Llega el mes de septiembre y muchas personas en España se animan a comenzar una actividad física para dejar atrás todos los excesos del verano.
Una de las opciones más sencillas y económicas es salir a caminar. En los últimos años, caminar 10.000 pasos al día se ha normalizado como sinónimo de ejercicio pero, según expertos, esa cifra es más mito que mejora real.
De esta manera, el catedrático de ejercicio Felipe Isidro lo resume así, muy tajante: "Eso no es ejercicio, no lo es, es actividad física".
"Está muy bien caminar diez o doce mil pasos, hay estudios que indican que empieza a haber beneficios a partir de los ocho mil, pero no debe considerarse ejercicio", aclara Isidro, de 59 años, en una entrevista reciente en ABC.
Además, también advierte: "Siempre será mejor caminar que nada, pero hay que entrenar la musculatura de forma más eficiente, a través de ejercicios de fuerza”.
En otras intervenciones, el catedrático Isidro destaca que una caminata puede ayudar a perder peso, sí, pero solo si está bien pautada: entre 30 y 60 minutos, con frecuencia de 4 a 6 días a la semana, y a un ritmo ligero -120-140 pasos por minuto- con cambios de ritmo o terreno que la hagan progresiva.
Para notar resultados "más rápidos", incluso aconseja caminar entre 10.000 y 15.000 pasos diarios, pero sin perder de vista la calidad del movimiento.
La clave no está en llenar el contador de pasos, sino en integrar la fuerza desde el principio: "Lo primero que hay que trabajar es la fuerza", subraya.
El experto Felipe Isidro subraya con contundencia que "si no entrenas la fuerza te vuelves una persona lenta con la edad", señalando que a partir de los 30 años se pierde masa muscular y función si no se actúa para contrarrestarlo.
De hecho, sugiere una fórmula semanal útil incluso para quienes van empezando: tres días de fuerza y dos de cardio, donde parte del cardio puede transformarse en trabajo por intervalos -simple, accesible y efectivo.
"Tenemos que hacer algo más. Caminar es insuficiente. Tenemos que trabajar nuestros músculos y la fuerza porque es lo primero que perdemos con la edad", apunta sobre el tema.
El consejo de Felipe Isidro
La insistencia de Felipe Isidro tiene su porqué. La fuerza es salud, autonomía y calidad de vida. Las fibras musculares rápidas -imprescindibles para reaccionar, levantarse rápido, prevenir caídas- se pierden con los años y el sedentarismo.
Caminar mucho sin entrenar fuerza no frena ese declive; incluso sumando pasos, puedes seguir perdiendo esa agilidad vital.
En definitiva, incorporar ejercicio físico con fundamento -pautado, programado y, si es posible, guiado por un profesional- ofrece beneficios tangibles que no vienen con el mero hábito de andar.
Así que estará mejor si, en lugar de obsesionarte con llegar a 10.000 pasos, te preguntas: ¿qué parte de ese movimiento realmente me hará más fuerte, más ágil, más libre? Porque, como recuerda Isidro, entrenar fuerza hoy puede ser tu seguro de independencia mañana.
