La endometriosis es una enfermedad crónica, inflamatoria y, por desgracia, profundamente invisibilizada. Afecta a cada diez mujeres en edad fértil, pero pese a su frecuencia, el diagnóstico puede tardar entre siete y diez años en llegar.
Mientras tanto, quienes la sufren conviven con un dolor que muchas veces es desestimado como "normal" por profesionales y su entorno cercano.
No es solo una dolencia ginecológica, sino que también es un problema de salud pública, educación sanitaria y de reconocimiento del dolor que sienten las mujeres durante la menstruación.
En España, el diagnóstico sigue enfrentándose a cierta incomprensión. María Merino, nutricionista española, ha alzado la voz al denunciar la normalización de la endometriosis.
"Una mujer puede tener endometriosis y el diagnóstico puede aparecer entre 7 y 10 años después. ¿Por qué? Pues porque hemos normalizado que la regla tiene que doler. Sigue siendo invisible, infradiagnosticada y normalizada", expresa la experta.
Tal y como señala Merino, "no es normal que la regla duela y que tenga que tomarme un ibuprofeno o paracetamol cuando me viene, mucho menos si me tengo que tomar cosas más fuertes".
Para la nutricionista, si hay dolor durante la menstruación "algo está pasando". Merino explica que el problema comienza desde la adolescencia, cuando se minimizan síntomas que deberían encender todas las alarmas.
"Reglas muy dolorosas, un dolor insoportable e insufrible que me hace incluso faltar a clase o al trabajo", señala.
A ello se suma el diagnóstico erróneo frecuente donde el dolor se atribuye al síndrome del intestino irritable, la cistitis o incluso al estrés.
"¿Cuántas pacientes con endometriosis han venido a consulta diciendo que lo suyo era digestivo, pero que el médico especialista lo descartaba y que no tiene nada? Ellas seguían teniendo dolor. Entonces, ¿qué pasa? A lo mejor es que es hormonal", señala.
El desconocimiento no solo retrasa el diagnóstico, sino que agrava el sufrimiento de las mujeres que tienen este padecimiento. "Genera mucha frustración por no sentirse comprendida. Aislamiento, ansiedad, miedo, ira, tristeza, depresión, irritabilidad...", afirma la especialista.
Para Merino, la solución es clara: la clave está en reducir la inflamación a través de una dieta variada, rica en frutas, verduras, grasas saludables y fibra.
Sin embargo, aconseja tener cuidado con "buscar la dieta perfecta": "La flexibilidad siempre va a estar presente", puntualiza.
Eso no fue todo. Además, no duda en lanzar un mensaje a quienes continúan buscando respuesta. "La endometriosis existe. Duele y duele muchísimo. Nos quita calidad de vida, nos hincha, nos afecta emocionalmente. No estás exagerando. La regla no tiene que doler y si sientes que hay algo, muy probablemente tú tengas razón y el médico se equivoque", confiesa la especialista.