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El desabastecimiento de antidepresivos en las farmacias españolas se ha convertido en un verdadero problema

Cada vez más pacientes se quedan sin su tratamiento habitual durante semanas o incluso meses. En muchos casos, se ven obligados a tomar medicamentos alternativos que no les funcionan igual. 

"Los pacientes se pueden pasar más de cinco meses sin medicarse, y muchas veces, deben cambiarlo por otros que les perjudican", denuncia una farmacéutica de Madrid en declaraciones a Espejo Público.

"Nos cuesta conseguir que los almacenes nos manden el medicamento", añade. El impacto en la salud mental es preocupante. 

Según el Ministerio de Sanidad, una de cada 10 personas en España toma antidepresivos cada día. Es decir, miles de personas dependen de estos fármacos para poder seguir con su vida normal. Y el problema no es solo en Madrid.

Según el programa de Antena 3, hay desabastecimiento también en comunidades como Galicia, Castilla-La Mancha, Andalucía, Murcia, Baleares o Canarias.

En Málaga la situación es muy similar. Una farmacéutica también denunció, ante los micrófonos del programa, la falta de Anafranil, un antidepresivo clásico muy recetado. 

"Todos los análogos del Anafranil están en desabastecimiento. Nos llegan a cuentagotas", explica. "Tenemos una caja guardada para un paciente que lleva meses buscándolo", confiesa.

Ante tal panorama, la frase que más se escucha en las farmacias de todo el país lo resume todo: "No, ahora mismo no nos queda"

Muchos pacientes tienen que recorrer kilómetros o visitar varias farmacias cada semana para intentar conseguir su medicación. 

"A veces, el medicamento más cercano está a 600 kilómetros. ¿Cómo le dices eso a una persona?", se pregunta la farmacéutica de Madrid.

Los profesionales apuntan a un motivo económico detrás de esta crisis. "Creemos que los laboratorios fabrican para fuera de España", confiesa la experta en salud.

"Les sale más rentable vender en países donde el precio es más alto. Aquí, con el sistema público, los medicamentos son más baratos", añade.

La falta de antidepresivos no solo causa estrés o frustración. También puede afectar directamente al bienestar físico y emocional de los pacientes.

"Si se retira un antidepresivo de forma brusca puede generar un síndrome de discontinuación", advierte la psiquiatra Lucía Torres.

Es por ello que recomienda que sea de forma gradual, ya que los síntomas de este síndrome pueden ser desde "mareos, temblores, ansiedad, tristeza, náuseas o incluso descargas eléctricas".