El presentador Iñaki López, que presenta Más vale tarde en La Sexta con Cristina Pardo, ha compartido recientemente que en su infancia fue diagnosticado con dislexia. Pero esto no le impidió convertirse en una de las caras más populares de la televisión en España.
López se enteró de que tenía este trastorno del aprendizaje cuando iba al colegio: "Hicieron una prueba de escritura y fui el único al que llamaron después", explicó el presentador en una entrevista tras la publicación del libro Superar la dislexia de Luz Rello.
Este periodista, que ha cumplido 52 años, comenzó entonces clases de apoyo con otros compañeros y un psicólogo. "En su momento nadie me lo supo explicar muy bien y al principio me sentí como un bicho raro", confesó el presentador.
Cuando una persona tiene dislexia encuentra problemas para identificar los sonidos del habla y aprender a relacionarlos con las letras y las palabras. Por eso dice la página de la Clínica Mayo que también se le llama ‘discapacidad para la lectura’.
Es común que se detecte en la infancia, pero existen muchos casos que pasan inadvertidos hasta la adultez. Se trata de un trastorno que no tiene una cura como tal, pero cuando se interviene a tiempo se encuentran resultados muy positivos.
"La mayoría de los niños con dislexia pueden tener un buen resultado en la escuela con un programa de tutorías o de educación especializada. El apoyo emocional también juega un papel importante", explica la página de la Clínica Mayo.
Y, sobre esto, ha hablado López: "Me tranquilizaron mucho quitándole importancia, me dijeron que se trataba de algo leve y que no afectaba a mi futuro. Eso me tranquilizó, me ayudó a aprender a vivir con ella y me resultó fácil de llevar".
Signos de dislexia
Sí, el periodista confiesa que "también había profesores que no acababan de entender que tuviera errores ortográficos tan obvios con nueve años y había que explicárselo", pero eso no impidió que poco a poco fuese corrigiendo su dislexia.
De hecho, el presentador de televisión asegura que haber vivido la dislexia ha tenido ciertas consecuencias positivas para él. "Me trajo cosas positivas. Aprendí a organizarme muy bien. Ahora mismo, es tan solo un recuerdo de juventud y algo lejano", dijo López.
El momento más típico en el que se suele manifestar la dislexia es durante el aprendizaje de la lectura. Sin embargo, durante los años previos a la escolarización ya se pueden empezar a observar ciertos signos, según los expertos.
Entre ellos, empezar a hablar más tarde, aprender nuevas palabras a ritmo lento, invertir los sonidos de las palabras o confundir palabras que suenan parecidas, tener problemas para recordar letras, números, colores, canciones o rimas, pueden indicar una dislexia.
Durante el período escolar, un nivel más bajo de lectura de lo que se espera para la edad puede delatar un caso de dislexia. Pero también los problemas para comprender lo que se escucha, para encontrar la palabra correcta o para recordar una secuencia.
A estos niños también les cuesta observar diferencias y similitudes entre letras y palabras, deletrear o pronunciar palabras nuevas. Los casos de adolescentes o adultos a los que no se les ha detectado la dislexia pueden tener estos mismos rasgos.
En esta población es posible observar que leen y escriben a un ritmo lento, que tienen problemas con la ortografía o, incluso, para resumir una historia. La dislexia está también relacionada con mayores problemas para aprender un nuevo idioma.
Pero, también, con la comprensión de problemas de matemáticas. La Clínica Mayo sostiene que la dislexia tiene un fuerte componente genético, pero con el trabajo adecuado, tal y como dice Iñaki López, puede quedar "tan solo en un recuerdo de juventud".
