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Voz de alerta de las casas rurales de Valladolid: inician el otoño sin reservas para los próximos meses

7 octubre, 2020 18:07

El presidente de la Asociación de Empresarios de Turismo Rural de Valladolid, Luis Chico, denunció hoy que los alojamientos afrontan el otoño con anulaciones y sin nuevas reservas para periodos en los que en otros años alcanzaban una elevada ocupación, como el puente de Los Santos, el de la Constitución o las Navidades.

En ese sentido, Luis Chico explicó en declaraciones a Ical que las medidas restrictivas y el confinamiento de Madrid y otras poblaciones cercanas por el COVID-19 han provocado una cascada de cancelaciones, una tónica que en su opinión deja a las casas rurales de la provincia sin ocupación en las próximas semanas, a pesar de que la llegada del otoño y el invierno suponía otros años una mayor actividad.  

Por tanto, el presidente de ‘Valladolid Rural’ alertó de que las perspectivas para este próximo puente del Pilar, que comienza el viernes y finaliza el lunes 12 octubre, jornada festiva, no son buenas. Denunció que los alojamientos en su mayoría están “vacíos”. “En muchos años no se había dado un nivel de ocupación del cero por ciento”, expuso.  

De esta forma, indicó que los empresarios del turismo rural demandan a las administraciones públicas una apuesta por la promoción, con campañas potentes, para atraer visitantes, así como las ayudas prometidas para dar liquidez al sector, en un momento en el que a las más previsiones, se unen el cobro los impuestos que se habían aplazado.  

Esta situación se produce después de que la actividad cayera enormemente desde el 15 de septiembre, con la vuelta al colegio de los niños y el final de las vacaciones de verano. Sin embargo, el presidente de ‘Valladolid Rural’ señaló que en otras ocasiones recibían reservas o tenían apalabrado algunos fines de semana y los principales puentes, por lo que era un periodo de transición.  

Además, Luis Chico explicó que este verano “no ha estado mal” en cuanto a las pernoctaciones, pero señaló que los viajeros se redujeron, de forma que quienes visitaron la Comunidad y optaron por una casa rural se quedaron más días, pero sin salir por la zona. Esto provocó, dijo, por un lado un mayor gasto de mantenimiento de los alojamientos y, por otro, que se perdiera el efecto dinamizador sobre el entorno.

Por ello, reclamó a las administraciones un impulso para el sector del turismo rural, más allá de las previsiones de los ‘gurús’ que anunciaban una época dorada para los destinos de interior. En su opinión, uno de los elementos clave para sortear esta situación sería el impulso de un mercado propio en Castilla y León.