Creado por el científico belga Adolphe Quetelet, el índice de masa corporal (IMC) es uno de los métodos más conocidos para comprobar si existe obesidad en un individuo. La fórmula del IMC es simple: se divide el peso del paciente entre su altura al cuadrado expresada en metros, lo que arroja un resultado que suele estar entre 18,5 y 30.

Dependiendo del número, se puede saber si la persona se encuentra en un peso ideal, por debajo de él o por encima, lo que significa obesidad. Concretamente, los valores por debajo de 18,5 denotan delgadez extrema, de 18,5 a 24,9 peso saludable, entre 25 y 29,9, sobrepeso y más de 30, obesidad; según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

Actualmente, el IMC se utiliza en Europa y en organizaciones médicas de todo el mundo para medir el grado de obesidad de los ciudadanos. Estos son 7 datos que seguramente desconocías sobre esta fórmula.

Se utiliza como indicador para cirugía bariátrica

A la hora de someterse a una cirugía con el objetivo de perder peso, los cirujanos tienen en cuenta varios indicadores para decidir si el paciente realmente la necesita o no. Además de estudiar el historial clínico de la persona, los médicos valoran datos como su tolerancia a la anestesia, los resultados de una gastroscopia previa o si han intentado adelgazar previamente de otra forma.

Entre los datos que se examinan antes de decidir operar al paciente esta el índice de masa corporal. Según Cynthia Solano, médica y especialista en cirugía laparoscópica, un IMC superior a 40 o superior a 35 y combinado con patologías como diabetes o hipertensión son los valores óptimos para intervenir.

Dentro de las técnicas de cirugía bariátrica están las restrictivas, que reducen el tamaño de la cavidad gástrica, las malabsortivas, que reducen la capacidad del intestino para absorber nutrientes y mixtas, que combinan estas dos.

Un IMC alto y el riesgo de ataque cardíaco

Un índice de masa corporal muy elevado muestra que el paciente tiene una alta concentración de grasa en su cuerpo. Según una investigación del Instituto del Corazón Framingham, hay una relación directa entre los valores del IMC y la presión sanguínea, los niveles de glucosa y la presencia de varios tipos de colesterol.

Estos indicadores sugieren un aumento del riesgo de sufrir un accidente cardiovascular, como el ictus o el infarto, por lo que este estudio sostiene que a mayor IMC, mayor riesgo de muerte.

Un IMC elevado empeora el equilibrio y la postura

Según un estudio realizado por la Universidad de Jaén en la que han participado 68 sujetos, el IMC también influye en el equilibrio y la postura. Para llegar a esta conclusión, miembros del departamento de Ciencias de la Salud tomaron la medida y el peso de todas las personas que participaban en el estudio para calcular el índice de masa corporal.

Tras recopilar los datos, sometieron a los sujetos a pruebas de equilibrio, tanto con los ojos abiertos como con los ojos cerrados. De esta prueba, se extrae que "a mayor IMC, mayor es el valor del índice de estabilidad antero-posterior, al encontrarse el sujeto con los ojos cerrados, determinando un peor equilibrio del sujeto en el plano sagital al cerrar este los ojos".

El país con mayor y menor IMC

Gracias a la combinación de datos sobre la población de la Organicación de las Naciones Unidas y las estimaciones sobre el peso de la Organización Mundial de la Salud, se puede calcular de una manera aproximada los índices de masa corporal de todos los países.

Estos datos, procesados por la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical, sostienen que el país con mayor índice de masa corporal es Tonga, un estado de la Polinesia. Los habitantes de esta nación tienen una media de IMC de 32,90.

En cuanto al país con menor índice de masa corporal, se encuentra en África y es Eritrea. La media está rozando los límites de desnutrición, con 19,85 puntos. España se encuentra en el puesto 80 de este ranking, con unos valores de 26,47 en hombres y 22,57 en mujeres.

Un IMC alto aumenta el riesgo de apnea del sueño

Una investigación realizada por médicos del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense relaciona también la apnea del sueño con un índice de masa corporal elevado. Esta patología, que provoca el corte de la respiración durante el descanso de una persona, fue estudiada con la ayuda de 428 pacientes.

Tras varias pruebas, en las que a unos se les diagnóstico apnea del sueño y a otros no, los investigadores sostienen que "la frecuencia del SAHS en pacientes con peso normal fue significativamente menor que en aquellos con sobrepeso y obesidad, así como la frecuencia del SAHS y el SM simultáneamente. Esto concuerda con lo afirmado en la literatura, puesto que la obesidad es el principal factor de riesgo tanto para el SAHS como para el SM".

No valora correctamente el porcentaje de músculo

Acorde a lo que sostiene un estudio presentado por la Clínica Universidad de Navarra presentado en 2013, el índice de masa corporal presenta fallos a la hora de diagnosticar el sobrepeso y la obesidad. Según la investigación, realizada por el Laboratorio de Investigación Metabólica y el Departamento de Endocrinología y Nutrición del centro hospitalario, el 29% de los sujetos que el IMC identifica como normales en realidad son obesos. Además, los científicos detectaron que un 80% de los sujetos que el índice de masa corporal define como personas con sobrepeso son en realidad obesas.

Por otra parte, el índice de Quetelet tampoco es preciso para personas muy musculadas. En casos de deportistas de élite, normalmente con un índice muy bajo de grasa y una gran masa muscular, el IMC los sitúa como obesos debido a que no distingue entre masa lípida y muscular.

Investigadores españoles han desarrollado un método alternativo

Los mismos investigadores de la Universidad de Navarra presentaron un método alternativo para hacer un mejor diagnóstico en cuanto al peso de los sujetos. Esta técnica, llamada CUN-BAE, incluye una estimación de la composición de grasa del paciente y lo clasifica de acuerdo a rangos establecidos de forma anterior.

Según estos baremos, si el sujeto tiene un índice de grasa por debajo del 20% en hombres y del 30% en mujeres, tiene unos valores normales. Si el resultado de su ecuación se sitúa entre un 20 y un 25% en varones y entre un 30 y un 35% en mujeres, se consideran obesos. Por último, los hombres con valores por encima del 25% y las mujeres con más del 35% de composición de grasa corporal se consideran obesos.

Noticias relacionadas