Las vacaciones son para muchos una época de relax y asueto, en la que pueden dedicar tiempo a hobbies o llevar a cabo todas las tareas que han ido posponiendo durante el año. Sin embargo, esa tranquilidad a veces deriva en hábitos poco sanos, como los asaltos a la nevera o a la despensa en busca de algún snack con el que matar el gusanillo.

Por eso, es un buen momento para conocer un estudio de investigadores de la Universidad de Waterloo que acaba de publicar en Neuroimage. En este se muestra como inhibiendo una zona concreta del cerebro se puede controlar estos antojos, abriendo el camino hacia la búsqueda de posibles tratamientos en un futuro.

La corteza prefrontal dorsolateral es el área cortical más implicada en procesos como la planificación motora, la organización y el autocontrol. Esto induce a pensar que la estimulación positiva de esta zona puede ayudar a eliminar hábitos peligrosos, como la alcoholemia o los antojos compulsivos.

Los últimos en estudiarlo han sido la doctora Cassandra Lowe y su equipo. Para ello, han utilizado la estimulación magnética transcraneal, una técnica de estimulación de la corteza cerebral muy utilizada en neurociencia, tanto en investigación como para el tratamiento indoloro de varias afecciones neurológicas.

En este caso, la utilizaron para inhibir temporalmente el funcionamiento de la corteza prefrontal dorsolateral de un grupo de 28 mujeres adultas, jóvenes y sanas, que informaron padecer este tipo de antojos con frecuencia.

Después de someterlas a este procedimiento, las mujeres evaluaron los snacks altos en calorías de una forma más positiva. Además, el 89% de ellas tomaron más de estos bocados después de la estimulación inhibitoria real, al contrario que cuando fueron estimuladas con un placebo.

De todo esto se deduce que la estimulación de la zona, ya sea de forma natural o artificial, podría ayudar a evitar este tipo de conductas.

Estudios anteriores han demostrado que algunos hábitos, como la realización de ejercicio físico aeróbico, pueden estimularla naturalmente, por lo que se multiplicarían las razones saludables para hacerlo. Además, de cara a un futuro se podría investigar la posibilidad de utilizar la estimulación magnética transcraneal para impulsar el buen funcionamiento de este área.

Desde hace años, esta técnica se usa de forma experimental para tratar adicciones a sustancias como el alcohol o la cocaína. Los snacks calóricos quizás estén socialmente más aceptados, pero cuando se convierten en obsesión también pueden ser muy peligrosos. Vale la pena mantener su consumo a raya.

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