El colesterol, o mejor dicho el colesterol alto, es uno de los problemas de salud más relevantes en nuestra sociedad. Sin embargo, hay personas que tienen los niveles de colesterol alto desde el mismo momento en que nacieron: unas 200.000 personas en España viven para toda su vida con hipercolesterolemia familiar. Se trata de una enfermedad genética -la más frecuente de todas- en la que existe una alteración en uno de los genes responsables de la eliminación del colesterol en sangre.

"La hipercolesterolemia familiar es hereditaria y se expresa desde el nacimiento. Quien lo tiene lo trasmite a la mitad de su descendencia, tanto las mujeres como los hombres", explica a EL ESPAÑOL Pedro Mata, médico especialista en medicina interna, y presidente y fundador de la Fundación Hipercolesterolemia Familiar (FHF), creada en 1997 por pacientes y profesionales.

Esta enfermedad se caracteriza por un aumento en el colesterol LDL desde el primer momento y por ser la causa más común de enfermedad cardiovascular prematura. Si la hipercolesterolemia familiar no se trata correctamente, los afectados pueden tener un mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas prematuramente.

"Si no la detectamos precozmente ni la tratamos, la esperanza de vida del paciente reduce de 20 a 40 años respecto al resto de la población. Sin detección precoz ni tratamiento, las personas con este enfermedad pueden presentar a edades muy jóvenes un infarto de miocardio", explica el experto.

No tiene cura, pero con el tratamiento adecuado, los niveles de colesterol se mantienen controlados. Por tanto, es clave seguir la medicación pautada y adquirir, además, una serie de hábitos saludables como mantenerse en un buen peso, llevar una dieta sana, hacer ejercicio físico de forma regular y no fumar. "Estos hábitos de vida saludables son buenos para todos, pero en el caso de las personas con hipercolesterolemia familiar lo son mucho más", afirma el doctor.

Por otro lado, en cuanto a la medicación, el tratamiento incluye las llamadas estatinas que son medicamentos que reducen el colesterol y que se suelen tomar desde aproximadamente los 10 años de edad. En la actualidad, explica Mata, existen además fármacos biológicos para aquellas personas que tienen el colesterol más alto o con una enfermedad de más riesgo.

Estos nuevos fármacos consisten en inyecciones subcutáneas y pueden reducir el colesterol hasta en un 60% adicional a las estatinas. Medicación y hábitos de vida saludables son, por tanto, la línea de tratamiento a seguir para mantener controlada esta enfermedad.

Dieta mediterránea

Uno de los factores a tener en cuenta es la alimentación. Llevar una dieta sana, variada y equilibrada, y mejor si es desde la infancia, ya que es en ese momento cuando se adquieren mejor los hábitos de vida. "Es importante llevar una dieta sana basada en el patrón de dieta mediterránea", asegura el doctor Mata.

Dentro de la alimentación que se debe seguir cuando se tiene el colesterol alto -también para quien no padece hipercolesterolemia familiar- es importante seguir una serie de pautas, tal y como se expone en la web de la FHF. Estas son: el aceite de oliva como grasa alimentaria principal; tomar lácteos desnatados; evitar las grasas saturadas y trans; comer más fruta, verduras y hortalizas, cereales integrales y legumbres; tomar pescado y carne de ave; y evitar el consumo el exceso de sal y azúcar.

Por último, y en cuanto a los huevos, se pueden tomar entre 3 y 4 huevos enteros por semana. Es fundamental mantenerse en el normopeso que a cada uno nos corresponde: el sobrepeso no es nada bueno para la salud. También es importante hacer hincapié en las grasas saturadas. Es clave evitarlas ya que, según expone la FHF, "son el factor de la dieta que más aumenta el colesterol en sangre, por lo que este tipo de alimentos deben evitarse o tomarlos de forma excepcional".

Un plan nacional de detección

Las personas con hipercolesterolemia familiar no tratada tienen un riesgo hasta 20 veces mayor de presentar una enfermedad cardiovascular prematura. Pese a ello "todavía es un problema global de Salud Pública muy poco reconocido y mal gestionado", asegura Mata, insistiendo en que "su detección y tratamiento deben ser obligatorios para el sistema sanitario".

Esta misma semana, la FHF y la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) han celebrado un encuentro en la Asociación de la Prensa de Madrid para llamar la atención acerca de la necesidad de un Plan Nacional de Detección Precoz de la Hipercolesterolemia Familiar. Asistieron políticos, profesionales, pacientes y familiares.

"Es urgente concienciar a los profesionales y autoridades sanitarias en el sentido de que el diagnóstico precoz y el tratamiento óptimo de todos los pacientes son una gran oportunidad para prevenir la enfermedad cardíaca prematura y salvar vidas en las familias con hipercolesterolemia familiar".

"Por cada 6 casos que se detectan precozmente se evita un infarto de miocardio en los próximos 10 años. Si detectamos a todos los casos se podrían evitar unos 25.000 episodios coronarios, lo que supondría un gran ahorro social y al Sistema Nacional de Salud", concluye.

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