Desfile procesional de la Cofradía de Jesús Nazareno Vulgo Congregación

Desfile procesional de la Cofradía de Jesús Nazareno Vulgo Congregación JL. Leal Ical

Zamora

¿Por qué es tan famosa la Semana Santa de Zamora?

La Semana Santa de Zamora no se puede explicar. Hay que vivirla

1 abril, 2023 07:00

Zamora vive desde hoy el momento mágico del año. La capital del Duero entra en la Semana de Pasión, cuyas raíces se remontan al siglo XIII, y desde entonces ha conservado intacta la austeridad, la oración y el silencio.

Un halo de misticismo y sentimiento recorre las calles con más historia de la ciudad, sus piedras contemplan el paso del tiempo a la luz de los faroles y las velas, y el trasiego de miles de cofrades y hermanos impregna de fe cada paso. La Semana Santa de Zamora traspasa fronteras, la ciudad se convierte en centro de peregrinación y quintuplica su población, a pesar de lo cual el silencio lo inunda todo.

La Semana Santa de Zamora goza desde 1986 del reconocimiento de Interés Turístico Internacional, lo que la convierte aún más atractiva para visitantes de todo el mundo. El acontecimiento religioso se mezcla con la vertiente cultural y social, y así caminan de la mano fe y tradición, encuentro y fervor, arte y devoción. Destaca la puesta en escena de los desfiles procesionales así como la calidad de los pasos y las tallas, obra de ilustres y prolíficos imagineros como Mariano Benlliure y Ramón Álvarez, entre otros.

Unas magníficas tallas que este año no lucirán como habitualmente en el Museo de Semana Santa, recientemente derruido para su nueva construcción a lo largo de los próximos tres años. Como alternativa a esta obra, la Junta Pro-Semana Santa y el Ayuntamiento de Zamora ha instalado una carpa temporal de 450 metros cuadrados en la plaza de Claudio Moyano. Allí descansarán buena parte de los pasos de las 17 cofradías de la capital cuyos desfiles copan todo el interés de la Semana de Pasión.

Los días centrales de la Semana Santa zamorana concentran momentos memorables como el Juramento del Silencio o la austera procesión de las 'Capas Pardas', el Miércoles Santo; el canto del Miserere en la procesión de Jesús Yacente, en la noche del Jueves Santo, la madrugada del Viernes Santo de la Cofradía de Jesús Nazareno, la solemnidad del Santo Entierro en la tarde del Viernes Santo y la explosión de alegría y de flores del Domingo de Resurrección, entre muchos otros. Las hermandades penitenciales alfombran la noche con sus pies descalzos, y el canto gregoriano acude, a menudo, al clamor de los rezos. Es imposible resumir la impresionante riqueza de la Semana Santa de Zamora. Es todo emoción. Hay que vivirla.