarias. Pero lamentablemente nada o prácticamente nada de esto es cierto. Como ya explicó EL ESPAÑOL en este artículo, no hay ningún estudio científico robusto que demuestre que este brebaje posea estos beneficios. Sí así fuera, ¿cómo es que no lo recomiendan las autoridades sanitarias? Pues sencillamente porque no los tiene. 

    Sobre la capacidad del agua con limón para fortalecer el sistema inmune, el argumento utilizado es su gran aporte de vitamina C, con poder antioxidante. Pero esto es fácil de desmontar porque hay otras frutas y verduras que aportan más cantidad, por ejemplo el mango, el pimiento rojo o el perejil. Así que no: para gozar de un buen sistema inmune olvídate del vasito de agua con limón en ayunas, mejor opta por comer frutas, verduras, cereales integrales y grasas saludables. 

    Tampoco depura el organismo. "A algunas personas la acidez del limón les ayuda a ir de vientre. Sin embargo, a las personas con gastritis les puede hacer mucho daño", explica la dietista-nutricionista Ana Amengual. Por tanto, este brebaje en ayunas "no tiene ningún beneficio", zanja.

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    El ajo crudo por la mañana

    El ajo es un alimento muy interesante que aporta a la dieta vitamina C, yodo, fósforo y vitamina B6. O sea, dentro de una dieta sana y equilibrada, también activa, las propiedades del ajo favorecen la buena salud del organismo. Hasta aquí todo bien. Otra cosa muy distinta es pensar que tomar un ajo en ayunas, con el tormento que debe ser esto, sea la solución a nuestras dolencias. 

    Por ejemplo, del ajo se dice que tiene poder antibiótico por la alicina, uno de sus compuestos. Pero, ¿esto significa que si lo tomamos a palo seco por la mañana sirva para combatir una infección? Pues lo cierto es que esto carece de sentido. "Para los efectos que buscamos hay tratamientos rápidos que solucionan los problemas si queremos obtener un efecto antibiótico", explicó a este diario Gemma del Caño, farmacéutica y divulgadora especializada en seguridad alimentaria. 

    Además, si se toma de forma preventiva tampoco sirve de mucho, ya que el efecto antibiótico del ajo "sólo actúa cuando tiene algo sobre lo que actuar". Por tanto, no tiene mucho sentido el hecho de tomar ajo a diario pensando que eso vaya a mejorar nuestra salud. 

    Tampoco sirve para adelgazar ni para prevenir enfermedades del corazón. El citado dietista-nutricionista Julio Basulto se mostraba contundente en su blog: "Tomar un ajo crudo no sirve para nada".

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    El zumo de naranja contra el catarro

    Una de las falsas creencias más extendida es que en invierno hay que tomar muchos zumos de naranja porque la vitamina C previene gripes y catarros. Esta idea, que ha sido desmentida por la ciencia, aún persiste en el imaginario colectivo. Pero lo cierto es que ni la vitamina C ni ningún alimento, evita que nos contagiemos. 

    El origen de esta idea se lo debemos a Linus Pauling, Nobel de Química que hace 50 años publicó La vitamina C y el resfriado común, un libro en el que defiende que altas dosis de este compuesto podían prevenir el resfriado, la alergia y hasta la bronquitis. Pero la investigación científica ha desmontado estas ideas. La más robusta concluye que la vitamina C ni cura ni previene los resfriados. 

    Por lo tanto, no hay que pensar en el zumo de naranja como escudo frente a los resfriados. De hecho, no es aconsejable su consumo diario por la bomba de azúcar que supone para el cuerpo (mejor tomar la naranja entera). No obstante, aunque la vitamina C no tiene propiedades milagrosas para curar enfermedades, sí puede ayudar al buen funcionamiento del sistema inmune en el contexto de una dieta saludable. 

    Ahora bien, las naranjas no son el alimento que contienen más vitamina C como ya señalamos. Tienen una mayor cantidad, por ejemplo, el kiwi, o el brócoli.