“En la época de Amazon, de si quiero algo lo tengo inmediatamente y si no me gusta lo devuelvo, lo mismo se creen con las mascotas”

“En la época de Amazon, de si quiero algo lo tengo inmediatamente y si no me gusta lo devuelvo, lo mismo se creen con las mascotas”

Sociedad

La lacra del abandono de mascotas en la época Amazon: "Si no me gusta, lo devuelvo"

Asociaciones como Defaniva, en Valladolid, ayudan a buscar un hogar a cientos de perros, pero lamentan la falta de "concienciación" por parte de la sociedad

15 marzo, 2022 10:25

Cada año cientos de perros son abandonados en Castilla y León, por eso es necesario la labor de asociaciones que ayuden a todos lo peludos y que les busquen un buen hogar, lejos de "la gente que quiere peluches vivos, que toleren sus comportamientos", como menciona Defaniva, uno de los grupos de ayuda a perros en Valladolid. Todos dicen "qué mono es ese cachorro, yo lo quiero adoptar” y en realidad "no saben lo que supone, falta una concienciación brutal por parte de la sociedad, pues muchos casos acaban en abandono", reiteran. 

Asociaciones como Defaniva se encargan de la acogida y cuidado de animales abandonados durante todo el año, sin descanso. Ellos no lo consideran un trabajo, sino una labor. Un esfuerzo que no les reporta ningún beneficio, más bien pérdidas, pues solo desean el bien para todos los peludos. Muchas de las protectoras de animales tienen el gran problema de no contar con un refugio o lugar físico en el que atender a los animales, lo que supone confiar en familias que estén a dispuestas a cuidar de los perros. Tal es el caso de Defaniva, que cuenta con varias casas habituales de acogida y ayudan a los animales sin esperar nada a cambio.

Ahora bien, los perros con algún problema de salud, con sordera o ceguera, siempre suponen un esfuerzo más, tanto para buscar una adopción como para sus cuidados y adiestramiento. Como es el caso de Alaska. Encerrada durante sus seis años de vida en un chenil del centro municipal de protección animal de Valladolid, pudo salir durante el confinamiento con una familia, pero finalmente la experiencia terminó en desastre. Pese a estar de acuerdo inicialmente en acoger a Alaska, a los pocos días la familia no quiso hacerse cargo de ella. Aun sabiendo que debían avisar con 7 días de antelación para buscar un nuevo hogar, amenazaron a la asociación con llamar a la policía, lo que suponía dejarla de nuevo en la perrera, por lo que tuvieron que acudir con urgencia a por ella en pleno confinamiento. A día de hoy, casi dos años después, Alaska sigue en una residencia buscando a su familia definitiva.

Es solo un ejemplo, pero también están las razas siempre damnificadas, el podenco y el galgo. Son perros "usados para la caza y posteriormente abandonados, asesinados y colgados", denuncian desde Defaniva. Durante el confinamiento, al no poder "disfrutar" de la temporada de caza, "seguramente hubo menos abandono y maltrato hacia estos perros tan castigados". De hecho, comentan que este 2022 está siendo "horrible”, y que cada día reciben el aviso de uno o dos galgos vistos vagando por las carreteras, los campos o muertos. Muchas asociaciones reclaman unas leyes que protejan estas razas, que no puedan ser desechados como si fuesen simples objetos una vez ya no les sean útiles. 

El verdadero problema

El abandono de perros es una lacra que se extiende por todo el país, lo que muestra una clara falta de responsabilidad y empatía por gran parte de la ciudadanía. "En la época de Amazon, de si quiero algo lo tengo inmediatamente y si no me gusta lo devuelvo en un periodo de 15 días, lo mismo se creen con las mascotas por no extrapolarlo a muchos ámbitos de la vida", comentan desde Defaniva. Pero sumar un nuevo miembro a la familia requiere de ciertos cuidados y necesidades que en muchas ocasiones se desconocen y posteriormente no están dispuestos a asumir. Sacarlos a pasear, comidas, veterinarios normales y extraordinarios, e incluso sus necesidades psicológicas.

De hecho, pese a que Defaniva no comprende la decisión de abandonar a un miembro más de la familia, entiende que cada persona y situación es diferente y que hay ocasiones en las que dar en adopción a tu propio perro es la única opción, aunque asegura que "casi en la totalidad de los casos es simplemente por falta de concienciación y responsabilidad".

No obstante, las asociaciones han escuchado todo tipo de excusas ante este irresponsable comportamiento. Se han encontrado casos en los que las familias ponían el pretexto de que tenían que abandonar al animal porque había nacido un hijo, le daba alergia a algún familiar, no tenían dinero para pagar su veterinario, porque soltaba mucho pelo, incluso han llegado a decir que el perro "está viejo y chochea", para finalmente abandonar al animal en sus últimos años de vida. Lo peor, comentan desde Defaniva, es "que todas estas excusas te las maquillan mucho, tanto, que parece que la culpa es del perro o tuya por no ayudarles".

La situación en el confinamiento

Recordemos que el confinamiento vino acompañado de una medida: solo podías salir a la calle para asuntos esenciales, entre los que se encontraban pasear a los perros. Las redes sociales se llenaron de bromas y bulos diciendo que las adopciones de perros habían aumentado enormemente, y se esperaba con miedo que, tras finalizar el confinamiento, muchos fuesen devueltos a las protectoras o perreras. Pero nada más lejos de la realidad, desde asociaciones y centros de adopción gestionados por los ayuntamientos confirmaron que la tasa de abandonos fue muy parecida a la de años anteriores.

Durante el confinamiento no pudieron seguir con esta labor tan necesaria y la ley ni contemplaba las adopciones en esos momentos. Pero incluso en esa situación tuvieron que acoger a una camada completa en una vivienda hasta que cumplieron los seis meses, cuando lo habitual es que a los dos y medio o tres sean adoptados, entre otros ejemplos.  

Aun así, todas las asociaciones y perreras que sí continuaron la labor durante el confinamiento no pusieron fácil el abandono, ya que no permitían devoluciones de perros que no hubiesen estado al menos seis meses en el hogar de adopción, y si no cumplía este requisito, recibían una multa que podía llegar a varios miles de euros.

El futuro de la adopción

La labor de rescate y acogida de animales es necesaria para buscarles una vida digna. Es importante destacar que estas asociaciones no reciben ningún tipo de subvención o ayuda por parte de las entidades administrativas, ya sean ayuntamientos o de la propia Diputación. La realidad es que sobreviven gracias a los donativos de las adopciones, que no cubren todo el proceso completo. Por ejemplo, reciben ayudas económicas a través de la plataforma ‘teaming’, en la que se puede donar 1 euro mensual; pero también mediante donaciones puntuales o quedadas solidarias. Con todo ello, las asociaciones buscan concienciar a la población de que los perros no son juguetes, y confían en que con el tiempo crezca la responsabilidad y la empatía colectiva, evitando así el cien por cien de los abandonos.