El verano es tiempo de desconexión, de playa, de piscina y de cenas con amigos. Pero en medio de esa relajación, ahora más necesaria que nunca tras meses de pandemia, pueden aparecer daños colaterales como consecuencia de descuidar aspectos tan importantes como la alimentación o las rutinas de belleza.

El incremento de las temperaturas, el sol, la sal del mar o el cloro de las piscinas son solo algunos de los factores que pueden provocar alteraciones en la piel o en el propio organismo, un hecho que incrementa la importancia de vigilar el consumo de vitaminas.

Generalmente, se sabe que las vitaminas son importantes para la salud, pero quizá no hasta el punto de que son un tipo de sustancias necesarias para el funcionamiento de las células y el normal desarrollo del organismo, es decir, para que nuestro cuerpo se mantenga sano.

Las vitaminas se dividen en dos categorías. Por un lado, están las liposolubles, que son absorbidas por nuestro organismo junto a las grasas alimentarias y se almacenan fácilmente en el tejido graso y el hígado. Son del tipo A, D, E y K y se encuentran, por ejemplo, en el huevo, en la mantequilla, en algunas frutas o en la leche. Como se acumulan en nuestro cuerpo, no es necesario ingerirlas diariamente.

Por otra parte, están las vitaminas hidrosolubles que, a diferencia de las anteriores, no se almacenan en el organismo (a excepción de la B12, que puede retenerse en el hígado). Estas sustancias son del B, C, ácido fólico o biotina, se disuelven en agua y son expulsadas a través de la orina, por lo que, al no ser almacenadas, precisan de una ingesta diaria.

Cada una de estas vitaminas tiene una función concreta en el cuerpo y el déficit de una de ellas, consecuencia de una ingesta insuficiente, puede causar problemas de salud. Por eso es más importante que nunca prestar atención a ellas en verano. Con la ayuda de los expertos de DosFarma, la farmacia online líder en España, explicamos cuáles son las vitaminas que debemos tomar para cuidarnos este verano.

Combatir el cansancio

Uno de los primeros síntomas que aparecen para muchos con la llegada del verano y la subida de temperaturas es la fatiga y el cansancio. Esto puede tener que ver con distintas causas como el cambio de hábitos o el agotamiento físico y mental acumulado, pero hay un componente fisiológico: el calor provoca descensos en la tensión arterial y un aumento de la sudoración que pueden acarrear la pérdida de nutrientes como el magnesio y el potasio.

Para combatir estos efectos, los expertos de DosFarma recomiendan suplementos de vitaminas B6, B12 y C, que contribuyen al metabolismo energético normal y ayudan a disminuir tanto el cansancio como la fatiga provocadas por el aumento de las temperaturas.

De igual forma, recuerdan que las vitaminas son un suplemento y deben ir siempre de la mano de una buena alimentación, por lo que en este caso animan a aumentar el consumo de alimentos como los frutos secos, ricos en vitamina B y en magnesio, y de agua.

Cabello y uñas

Dos de las partes del cuerpo más expuestas a los efectos del sol o del agua del mar y de las piscinas son el cabello y las uñas, víctimas también de la posible insuficiencia de nutrientes y vitaminas. Por eso, es posible darles el aporte vitamínico que necesitan desde el interior del organismo.

Los expertos de DosFarma apuntan a la importancia de las vitaminas A, B, E, C, H o biotina y D. Así, por ejemplo, el grupo A ayuda al correcto funcionamiento del sistema inmunológico, la renovación celular y el mantenimiento de los tejidos, por lo que una falta de esta vitamina puede ocasionar sequedad en el pelo o manchas en la piel. Dos alimentos que la contienen son la zanahoria y el mango.

La vitamina C, por su parte, acelera la producción de colágeno, una sustancia encargada de hacer que las uñas y el cabello crezcan más rápido y con más volumen (está presente en alimentos como el brócoli o los tomates), y la H o biotina previene la sequedad, la caída y la quebradura del cabello.

Vitaminas a partir de los 50 años

La edad también es un factor relevante a la hora de tener en cuenta las vitaminas que nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente. La llegada de la menopausia en las mujeres y de la andropausia en los hombres causa cambios hormonales que se puede traducir en pérdida de musculación o exceso de grasa.

De la misma forma, provoca que el organismo absorba con más dificultad los nutrientes necesarios, lo que hace necesario complementar la alimentación con vitaminas que respondan a las carencias de este grupo de personas.

A partir de los 50 años, los expertos de DosFarma recomiendan incrementar el consumo de vitamina B12, encargada de mantener el buen funcionamiento de la sangre y el cerebro. Además, para evitar una descalcificación en los huesos consideran importante reforzar la vitamina D y el calcio con multivitamínicos que contengan magnesio. Es importante también, el consumo de omega 3, que ayuda a cuidar el corazón, la memoria y el pensamiento agudo.