Castilla y León

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Sociedad

Pervirtiendo el arte pervertido

21 marzo, 2021 18:32

Javier A. Muñiz / ICAL


“¿Tienen las mujeres que estar desnudas para salir en las portadas de discos interpretados por hombres?”. Con el espíritu combativo del colectivo 'ochentero' Guerrilla Girls, Monste Galán se hace esta pregunta y reflexiona sobre el uso de mujeres desnudas como reclamo en la industria de la música. Un arquetipo machista y pueril que se remonta a sus orígenes y que ella critica desde la ironía, aunque sin censurar, deformando esos atractivos, y a menudo virginales, cuerpos femeninos hasta convertirlos en anatomías aparentemente grotescas, de avanzada edad, e incluso adscritos a un género indefinido con el objetivo de “frustrar cualquier expectativa erótica”.

Con clarividente perspicacia, la artista destaca la abundancia de portadas de discos míticos desde los años sesenta en las que aparecen mujeres hipersexualizadas cuando los grupos están formados íntegramente por hombres. Es más, apunta a Ical que, cuando sí aparece reflejado, lo hace en una “posición de sumisión” respecto a sus compañeras de escena. El escándalo se agrava al comprobar que algunas de esas fotografías que insinúan con procaces poses corresponden directamente a menores de edad. En 'Virgin killer' de Scorpions, por ejemplo, Galán combate un atrevimiento tan explícito convirtiendo su figura en la de un anciano cuyo sexo es indeterminado para generar rechazo en lugar de atracción.

“Quiero dejar en evidencia que no son situaciones normales. Como estamos acostumbrados a ver a las mujeres en posiciones sexuales, le he dado la vuelta transformándolas en monstruos extraños y grotescos o, directamente, en hombres desnudos”, matiza. El proyecto aglutina 60 cuadros con formato vinilo ejecutados con diferentes técnicas durante los primeros meses del confinamiento. De hecho, la joven artista extremeña afincada en Salamanca, de tan solo 21 años, ya ha demostrado su proyección exhibiendo parte de esta muestra junto a reconocidos artistas, como Andy Wharhol o Richard Avedon, en Madrid.

Una de las conclusiones que Galán extrae realizando este trabajo es que “tanto en los campos del diseño gráfico musical y la publicidad, como en el arte reciente, se sigue usando el desnudo de la mujer en los términos que ya se utilizaba en la escultura grecolatina y más tarde en el Renacimiento, el Barroco y la pintura del siglo XIX”. Una premisa poco halagüeña que invita a la artista a reivindicar el auge del feminismo como un movimiento necesario.

La exposición, coproducida entre el Museo de Salamanca y el Máster en Estudios Avanzados en Historia del Arte de la Universidad de Salamanca podrá visitarse desde el próximo martes, 23 de marzo, cuando está prevista su inauguración, hasta el 4 de mayo. Está comisariada por el profesor titular de Arte Contemporáneo en las facultades de Bellas Artes y Geografía e Historia de la Universidad de Salamanca, Javier Panera, y por la propia Monste Galán, con la colaboración del director del espacio museístico dependiente de la Junta de Castilla y León, Alberto Bescós.


Movimiento Riot Grrrl


Las portadas de 'Naked Vinyls', cuyos originales se mostrarán en pantallas para poder compararlas, conviven además en el espacio de la muestra con el trabajo de algunas de las artistas feministas internacionales que han inspirado esta serie. Entre ellas, Barbara Kruger, Linder Sterling o las propias Guerrilla Girls. “Todas frustran tus expectativas eróticas y Monste, de alguna manera, está haciendo lo mismo”, según explica Panera, quien desmenuza el concepto de la obra para evidenciar su razón de ser.

Según describe, el estilo pictórico de Montse conecta con la estética punk y el Movimiento Riot Grrrl. De este modo, sus heroínas musicales, pertenecientes a bandas de rock formadas exclusivamente por mujeres, como Babes in Toyland, Hole o Bikini Kill, también están presentes en el espacio expositivo con una instalación creada con decenas de portadas de discos, fanzines y pósteres que cuentan una historia del rock protagonizada exclusivamente por mujeres.

En esta línea, la segunda parte del proyecto, titulada 'Yo también soy una Riot Grrrl', contempla el estreno en exclusiva de una performance producida íntegramente en el Museo de Salamanca con el apoyo de la Junta de Castilla y León. La pieza, titulada 'Las Novias', está dirigida por Guillermina Granados, directora teatral argentina que, como Montse, pertenece al máster, igual que las artistas que la interpretan, llamadas Alison Haltenhof, Josefina Zuain, Blanca Herrero, Celia Herrero y Elvira Hernández. Las cinco representan un desfile nupcial que deriva en una abrupta escenografía para mostrar la exhibición de la mujer en la historia del arte a lo largo de los siglos. Una retrospectiva en imágenes que empieza en la Venus de Willendorf y termina en PornHub.

Según explica con detalle Panera, mientras las imágenes se recrudecen hasta mostrar los momentos en los que la mujer ha sido sometida de forma más dura, las cinco novias culminan la representación cantando 'Solo le pido a Dios' de Mercedes Sosa, antes de arrojar con violencia el ramo a los presentes y recitar una suerte de “por tu culpa, por tu culpa, por tu gran culpa”, responsabilizando a la sociedad 'heteropatriarcal' del papel al que ha relegado a la mujer. “Es una pieza muy impactante y muy bella plásticamente. Tiene la carga de conciencia feminista, pero a la vez cuenta la historia del arte y reflexiona sobre por qué los museos están llenos de mujeres desnudas pero hay tan pocas mujeres artistas”, valora el comisario.

Diálogo crítico


En la tercera parte del proyecto se plantea un diálogo crítico con dos de las obras más emblemáticas del Museo de Salamanca. Una de ellas es la Pizarra Visigoda, que data del siglo VII, y representa la mujer y la bestia del Apocalípsis. Galán recrea el grabado en formato mural mostrando a la mujer sometiendo al diablo con un impacto visual que sobrecoge. Es la pieza que preside el espacio. La segunda es la copia del cuadro de Guido Reni del siglo XVII que representa a Judith cortando la cabeza de Holofernes. Además, la artista reinterpreta una suerte de 'Pietá' con apariencia punk y discurso agresivo.

Nacida en la localidad pacense de Arroyo de San Serván, Monste Galán cursa en la actualidad cuarto de Bellas Artes en la Usal. Su prometedora carrera está ligada desde sus inicios al feminismo y no le importa continuar adscrita al movimiento desde el punto de vista artístico. “Nunca va a llover a gusto de todos, pero basándonos en el sentido común y en un análisis crítico de la historia, podemos darnos cuenta de que necesitamos un cambio. El hecho de que estas portada impacten, y no las originales, debería hacernos caer en la cuenta. Por eso creo que hace falta continuar con esto”, reflexiona.

“Me interesa el mundo de la publicidad y el uso que se hace de ella. Los elementos publicitarios son los que nos forman como sociedad y lo que nos hace normalizar una serie de cuestiones. Esa publicidad es la que se aplica a las portada de discos”, relaciona, mientras recuerda “canciones de los años sesenta que hablan de matar a una mujer”. “Y eso no es reguetón, ni es actual. Eso se remonta a cuando nació la música”. El camino aún es largo.