La irrupción de la revolución sexual, allá por la década de los 50, supuso un antes y un después para toda una generación de jóvenes que comenzaron a percibir el mundo de una forma más desinhibida y recuperaron la desnudez y la sexualidad como parte de la condición humana. Desde entonces, el mundo y el sexo han ido evolucionando casi a la par, normalizándose toda una serie de prácticas que otrora pudieron considerarse como transgresoras y que ahora están perfectamente instauradas en nuestras relaciones.

[¿Tienes menos sexo con tu pareja del que quisieras? Consejos para despertar el deseo]

Así lo atestigua un estudio recién publicado en la revista Journal of Adolescent Health, que se ha aventurado a describir los cambios en las prácticas sexuales de los jóvenes utilizando datos de la Encuesta Nacional de Actitudes Sexuales y Estilos de Vida (Natsal), uno de los trabajos científicos más amplios y detallados sobre salud sexual y estilos de vida de Reino Unido.

La investigación, realizada por la London School of Hygiene & Tropical Medicine y el Centro Nacional de Investigación Social de Gran Bretaña (NatCen), se ha realizado en tres intervalos de tiempo de 10 años cada uno. Así, desde 1990, los científicos han recopilado información sobre los hábitos sexuales de más de 45.000 personas hasta nuestros días.

La principal conclusión que han extraído los investigadores es que el sexo oral y el coito sigue siendo la combinación preferida en las prácticas sexuales de las parejas después de 30 años. Sin embargo, desde 1990 ha aumentado considerablemente la proporción de adolescentes sexualmente activas (entre 16 y 24 años) que aseguran haber tenido relaciones vaginales, orales y anales durante el último año.

Según apuntan los resultados, mientras que en la década de lo 90 sólo uno de cada 10 hombres y mujeres llevaban a cabo este tipo de prácticas, entre 2010 y 2012 la proporción aumenta sobremanera y uno de cada cuatro hombres y una de cada cinco mujeres reconoce llevar a cabo este tipo de prácticas. Así, los mayores incrementos en lo que a sexo oral y anal se refiere en la última década se observaron entre jóvenes de 16 a 18 años.

"Arrojar luz sobre el momento y el tipo de relaciones sexuales que tienen los jóvenes sirve para resaltar la necesidad de una educación precisa en esta materia que brinde oportunidades para analizar el consentimiento y la seguridad a través de las distintas prácticas", asegura Ruth Lewis, autora principal del estudio e investigadora de la Unidad de Ciencias Sociales y Salud Pública MRC / CSO de la Universidad de Glasgow.

Por su parte, Kaye Wellings, profesora de Salud Sexual y Reproductiva de la London School of Hygiene & Tropical Medicine y coautora del trabajo, apunta que estos datos no son tan sorprendentes ya que vivimos en "un contexto socialmente cambiante, con un número cada vez mayor de influencias en el comportamiento sexual".

El trabajo también investiga si ha evolucionado el momento y la forma en la que las personas comienzan a tener sus primeras experiencias sexuales e incluyen entre ellas los primeros besos. Y lo cierto es que no. Pese al paso del tiempo, la media de edad a la que se produce el primer beso no ha variado y sigue estando en los 14 años desde 1990.

Los investigadores reconocen que, como cualquier estudio observacional que se vale de encuestas, este trabajo también puede estar influenciado por las conductas sociales imperantes y mayoritarias. Sin embargo, es la radiografía más amplia y exacta que tenemos hasta la fecha sobre la evolución del sexo. 

Noticias relacionadas