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En nuestro día a día, muchas veces prestamos atención al azúcar, las grasas o a las calorías, pero dejamos de lado algo fundamental: los minerales.

Aunque no los veamos ni se sientan al tacto, son piezas clave en un buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Y cuando alguno de ellos escasea, nos notamos con más cansancio, defensas bajas o incluso con mal humor, pero sin saber por qué

Según explica la nutricionista Clara Llorens Guillem, hay un mineral que muchas personas no consumen en cantidades suficientes, y eso, tarde o temprano, pasa factura.

No importa si comes sano o llevas una dieta variada. Si no prestas atención a este detalle, podrías estar dejando a tu cuerpo sin un apoyo esencial, especialmente si eres mujer con menstruación abundante o miomas o estés embarazada. Los deportistas con mucha carga de entrenamiento o niños y jóvenes en crecimiento tampoco se quedan atrás. 

Hablamos del hierro, un nutriente que a menudo asociamos con la carne roja, pero que, según la experta, "debe consumirse de cuatro a cinco veces por semana", y no necesariamente a través de la carne. 

De hecho, Llorens recuerda que el consumo de carne roja o vísceras debe limitarse a una vez por semana o cada dos, por motivos de salud. 

Por suerte, existen muchas más opciones para mantener unos buenos niveles de hierro sin abusar de estos alimentos. Como forma aclaratoria, la nutricionista explica que existen dos tipos de hierro: el hemo, que se  encuentra en productos de origen animal y se absorbe fácilmente, como los moluscos (mejillones, berberechos, almejas y ostras).

Mientras que el no hemo está presente en cereales, legumbres, verduras de hoja verde o frutos secos. Esta opción se absorbe con mayor dificultad.

Por eso es clave acompañar estos alimentos vegetales con una fuente de vitamina C, como un zumo de naranja o pimiento rojo, y evitar tomarlos junto a café, té, yogures o quesos, al menos durante las dos horas posteriores. 

¿Qué cantidades tomar?

Las necesidades diarias varían. Una mujer en edad fértil necesita unos 18 miligramos al día, mientras que durante el embarazo esa cifra se dispara a 27 miligramos

En cambio, los hombres y mujeres mayores de 50 años requieren unos 8 miligramos diarios. Así que, si últimamente te notas más cansado, con poca energía o simplemente quieres cuidar de tu alimentación, este puede ser un buen momento para revisar tu dieta y comprobar si estás dando a tu cuerpo todo lo que necesitas.

Un bol de avena con bebida de soja, almendras y fresas o tostadas de pan integral con hummus, garbanzos con almejas y pisto de verdura o snaks como pipas de calabaza, son algunas de las opciones que la nutricionista comparte para implementar pequeños cambios en tu día para aumentar el consumo de hierro sin recurrir a la carne roja.