"Ponen en riesgo la vida de los animales": veterinarios de Zamora contra el decreto de uso de medicamentos

Esta mañana, una veintena de veterinarios de Zamora se han concentrado frente a la Subdelegación del Gobierno en Zamora para manifestarse contra el Real Decreto 666/2023, que regula el uso de medicamentos veterinarios.

Esta manifestación se ha enmarcado dentro de una convocatoria nacional que ha movilizado a veterinarios de todo el país en defensa de su autonomía profesional y en protesta por lo que consideran una excesiva carga burocrática y sanciones desproporcionadas.

Según ha explicado la presidenta del Colegio de Veterinarios de Zamora, Elena Laguno, uno de los principales motivos de la protesta ha sido que el decreto se ha elaborado sin consultar a los profesionales veterinarios. "Nuestra protesta ha empezado primero porque este real decreto se ha realizado sin contar con nuestra presencia", ha afirmado.

Laguno ha señalado que desde el Colegio de Veterinarios de España se han presentado alegaciones al borrador del decreto, pero "no nos han hecho caso", ha lamentado la presidenta.

Presvet y la gestión de datos

Uno de los puntos más controvertidos del decreto ha sido la obligación, desde enero de 2025, de que los veterinarios clínicos que atienden a pequeños animales vuelquen todos los datos de los antibióticos recetados en la plataforma estatal Presvet.

Según Elena Laguno, esta plataforma no está adaptada para la casuística de los pequeños animales, que incluye especies como canarios, conejos, hurones, cobayas e iguanas, además de perros y gatos.

"Un fallo de un veterinario era una falta leve, con una sanción que, en función de la ley 8/2003, podía llegar hasta los 1.200.000 euros", ha explicado, aunque ha reconocido que tras las protestas se han rebajado las sanciones.

Restricciones en la prescripción de antibióticos

Aunque la mayor polémica reside en las restricciones impuestas por el decreto en cuanto a la prescripción de antibióticos, que obliga a los veterinarios a seguir un protocolo que limita el uso de ciertos fármacos hasta agotar otras alternativas.

Según la presidenta del Colegio de Veterinarios de Zamora esto podría haber puesto en riesgo la vida de los animales, ya que algunos tratamientos, como los cultivos, pueden tardar hasta 15 días en ofrecer resultados. "Un antibiógrama tarda una semana o 15 días, con lo cual el animal puede haber fallecido", ha alertado.

Además, han denunciado la falta de disponibilidad de medicamentos, especialmente los incluidos en la escala D, que es la primera opción de tratamiento según el decreto. "Nos hemos encontrado con que cuando prescribimos un antibiótico, el tutor del animal va a la farmacia y no hay stock", ha indicado.

Elena Laguno también ha criticado que algunos medicamentos se venden en formatos inadecuados para pequeños animales, como la doxicilina, que se distribuye en cajas de 100 comprimidos cuando el tratamiento solo requiere 14.

Impacto en la salud pública

Laguno ha defendido el papel de los veterinarios en la salud pública y ha subrayado que su labor va más allá de curar a los animales, ya que contribuyen a prevenir la transmisión de patógenos a los humanos. "Nosotros intervenimos en una salud pública", ha señalado, al tiempo que ha denunciado el IVA del 21% que se aplica a los tratamientos veterinarios, pese a que "velamos por la salud pública".

En su intervención, Laguno también ha hecho un llamamiento a los políticos para que escuchen a los veterinarios, señalando que la sociedad valora su trabajo, pero los responsables políticos no. "La sociedad al menos nos considera, son los políticos los que no", ha sentenciado.

La manifestación de hoy se ha unido a otras movilizaciones convocadas en todo el país por la Organización Colegial Veterinaria y distintos sindicatos y asociaciones del sector, que han creado un comité de crisis para abordar los problemas derivados del Real Decreto 666/2023.

Los veterinarios han pedido que se modifique la normativa para adaptarla a la realidad de su profesión y garantizar una mejor gestión de los tratamientos antibacterianos, tanto en pequeños como en grandes animales.

Laguno ha concluido su intervención señalando que los veterinarios están comprometidos con la lucha contra las resistencias antibacterianas, pero que las medidas actuales coartan su criterio científico.

"Somos los primeros interesados en que no haya resistencias antibacterianas", ha afirmado, reclamando que se valore su labor como sanitarios y se les permita ejercer su profesión de manera efectiva y sin trabas burocráticas.