El pasado sábado la Junta de Castilla y León anunciaba los nuevos municipios de la Comunidad que en los que pasaban a tomarse medidas "excepcionalísimas", por su alta incidencia de contagios de coronavirus. Unas medidas que se toman cuando la incidencia acumulada en los últimos siete días es igual o superior a 1.500 casos por cada 100.000 habitantes, si el número de casos igual o mayor a diez en los últimos catorce días y la relación entre incidencia acumulada a 7 ó 14 días igual o mayor a 0,45, con la finalidad de contener la transmisión comunitaria.

Y esto es lo que ha ocurrido con la pequeña localidad de Arcos de la Polvorosa. Con 229, el municipio zamorano ha sufrido una brutal subida de sus contagios, que ha puesto su incidencia en 4.147 en los últimos 14 días y en 2.764 en la última semana. Cifras más que alarmantes pero que el propio alcalde de la localidad, Roberto Rodríguez ha explicado a Noticiascyl Zamora. Al parecer, los contagios de coronavirus que han hecho estallar la incidencia en el pequeño pueblo zamorano responde a positivos en dos núcleos familiares no relacionados entre ellos. "No se trata de un brote, ni nada parecido, se han contagiado dos familias y ha coincidido al mismo tiempo", detalla el edil. 

En la actualidad Arcos de la Polvorosa tiene ocho casos activos y otros siete se contabilizan esta semana. Pero Roberto Rodríguez confía en que una vez se vaya dando el alta a estos vecinos, la incidencia del municipio baje y se quede prácticamente a cero. De hecho, aunque habla con precaución del próximo cribado masivo que la Junta va a efectuar a estos 229 vecinos, confía en que no salgan demasiados positivos, aunque "sería bueno si se detectan asintomáticos que puedan estar contagiando".

¿Cómo es la vida ahora en Arcos de la Polvorosa?

El alcalde del municipio explica que la vida diaria en la localidad "no ha cambiado demasiado". El pueblo tiene un comercio, una farmacia y una panadería. Negocios de primera necesidad que no van a tener que modificar sus horarios según la normativa. Sobre los bares, Roberto Rodríguez explica que hay hasta tres, pero que durante el cierre del interior de los locales, "todos decidieron cerrar y no mantener solo las terrazas, porque no les compensaba".

En una localidad muy envejecida, los vecinos se cuidan "mucho" de salir solo a lo necesario y ocuparse de las tareas diarias. Mientras, los contagiados cumplen su cuarentena, a la espera de que el Sacyl pueda darles el alta cuando sea pertinente. Por lo tanto, la vida en Arcos no ha quedado demasiado "trastornada", y desde el Ayuntamiento solo esperan "que pase pronto y podamos quedarnos a cero casos".