Este martes el físico teórico más célebre del mundo ha recibido, junto al ruso Viatcheslav Mukhanov, el premio Fronteras del Conocimiento en Ciencias Básicas otorgado por la Fundación BBVA. En 2012, Hawking ganó el Fundamental Physics Prize, valorado en 3 millones de dólares, lo que nos lleva a preguntarnos si, con la reciente verificación experimental de algunas de sus teorías, es finalmente la hora de que le den el gran reconocimiento que le falta: el Nobel de Física.

En realidad, son ya cuatro los galardonados en estos premios Fronteras del Conocimiento que han ganado un Nobel posteriormente. Un grupo de científicos de primer nivel, entre ellos Ignacio Cirac y Avelino Corma, deliberaron el día anterior durante varias horas. La elección de Hawking, por mediática, ha sorprendido a algunos miembros de la organización.

Hace pocos años tuve la ocasión de asistir en Texas a una charla del físico británico sobre agujeros negros. El tono de la presentación fue asequible incluso para un estudiante de secundaria sin interés en las ciencias y sus diapositivas incluían varias dosis de humor, en ellas aparecía incluso Homer Simpson. Tras la charla, un miembro de su equipo salió a explicar cómo funcionaba el sistema de voz de Hawking y cómo habían ido sofisticándolo: al principio, cuando la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) aún no había hecho estragos en su movilidad, podía mover la mano y usaba una especie de ratón sujeto al antebrazo de su silla. Actualmente, un sensor detecta movimientos en su mejilla derecha, con la que mueve un cursor que en la pantalla elige la frase que será reproducida con su robótica voz. 

Sirva este ejemplo para mostrar cómo Hawking se ha convertido, en los últimos tiempos, en un gran popularizador de la física teórica, hasta el punto de que mucha gente lo relaciona únicamente con su labor divulgativa, lo que es comprensible, dado que incluye un tremendo best-seller como Breve Historia del Tiempo o apariciones en series de televisión tan populares como Padre de Familia o The Big Bang Theory.

Ahora parece haber llegado la hora de reivindicar sus contribuciones científicas por encima de su admirable capacidad de superación.

Una estrella, pero sobre todo un físico

Cirac, director de la División Teórica del Instituto Max-Planck de Óptica Cuántica, justificaba la elección de Mukhanov y Hawking por su teoría sobre la estructura del universo. "Si miramos al universo observamos que hay planetas, estrellas o galaxias, y según miremos en una u otra dirección veremos cosas distintas, porque el universo no es homogéneo", ha explicado didácticamente Cirac. "Sin embargo las teorías de la física dicen que el universo se originó con un Big Bang inicial, por lo que en teoría el universo debería ser homogéneo".

A principios de los 80, Mukhanov y Hawking, por separado y en el plazo de unos meses, propusieron que la estructura del universo que vemos hoy en día estaba relacionada con las fluctuaciones cuánticas que se produjeron al inicio de todo. "Y lo que es más importante, dijeron que eso podía confirmarse", continúa Cirac. "Hicieron una teoría en la que, mirando al fondo del universo, a su radiación cósmica, podía observarse la disminución de la temperatura que vemos en el espacio". En 2013, el satélite Planck confirmó experimentalmente estas predicciones.

"Mucha gente conoce a Stephen Hawking como un ejemplo de a todo lo que se puede llegar con una dificultad como esa", dice a EL ESPAÑOL Theodor Hänsch, premio Nobel de Física en 2005. "Hay que ser un experto para apreciar sus contribuciones matemáticas, pero es un científico serio y excelente, además de una persona admirable".

Del mismo modo opina José Luis Fernández Barbón, investigador en el Instituto de Física Teórica: "Su condición personal contribuye a convertirlo en un icono mediático por razones obvias, pero detrás de esta dimensión pública, sus contribuciones científicas son realmente de categoría histórica".

Sus grandes aportaciones

Entre ellas, el físico destaca que "su aportación más importante es el descubrimiento en 1975 de que los agujeros negros se evaporan emitiendo partículas elementales". Este resultado, aunque tiene poca importancia práctica porque los agujeros negros están a años luz de nuestro planeta, "es de una trascendencia enorme para los principios fundamentales de la física, y tiene ramificaciones en la cosmología", dice Fernández Barbón.

Principales aportaciones de Hawking a la física

Año Descripción
1970 Singularidades del colapso gravitatorio. Junto a Roger Penrose, descubrió que las singularidades del espacio-tiempo que Einstein predijo en su teoría de la gravedad eran reales.
1971 Mecánica de los agujeros negros. Hawking estudió las leyes que regían la existencia de estos cuerpos cósmicos. 
1975 Cómo los agujeros negros se desvanecen liberando calor y partículas elementales, para lo cual Hawking se apoyó en la teoría cuántica.
1982 Cómo crecen las galaxias gracias al efecto de las fluctuaciones cuánticas.
1983 La función de onda del universo o estado Hartle-Hawking, serviría para calcular las propiedades del universo.

Su condición de físico teórico, y no experimental, puede haber sido decisiva a la hora de postergar su reconocimiento, pero al mismo tiempo, como dice Fernández Barbón, "dado que se refiere a aspectos de la gravitación que son difíciles de explorar en experimentos con la tecnología actual, sus resultados permanecerán como referencia de las generaciones futuras, hasta que se puedan verificar -o no- en experimentos reales".

Mukhanov, quien ha intervenido desde Munich tras el anuncio del premio, ha dicho estar encantado de compartir el premio con Stephen Hawking: "Siento un tremendo respeto hacia él, no sólo como científico, sino también por su personalidad y por cómo lleva investigando durante toda su vida; incluso sigue publicando actualmente". 

No exagera en absoluto. De hecho, el pasado 5 de enero, Hawking subió al repositorio online arxiv.org un nuevo estudio sobre el "pelo suave en los agujeros negros".

A sus 74 años y más de medio siglo después de que le diagnosticaran ELA, alguien sigue divirtiéndose.