Si hay un dulce característico de la Semana Santa de Zamora es la aceitada, redondas, consistentes y aceitosas delicias completamente irresistibles. Este dulce típico artesano se elabora en varios obradores de la capital, y su aroma envuelve el casco antiguo y enamora el olfato de quienes visitan Zamora estos días.

Se trata de un dulce muy particular ya que se elaboran exclusivamente con aceite, de ahí el origen de su nombre. La tradición dicta que no tienen que llevar ni mantequilla, ni manteca, u otros productos de origen animal, para cumplir con el precepto cuaresmal.

Su textura es compacta y su color tostado, debido al baño al huevo. Sus ingredientes son: aceite, harina, azúcar, huevos enteros, yemas, esencia de anís y una copita también de anís para aromatizarlas. Son de alto contenido graso y aporte calórico también alto.

Un perfecto aperitivo para recuperar fuerzas después de las procesiones nocturnas, cuando el cansancio y el frío han gobernado nuestro cuerpo. Un bocado dulce y muy apropiado para estos días.

Receta

Ingredientes:

- 1 litro de aceite de oliva (Sugerencia: suave, 0,4 grados)

- 1 kg de harina de trigo 

- 1 kg de azúcar o panela

- 2 huevos 

- 5 yemas de huevo 

- 1 cucharada de semillas/esencia de anís

- 1/4 de taza de licor anís 



Elaboración:

Precalentar el horno a 180°C.

En un bol grande, batir los huevos y las yemas con la panela o azúcar moreno hasta que esté bien combinado.

Añadir el aceite, las semillas/esencia de anís y el anís, mezclar bien.

Añadir poco a poco la harina y la pizca de sal marina, mezclando hasta que se forme una masa uniforme.

Formar bolitas del tamaño de una nuez y colocarlas en una bandeja de horno forrada con papel pergamino.

Con un tenedor, aplastar suavemente cada bolita para formar una cruz en la parte superior.

Pintar las aceitadas con clara de huevo.

Hornear durante 15-20 minutos, hasta que estén doradas.

Dejar enfriar antes de servir.