Manifestación vecinal en Olleros de Tera en apoyo a Álvaro

Manifestación vecinal en Olleros de Tera en apoyo a Álvaro

Zamora

Álvaro, el hostelero zamorano que se cansó de que robaran en su bar: "Nos obligan a defendernos"

Hasta tres veces había sufrido asaltos en su negocio, coincidiendo con la llegada de una pareja a la pequeña localidad de Olleros de Tera, con 125 vecinos.

Más información: Olleros de Tera alza la voz para pedir la libertad de Álvaro tras apuñalar al asaltante de su bar: "Las leyes están mal hechas"

Publicada
Actualizada

Eran las 13:42 horas cuando la sala de emergencias 112 de Castilla y León recibía la llamada. Un hombre había apuñalado a otro en el bar y albergue La Trucha de Olleros de Tera. Tres punzadas en total en el rostro y el abdomen, que lo llevan directo a la UCI del Hospital de León.

El atacante es Álvaro, un hostelero muy conocido en la zona porque da cobijo y buena comida a los peregrinos que siguen la ruta del Camino Mozárabe - Vía de la Plata a su paso por la comarca de Benavente y los Valles. Son famosos sus pinchos, que con mimo y esmero prepara a diario para sus vecinos y para aquellos que se hospedan en su albergue.

Solo hay que dar un paseo por las redes sociales del albergue y sus reseñas en Google para comprobar los agradecimientos que decenas de peregrinos han dejado en su libro de visitas en estos años. Hablan de cenas abundantes, de sentirse como en casa. Muy amable y servicial. Todo buenas palabras para Álvaro.

Algo que se ha repetido en redes sociales por parte de sus vecinos una vez conocida su detención. "Gran persona y gran profesional", repiten varios usuarios de Camarzana de Tera o Calzadilla de Tera, municipios cercanos al lugar de los hechos. "Todas las personas que le conocemos estamos aquí para apoyarle", insiste otro.

La alcaldesa del municipio al que pertenece Olleros de Tera, Calzadilla, Julia Fernández, asegura en declaraciones a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León que "no es una persona agresiva ni que tuviera ningún problema, simplemente se ha defendido".

Esa es la clave del asunto. Porque del otro lado de esta historia está la víctima, ese hombre que se encuentra muy grave en la UCI, pero que es un dolor de cabeza constante para los vecinos de Olleros desde que llegara con su pareja, ambos de nacionalidad española, a la localidad.

La alcaldesa de Calzadilla de Tera explica que el herido había alquilado una vivienda en el pueblo hacía solo dos meses. Y en ese tiempo se habían sucedido los robos en fincas y huertos de la zona, con ellos como tristes protagonistas.

Los hurtos e intentos de asaltos a viviendas y al propio bar de Álvaro eran "una queja habitual", según Julia Fernández. Desconoce si se habían interpuesto denuncias previas, pero ella, como regidora, sí había solicitado a la Guardia Civil que aumentara la vigilancia en la localidad.

"Se vio abocado a ello"

El nivel de tensión era palpable, así como el malestar de los vecinos. "Se veía venir", asegura la alcaldesa, aunque confiesa que nunca pensó que el asunto terminara en un suceso de este calibre.

Pero según apunta, Álvaro había sufrido ya otros tres intentos de robo por parte de esta pareja y de otras personas que vivían también en esa casa alquilada. Así que, harto de la situación, el hostelero se defendió de un nuevo intento de robo el pasado lunes.

Así lo explica uno de sus vecinos, Manuel Ceballos, quien considera que después de tres intentos de robo "se vio abocado a ello". Manuel denuncia también que "no se está dando solución" a esta oleada de robos "y al final ocurren estas cosas por desgracia".

Y es que como ha relatado el concejal de Olleros, Ricardo Arroyo, "todos" en el pueblo sabían quienes eran los responsables de esta oleada de robos, que tenía a esta pequeña localidad de 125 habitantes en tensión constante.

"Incluso alguna vez les hemos pillado. Eso sí, sin grabación alguna que pueda usarse como prueba para denunciarlos. Cuando alguien te está robando lo último que piensas es grabarle y ver cómo te roba", critica el concejal.

Homicidio en grado de tentativa

Por eso, Álvaro se tomó la justicia por su mano. Algo que puede costarle enfrentarse a cargos de homicidio en grado de tentativa, según ha desvelado el subdelegado del Gobierno, Ángel Blanco.

La investigación está ahora en manos de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Zamora y el hostelero ha entrado en prisión provisional en el Topas (Salamanca) este mismo miércoles.

Blanco ha explicado que para procesar a Álvaro, es fundamental el informe clínico que ha emitido el Hospital de León, determinando la gravedad de las heridas del atacado. Ha sido precisamente ese documento en el que el juez se ha apoyado para enviar a la cárcel al hostelero.

Y será ese dato lo que separe a Álvaro de un delito de lesiones o de enfrentarse a un juicio por homicidio en grado de tentativa.

El hostelero fue detenido tras los hechos, donde la Guardia Civil también requisó el arma blanca utilizada para cometer la agresión en el propio bar.

Una detención que ha hecho que los vecinos del pueblo y de los municipios cercanos se hayan puesto en marcha para apoyar a Álvaro. Tanto es así, que ayer convocaron una manifestación para mostrar su respaldo al hostelero en la plaza de la localidad.

La convocatoria corrió como la pólvora por las redes sociales, donde vecinos piden estar "unidos y apoyarle en todo lo que podamos". Ninguno olvida que Álvaro se lanzó a las llamas hace tres años, cuando el incendio de la Sierra de la Culebra arrasaba su territorio.

Imagen de la concentración en Olleros de Tera para pedir la libertad de Álvaro, detenido por apuñalar a su asaltante

Imagen de la concentración en Olleros de Tera para pedir la libertad de Álvaro, detenido por apuñalar a su asaltante

"Fue uno de los que se quedó con el tractor arando, haciendo cortafuegos para que no llegase el fuego a las casas", recordaba ayer en la concentración Ricardo Arroyo.

Otros justifican la acción de Álvaro "nos obligan a defendernos y tomar la justicia por nuestra mano", ante la situación de inseguridad e indefensión que sienten desde que esta pareja alquiló una vivienda en el pueblo.

Por eso esta concentración también sirve para "manifestar nuestra máxima indignación y desacuerdo con el tipo de gente a la que se están alquilando algunas viviendas del pueblo", apunta otra vecina. Y es que están seguros de que esta vez fue Álvaro, pero "podía habernos pasado a cualquiera de nosotros".