El exvicario de la diocesis de Zamora, Antonio Martín de Lera Ical
El exvicario de Zamora recurre en el Vaticano su cese como párroco: "Es abuso de poder del obispo"
Antonio Martín de Lera había renunciado a su puesto como mano derecha del obispo de Zamora "por desacuerdos en el proceder" de Fernando Varela.
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El exvicario general de la diócesis de Zamora Antonio Martín de Lera, ha presentado un recurso ante el Vaticano tras ser cesado de manera repentina como párroco de la iglesia de Lourdes en Zamora y de las parroquias de Moralina, Villadepera y Villardiegua en Sayago.
Según comunicó él mismo a los fieles, el domingo pasado al final de su última homilía, se trata de "una decisión personal" del obispo de Zamora, Fernando Valera, "sin justificación".
El sacerdote explicó ante los fieles que su cese era "una represalia" tras su dimisión como vicario el pasado mes de mayo, en desacuerdo con la gestión de Valera. Aquel domingo, Martín de Lera aseguró en dichas parroquias que abandonaba "con tristeza y con pesar, en contra de mi voluntad".
Fuentes cercanas al exvicario aseguran a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León que Antonio Martín de Lera avisó previamente al obispo de que comunicaría esta información a los feligreses. En ese contexto, el religioso explicó que nunca recibió "razones ni motivos" para su destitución.
Martín de Lera ya había presentado dos recursos internos en la diócesis de Zamora previos a su reclamación en la Santa Sede, pero ambos fueron ratificados, lo que le llevó a acudir a "la más alta instancia que tenemos en estos casos", según detallan estas mismas fuentes.
Dichos recursos se presentan a través del obispo, por lo que Fernando Valera estaba al tanto de su decisión. Y en dicha reclamación al Vaticano, Martín de Lera incluye que el obispo de Zamora estaba cometiendo un "abuso de poder", por apartarlo de esta parroquia de la capital zamorana y de las sayaguesas.
Una relación deteriorada
Todo este asunto se remonta, según ha podido saber este medio, a un deterioro progresivo entre la relación del exvicario con el propio obispo Varela. Todo pese a que Martín de Lera había renunciado a su puesto como director de Cáritas Diocesana de Castilla y León, por asumir dicho cargo orgánico en la diócesis de Zamora.
Martín de Lera pasó de ser su hombre de máxima confianza, acorde al cargo de vicario general, a presentar su renuncia "por no estar de acuerdo con el proceder" de Fernando Valera en diversos asuntos relacionados con la diócesis de Zamora.
"El obispo había perdido la confianza en él y viceversa", relatan estas fuentes. Un deterioro en el que vinculan al ecónomo de la diócesis, José Manuel Chillón, al que se considera como la "verdadera" mano derecha de Valera.
Fue en el momento en el que "la relación se hace insostenible" entre ambos, que llegan al acuerdo de que Martín de Lera presente su renuncia formal como vicario general, pero continúa su labor pastoral en la Iglesia de Lourdes (Zamora) y Sayago. Cabe recordar que este sería el cuarto vicario que pasa por la diócesis de Zamora desde la llegada de Fernando Varela a la provincia.
Cuando las aguas parecían calmadas, Varela le comunica a Martín de Lera que iba a ser retirado de dichas parroquias, a lo que el exvicario pidió explicaciones al obispo de Zamora. "Pero nunca se las dieron", detallan testimonios cercanos.
Respuesta oficial de la diócesis
Este periódico se ha puesto en contacto con la diócesis de Zamora, y su administración subraya que la decisión de trasladar a Antonio Martín de Lera "se hace dentro del seno del consejo de gobierno, con muchas personas que deciden a su alrededor".
Por lo que aclaran que "no es una decisión discrecional o personal del obispo, sino comunitaria, en base a las necesidades de la propia diócesis y de las parroquias".
En este caso, subrayan que Martín de Lera no fue en ningún caso "removido" de las parroquias de Lourdes y Sayago, sino "trasladado" a las parroquias de la zona de Villalpando, porque así lo decidió el consejo de gobierno de la diócesis zamorana.
Además, desde la diócesis recuerdan que todos los párrocos "deben obediencia" al obispo de Zamora, así como a la diócesis en sus posibles traslados o cometidos.
Según explican, la diócesis funciona "como una administración pública" y todas las decisiones económicas o de gestión se someten a las decisiones de dicho órgano oficial.
En este sentido, insisten en que ni el obispo ni el ecónomo tienen "posibilidades de decisión individual", y que todos los cambios se realizan colectivamente con el asesoramiento de este consejo.
Ahora solo queda esperar a que el Vaticano resuelva dicha reclamación. Un proceso de derecho canónico que "puede tardar meses" dependiendo del análisis que haga la Santa Sede.