La investigadora Margarita Salas, una de las principales referencias de la ciencia española durante los últimas décadas, ha fallecido hoy a los 80 años de edad, han confirmado a EFE fuentes del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa.



Margarita Salas, quien trabajó junto al nobel Severo Ochoa en la Universidad de Nueva York, ha desarrollado su labor investigadora en el campo de la bioquímica y la biología molecular, y era académica de la Ciencia y de la Lengua de España.

La investigadora asturiana descubrió la DNA polimerasa del virus bacteriófago phi29, que tiene una aplicación crucial en biotecnología: permite amplificar el ADN de manera sencilla, rápida y fiable. Por ello se usa en medicina forense, oncología y arqueología, entre otras áreas. Esta tecnología ha sido además una de las patentes más rentables del CSIC.

Licenciada en Ciencias Químicas por la Universidad Complutense de Madrid, fue discípula de Severo Ochoa, con quien trabajó en EEU  después de hacerlo con Alberto Sols en Madrid y con el también científico Eladio Viñuela. Ambos se encargaron de impulsar la investigación española en el campo de la bioquímica y de la biología molecular.

En la actualidad era la presidenta del Patronato de la Fundación Severo Ochoa, y desarrollaba su trabajo como profesora vinculada ad honorem del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de Madrid (CSIC-UAM). También era académica de la RAE desde el año 2003, y censora de la Junta de Gobierno desde 2008. En 2016 se convirtió en la primera mujer en recibir la Medalla Echegaray, otorgada por la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

Nació en Canero, Asturias, en 1938. Su padre fue médico e influyó en ella, alentando su interés por las ciencias. A los dieciséis años marchó a Madrid para realizar las pruebas de acceso de Química y Medicina. Ingresó en la facultad de Químicas y conoció en el verano de 1958 a Severo Ochoa, quien tendrá influencia en su carrera y la orienta hacia la bioquímica. Realizó su doctorado con Alberto Sols y se asentó en Madrid definitivamente.

En 1964 emigró junto a su marido, Eladio Viñuela, a Estados Unidos, al Departamento Científico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, donde ambos permanecieron hasta 1967. En ese año regresaron a España con ayuda de financiación americana para desarrollar la biología molecular.

Entre sus premios y distinciones se encuentran el Severo Ochoa de Investigación de la Fundación Ferrer (1986), Carlos J. Finlay de UNESCO (1991), Rey Jaime I de Investigación (1994), Medalla Principado de Asturias (1997), Premio a los Valores Humanos del Grupo Correo (1998), Premio de Investigación de la Comunidad de Madrid (1998), Premio México de Ciencia y Tecnología (1998), Medalla de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (1999), Premio Helena Rubinstein-UNESCO "Women in Science" (1999), Premio Nacional de Investigación Santiago Ramón y Cajal (1999), Española Universal por la Fundación Independiente (2000) y Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid (2002).

Fue nombrada además Doctora Honoris Causa por las Universidades de Oviedo (1996), Politécnica de Madrid (2000), Extremadura (2002), Murcia (2003) y Cádiz (2004). Se le concedió la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio (2003), el Premio Internacional de Ciencia e Investigación de la Fundación Cristóbal Gabarrón (2004), la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo (2005), y la Medalla de Honor de la Universidad Complutense de Madrid (2005).

En junio de este año, la científica recibió dos premios de la Oficina Europea de Patentes (OEP): al Inventor Europeo 2019 en la categoría de 'Logro de toda una vida' por haber puesto la secuenciación de ADN al alcance de muchos más investigadores y científicos; y el premio en la categoría de 'Premio Popular', concedida por el público.

Salas fue Miembro de la Organización Europea de Biología Molecular (EMBO, desde 1983), Academia Europea (desde 1988), Academia Americana de Microbiología (desde 1996), Academia Europea de Ciencias y Artes (desde 1997) y Academia Americana de las Artes y de las Ciencias (desde 2005).

Igualmente, ha sido presidenta del Instituto de España (1995-2003 y formó parte del Consejo Editorial de 12 revistas internacionales. Su actividad científica asciende a más de 300 publicaciones en revistas y libros internacionales. Ha dirigido 28 Tesis Doctorales.

La científica, calificada por el CSIC como "una de las mayores científicas españolas del siglo XX", ha utilizado sistemáticamente su visibilidad pública para promover la investigación y fomentar la participación de las mujeres en la ciencia.

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