Soldados de la 4ª compañía del I Batallón del regimiento África 68

Soldados de la 4ª compañía del I Batallón del regimiento África 68

Zamora

Un centenar de zamoranos masacrados en Marruecos en el desastre de Annual: así fue su historia

Jóvenes de 19 a 21 años, curtidos en el campo, pero para nada preparados militarmente para una agresiva y sorpresiva revuelta de los rebeldes del Rif

10 noviembre, 2021 07:00

Año 1912. Francia y España firman un acuerdo para extender un protectorado español en Marruecos. Una administración del territorio por parte de España para llevar la autoridad del Sultanato de Marruecos a las regiones del Rif y Yebala (frontera con Ceuta y Melilla) y a la actual provincia marroquí de Tarfaya. El objetivo de este movimiento político y militar no era otro que "pacificar" estos territorios y controlar el desgobierno total bajo el mando del sultán. Pero lo que debía ser una ocupación pacífica y con negociaciones políticas de por medio, acabó derivando en la guerra del Rif y cuyo peor golpe de pérdidas humanas vino en el desastre de Annual.

Muchos fueron los factores que desencaderaron la pérdida de más de 8.000 vidas de jóvenes militares españoles, masacrados por rebeldes rifeños comandados por Abd el-Krim. Y entre ellos, más de un centenar de zamoranos. Por aquellos años, España estaba sumida en su propia crisis económica, con lo que los medios militares "quizás no fueron los más indicados". Así lo relata Santiago Luis Domínguez uno de los miembros fundadores de la Asociación de Estudios Melillenses y cuyo trabajo de recopilación y estudio ha puesto nombre a 7.600 de esos jóvenes muertos en combate, de los cuales 94 son originarios de la provincia de Zamora. Este estudioso recuerda también que, hasta el momento de Annual, la pacificación de Marruecos apenas había tenido resistencia. Se llegaba al diálogo, había reuniones políticas y, a excepción de los rifereños, "que siempre se habían considerado un pueblo libre y no sometidos a ninguna autoridad", la situación era más o menos calmada.

A la falta de medios y una situación de supuesta calma, se sumaría un ejercito español formado fundamentalmente por jóvenes de entre 19 a 21 años que llegaban a la zona "obligados" por estar cumpliendo el servicio militar de tres años. Un ejercito regular, que recibía una formación militar básica, pero que no estaba realmente preparado para el combate. Y pese a ser "hombres recios, acostumbrados a pasar penurias y trabajar duramente en el campo", las condiciones climatológicas y orográficas de Marruecos y el desconocimiento de las tácticas de combate dejaron casi sin opciones a miles de jóvenes españoles. Ni el acompañamiento de otros 2.500 rifeños leales al Gobierno de España, que formaron las llamadas unidades indígenas y el Tercio Extranjero (actual Legión Española), que sí estaban instruidos en la batalla, pudieron sofocar el ataque frontal y sorpresivo acometido por los rebeldes del Rif, que del 22 de julio y el 9 de agosto de 1921 diezmaron a más de 12.000 personas.

Ponerle nombre a rostros anónimos

Santiago Luis Domínguez lleva toda su vida estudiando la historia de las campañas de Marruecos. Datos, fechas y fotografías, muchas fotografías. Este estudioso recuerda a la perfección cuál fue la instantánea que hizo saltar la chispa de su objetivo de poner nombre a esos miles y miles de españoles que perdieron la vida en Annual. Se trata de una fotografía donde aparecen los hombres de la 4ª compañía del I Batallón del regimiento África 68, soldados españoles de los cuales no sabía nada. Santiago Luis Domínguez explica que, además, tuvo la oportunidad de ver esta imagen en alta calidad "y observar de cerca las caras de esos soldados".

Ver esos rostros le removió por dentro e inició su propia búsqueda de registros para dar luz a esos nombres. Santiago Luis Domínguez ha tenido acceso a multitud de archivos militares y, sobre todo, listas parciales de esa contienda. Documentaciones que se crearon para poder dar de baja en los diferentes registros oficiales a los fallecidos, y gracias a los cuales conocemos parte de sus nombres. Una ardua tarea que comparte con otros compañeros de la Asociación de Estudios Melillenses y que realiza con gusto porque siente "que les debemos eso tras haber caído en esa fatal desdicha". 

Unos estudios que compartió el pasado 28 de octubre en una conferencia en el Archivo Provincial de Zamora, y donde pudo poner nombre a otro zamorano, el capellán José Matellán del Valle. Un religioso militar también destinado a Marruecos y que un familiar suyo quiso compartir su historia con el estudioso melillense.