A lo largo de la historia personajes tan ilustres como Nelson Rockefeller, el presidente de Francia Félix Faure, el estadista británico Lord Palmerstone o el Papa León VII - según cuenta la leyenda - murieron de un ataque al corazón en pleno acto sexual. Hacer el amor conlleva un esfuerzo físico claramente pronunciado, por lo que existen recomendaciones médicas para las personas enfermas del corazón o de edad avanzada a la hora de intimar.

Varios estudios en los últimos años han demostrado que en realidad la probabilidad de sufrir un ataque durante uno de estos momentos de desenfreno no es alta. Pero hay una razón por la que los ejemplos anteriores son hombres: un varón tiene diez veces más posibilidad de sufrirlo que una mujer. Sin embargo, la intimidad tienen una ventaja, y es que una persona en esta situación tiene más oportunidades de recibir un masaje cardíaco que alguien que lo sufra en la calle.

Estas son las conclusiones del estudio más reciente llevado a cabo por investigadores de varios centros, como el Hospital Universitario de Helsinki y el Centro Médico Cedars-Sinai, y presentado en el último congreso de la Asociación Americana del Corazón.

Una probabilidad baja, pero mucho mayor en los hombres

Para la realización de este estudio los investigadores se basaron en los datos médicos de una población de un millón de personas, de las cuales casi 5.000 tuvieron un ataque al corazón entre 2002 y 2015. De todos estos casos, sólo 34 tuvieron lugar a causa del sexo, 18 durante el acto sexual y 16 a lo largo de la hora siguiente.

Los datos arrojaron que la probabilidad de sufrir un ataque de este tipo es de un 1% en los hombres y de un 0’1% en las mujeres, ascendiendo un poco en el caso de personas afroamericanas. Claro está que si existen otros factores, como accidentes vasculares previos o cualquier enfermedad del corazón, el porcentaje aumenta por motivos no relacionados con el sexo.

La importancia de saber reanimar

Otro dato extraído de este estudio es que sólo un tercio de las personas que tuvieron un paro cardíaco súbito durante el sexo recibieron reanimación cardiopulmonar (CPR) por parte de sus parejas. Sin embargo el dato es positivo, ya que una persona que lo sufra delante de extraños solo recibe CPR en el 27% de los casos. La supervivencia de los pacientes tras el sexo fue de un 20%, por menos del 13% en otros casos.

Esto deja claro que la educación en primeros auxilios de la población general es demasiado pobre y que a partir de cierta edad ambos miembros de una pareja deberían saber realizarla, por si se diese el caso poco probable pero posible de un infarto, advierte uno de los autores del estudio, el doctor Sumeet Chugh.

El sexo y la salud cardiovascular

Este estudio complementaría otros más antiguos en los que se estableció que el sexo no sólo no tiene por qué causar ataques para el corazón, sino que además puede ayudar a prevenirlos.

Además, como se concluye en un estudio publicado en Biological Psychology en 2006, también ayudar a reducir la presión arterial, por lo que tomando las precauciones necesarias y actuando en consecuencia a la edad y la forma física de cada uno, puede ser una actividad muy saludable, a la vez que placentera. La mejor medicina, sin duda.

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