El XI Festival de la Máscara ha reunido este sábado en Zamora a cerca de 450 integrantes de 32 mascaradas procedentes de España y Portugal, en un concurrido desfile que ha logrado atraer la curiosidad de miles de zamoranos. Diversión, tradición, música, emoción y muchos sustos al paso de los caretos, en Portugal, o las máscaras en España.

La comitiva, que partió de La Marina, recorrió, Santa Ana, la calle de Sagasta, la plaza Mayor y termió, tras cerca de dos horas de recorrido, en la plaza de Viriato. En esta plaza se instaló una gran pantalla donde se proyectó un documental sobre las máscaras y la Sierra de la Culebra, que fue aplaudido y llevó mucho emoción a los presentes.

El vicepresidente segundo de la Diputación de Zamora y diputado provincial de Educación, Cultura, Turismo, Deporte y Promoción del Territorio, Jesús María Prada, mostró su "satisfacción" por el desarrollo del evento y, además, recordó que "este año se ha batido el récord de participantes".

"Es muy emotivo, muy singular, espectacular, en el que muchas mascaradas de la provincia se acercan por la Sierra de la Culebra, con imágenes de dron y música de Luis Antonio Pedraza», ha señalado Prada Saavedra, respecto al vídeo que se proyectó en la plaza de Viriato.

Después del desfile, todos los participantes acudieron a la Fundación Rei Afonso Henriques para disfrutar de una cena fría. "No solo es el desfile, sino también poner en comunicación a muchos grupos que hace tiempo que no se ven", ha apuntado el diputado provincial, quien agradeció "el esfuerzo de todas las asociaciones y mascaradas".

Los participantes

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Las doce mascaradas de Portugal que participarán en el desfile son Caretos de Ousilhão, Caretos de Grijó de Parada; Diablo, Morte e Censura de Bragança, Caretos de Baçal, Caretos de Vargue, Caretos de Salsas y Caretos de Santo Estevao (Bragança) y Velho Chocalheiro de Vale de Porco, Chocalheiro de Bemposta, Velhos de Bruço, Caretos de Valverde y Farándulo de To, de Mogadouro.

Por lo que se refiere a España, acudirán Los Sidros y Comedies de Valdesoto (Asturias), Los Jurrus y Castrones de Alija del Infantado (León), Las Jarramplas de Piornal (Cáceres), El Fulión y los Boteiros de Viana de Bolo (Orense), La Vaquilla de San Sebastián de Fresnadillas de la Oliva (Madrid) y, por primera vez, Los Mazcaraos de Rozaes, de Villaviciosa (Asturias), y El Capuchón y el Cigarrón, de Verín (Orense).

En cuanto a la provincia de Zamora, participaran El Zangarrón de Santoles, Los Carnavales de Villanueva de Valrojo, El Atenazador, de San Vicente de la Cabeza, El Zangarrón de Montamarta, El Pajarico y el Caballico, de Villarino Tras la Sierra; El carnaval del Toro, de Morales de Valverde; La Obisparra, de Pobladura de Aliste; las Danzas del Paloteo, de Tábara; Los Cencerrones, de Abejera; El Tafarrón y la Madama, de Pozuelo de Tábara; La Talanqueira, de San Martín de Castañeda; La Vaca Bayona, de Almeida de Sayago, y Los Cencerros y la Vaquilla, de Palacios del Pan.

Las mascaradas de invierno, que se celebran en su propio medio, los pueblos, constituyen uno de esos raros y afortunados ejemplos de supervivencia cultural que aún pueden rastrearse por nuestra península ibérica. Algunos de esos lugares se concentran en la provincia de Zamora, donde entre los meses de diciembre y enero tienen lugar una serie de tradiciones festivas cuyo origen y simbología se remonta al pasado. Todas coinciden con el solsticio de invierno y se prolongan a veces con las celebraciones de antruejo en los carnavales. Personajes ataviados con extravagantes indumentarias, protagonizan las celebraciones de distintos pueblos zamoranos. Y portugueses, porque el diablo y los espíritus están acá y al otro lado de la raya, ay!