El desarrollo de los transgénicos ha resultado beneficioso para nuestra especie en numerosos aspectos. La selección natural de ciertas variedades de alimentos o la actual modificación genética de los mismos ha permitido que tengan una mayor resistencia a determinadas condiciones climáticas, virus o bacterias. Esto ha redundado especialmente en países en vías de desarrollo, cuyas poblaciones han mejorado su economía y calidad de vida gracias a su cultivo.

La biotecnología también ha posibilitado el enriquecimiento nutricional de estos alimentos, como en el caso del arroz dorado. Esta variedad contiene una mayor cantidad de vitamina A, cuya ausencia es sintomática de pérdida de visión e incluso ceguera. Su introducción en ciertos países fue criticada por Greenpeace. La ONG consideraba que el arroz dorado daba carta blanca a la comercialización de otros transgénicos potencialmente peligrosos para la salud

Otras críticas que se achacan a los transgénicos son la modificación potencial del ecosistema donde se encuentran. También los beneficios que multinacionales como Monsanto -recientemente adquirida por la alemana Bayer- acumulan en perjuicio de agricultores más pequeños. 

Un posible punto en común para defensores y detractores de esta tecnología son los incontestables cambios en el aspecto de los alimentos. Los primeros lo defienden como una forma de hacer apetecible su consumo; los segundos, como la prueba definitiva del perjuicio que los transgénicos aportan a nuestra salud y a la naturaleza.

Pero la realidad es que el cambio en el aspecto de frutas y verduras es muy anterior a la aparición de los OMG y se da desde que el propio cultivo por parte del ser humano modificó los genes de estos alimentos, algo que también influyó en su aspecto. 

Business Insider recopila en este artículo una serie de fotografías que muestran cómo eran las frutas y verduras que se consumían originalmente

Sandías

Las sandías de Stanchi fueron pintadas en algún momento entre 1645 y 1672. Su aspecto, mucho más verde y con menos cantidad de placenta carnosa y semillas, se asemeja poco al actual. 

Bodegón del siglo XVII con dos sandías en la esquina inferior derecha Giovanni Stanchi Christie Images LDT 2005

Plátano

Los primeros plátanos se cultivaron posiblemente hace 10.000 años en los territorios insulares que conforman Papúa Nueva Guinea en la actualidad. Las variedades modernas provienen de Musa acuminata y Musa balbisiana.

Las semillas de Musa acuminata y Musa balbisiana eran mucho mas grandes Genetic Literacy Proyect

Berenjena

Una de las verduras más diversas. Cultivadas originalmente en China, podían llegar a ser blancas o amarillas. Las versiones primitivas tenían espinas en la parte superior del tallo.

Mucho más pequeñas que en la actualidad Genetic Literacy Proyect

Zanahoria

En esta ocasión nos transportamos a Asia Central. Las zanahorias más antiguas se localizan en los territorios del actual Irán (Imperio Persa) en el siglo X. Originalmente eran moradas o bancas, y con raíces mucho más pequeñas.

Destaca la ausencia de tallos verdes Genetic Literacy Proyect

Maíz

El maíz natural fue cultivado alrededor del año 7000 a.C. Era mucho más seco, similar a una patata cruda.

Reproducción de laboratorio del maíz Genetic Literacy Proyect

Melocotón

Esta fruta carnosa solía ser del tamaño de una cereza. Su selección natural corrió a cargo de los agricultores chinos que vivían en el 4000 a.C. Sabían incluso salados, con un gusto similar a una legumbre. 

Infografía de los melocotones antiguos James Kennedy