
Un burro.
El refrán castellano basado en un animal que el resto de España no va a entender: más real que la vida misma
A oídos de gente de ciudad puede parecer una simple frase de ganaderos, pero encierra una lección clara de cómo son algunos animales, personas y, sobre todo, los castellanos.
Más información: El refrán castellano basado en un animal que el resto de España no entiende: la gente de campo seguro que lo sabe
Noticias relacionadas
En Castilla, la sabiduría popular se transmite aún entre los grupos de vecinos y en los bares de pueblo, aunque cada vez haya menos. Hay frases que se repiten constantemente y que luego forman parte del acervo. Una de ellas, poco conocida fuera de Castilla y León, pero cargada de sentido para quienes han crecido en estas tierras, es: “El burro perderá las lanas, pero no las mañas”.
Sin duda, una frase que para los que han podido disfrutar de un pueblo es gloria bendita y la entienden bien. Quizás a los urbanitas les cueste un poco más. Este refrán, que a oídos de gente de ciudad puede parecer una simple frase de ganaderos, encierra una lección clara de cómo son algunos animales, personas y, sobre todo, los castellanos.
“El burro perderá las lanas, pero no las mañas” o lo que es lo mismo, que las costumbres, buenas o malas, se mantienen a pesar del paso del tiempo o de los cambios externos. En otras palabras: la naturaleza de uno no se pierde tan fácilmente y al final sale a relucir. Y seguro que si te pones a pensarlo, conoces a muchas personas así. ¿Verdad?
Aquí seguro que nos viene otro refrán a la cabeza, como es el de “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”. Pero está claro que para tierras castellanas lo de que un burro sea el protagonista de la acción es mucho más real y auténtico.
Una expresión muy castellana que nace de observar las duras faenas del campo que cada vez se hacen menos. Y es que eran nuestros abuelos los que veían cómo un burro, aunque mudara el pelo o pasaran los años, seguía manteniendo sus mismas “mañas”.
O lo que es lo mismo, que el burro seguía siendo cabezón y de ritmo lento, en esencia lo que viene a ser la naturaleza de este animal.
Aunque su uso se ha ido perdiendo entre las generaciones más jóvenes, todavía sobrevive en las conversaciones de pueblo entre sus mayores o en la literatura oral recogida en pueblos de Palencia, León y Valladolid.
Eso sí, si esta expresión la comentas fuera de Castilla y León es muy probable que no se entienda. Puedes probar a hacerlo. El refrán será casi un misterio para muchos de esos denominados forasteros. Como se suele decir, “un refrán muy de aquí”.
Otras expresiones
Ya sabes entonces, ‘El burro perderá las lanas, pero no las mañas", es decir que aunque alguien cambie de aspecto, no cambia su naturaleza. No es solo una frase, es una ventana a la forma de pensar de un mundo rural como es el de Castilla, donde estas frases siguen siendo un espejo de vida.
No es la única expresión castellana relacionada con animales que podemos tener. "Dios me libre del buey manso, que del bravo me libraré yo". Otra que gusta mucho y que significa que aparentemente las personas dóciles pueden ser más peligrosas que las abiertamente agresivas.
Estos refranes reflejan la estrecha relación entre los habitantes de Castilla y León y su entorno natural. Así, se usa a los animales como símbolos para transmitir enseñanzas y observaciones sobre el día a día de esta Comunidad.