Imagen del Casino de Boecillo en 1985

Imagen del Casino de Boecillo en 1985 Archivo Municipal

Valladolid

40 años del Casino de Boecillo: de encuentro de famosos a echar el cierre cancelando bodas unos meses antes

El 9 de septiembre de 1985 se estrenó este emblemático lugar que se convirtió en referente para la Comunidad. Hoy está cerrado y la sociedad se disolvió el pasado mes de abril y nadie contesta a las llamadas.

Más información: Una ruta de senderismo "muy singular" para conocer el entorno natural de Boecillo

Publicada

El 9 de septiembre de 1985, Boecillo se vistió de gala. Aquel día, en los jardines del Palacio de los Condes de Gamazo, se reunieron ministros, altos cargos y personalidades de la sociedad vallisoletana y española. Nadie se lo quiso perder. No había redes sociales, pero los años de las grandes revistas del corazón.

El general Manuel Gutiérrez Mellado (sí, el famoso exvicepresidente del Gobierno durante el 23F) o Gregorio Peces-Barba, entonces presidente de las Cortes, compartieron brindis bajo la atenta mirada de los vecinos, expectantes ante la llegada de un proyecto que prometía cambiar la vida de la zona.

Nacía así el Casino de Castilla y León, el primero de la comunidad y, según sus promotores, “el más bonito de España”. Quizás llevaban razón en aquella época.

El sueño había costado lo suyo: mil millones de las antiguas pesetas (6 millones de euros) invertidos en rehabilitar el viejo palacio decimonónico, levantado en honor a una de las figuras más ilustres de Boecillo, Don Germán Gamazo y Calvo (1840-1901), ministro durante el reinado de Alfonso XII.

Pero aquel esfuerzo mereció la pena. El edificio, rodeado de naturaleza, se transformó en una seña de identidad y lugar de encuentro para la sociedad.

Allí se desplazaban los aficionados de la provincia para jugar a la ruleta, al black jack, al póker y a las máquinas tragaperras.

Durante 30 años, el casino fue mucho más que un espacio de juego. Fue restaurante, salón de celebraciones, enclave de reuniones empresariales y sociales. Fue, en cierto modo, la excusa perfecta para que Boecillo apareciera en los mapas turísticos de España.

Al igual que a Villanubla se le conocía por el aeropuerto, a Matapozuelos por el zoo, a Boecillo era por ser la sede del único casino de Castilla y León.

Desde Valladolid, desde Madrid y desde otras provincias, llegaban visitantes atraídos por la novedad de un casino fuera de las grandes ciudades, en pleno corazón de la vieja Castilla.

“Bienvenidos a Casino Castilla-León, ubicado a tan sólo 10 minutos de Valladolid y a 90 minutos de Madrid”, reza la presentación de su página web en lo que ya era un claro mensaje a abrir otros nichos de mercado. Su web ahora está cerrada pero se puede consultar para uso histórico.

“Tenemos mesas de Ruleta Francesa, Ruleta Americana, Black-Jack, Póker Caribeño, Póker Texas Hold’em, con atractivos torneos semanales y sus novedosas Máquinas de Azar”, aseguraban.

Stand del Casino de Boecillo (Valladolid) en Intur en el año 2003

Stand del Casino de Boecillo (Valladolid) en Intur en el año 2003 ICAL

También disponía de parking gratuito vigilado para más de 500 vehículos con servicio de aparcacoches. Se intentaba rivalizar con los grandes casinos de aquella época como el de Torrelodones (Madrid), que fue el primer casino legal de la era moderna en España, o el de Marbella o Castellón. La intención fue ser el gran referente de la parte norte del mapa.

Y es que el proyecto respondía al espíritu de los años 80, es decir dinamizar la región con infraestructuras capaces de competir en oferta cultural y de ocio. Y lo logró.

El Casino de Boecillo no solo fue pionero en su tierra, sino también símbolo de un tiempo en el que la ilusión por el desarrollo parecía no tener límites. Como curiosidad, aquí se casó el 8 de octubre de 1988 el humorista Josema Yuste.

Un año después, el industrial soriano Emiliano Revilla, secuestrado por ETA, recibió en el Casino de Castilla y León el premio "Empresario del Año" que conceden los alumnos de la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales de la Universidad de Valladolid.

El traslado a Valladolid

Pero los años fueron pasando y llegaron los cambios. En 2015, justo en el 30 aniversario de su apertura, el casino emprendió una mudanza. Abandonó Boecillo para instalarse en el edificio de los antiguos cines Roxy, en el corazón de Valladolid. El traslado fue autorizado por la Junta con el argumento de acercar el negocio a la ciudad. Pero fue la puntilla para el germen.

En Boecillo, sin embargo, permaneció abierto el restaurante Palacio de los Condes de Gamazo, que siguió siendo un referente para bodas, comuniones y celebraciones familiares o empresariales. Un hilo que mantenía vivo el recuerdo de lo que había sido el gran casino.

El silencio actual

Ese hilo, sin embargo, también se ha roto. Desde el 31 de enero de este año, el restaurante permanece cerrado. De sus socios, la mayoría madrileños, nada más se supo.

 Las reservas se cancelaron, los eventos programados se disolvieron y el futuro del edificio es incierto. Varias parejas protestaron porque vieron canceladas reservas para eventos, sobre todo comuniones, programados como mínimo hasta seis meses vista. Eso sí, lo que se pagó por adelantado lo devolvieron.

Los socios aún no han decidido qué hacer. Lo cierto es que hoy las puertas del palacio están cerradas, y su silencio pesa como nunca. Hasta el punto de que como ha podido comprobar este medio, la sociedad Casino Castilla Leon SA se disolvió hace casi cinco meses, concretamente el 15 de abril, según publicó el BOE.

EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León se ha intentado poner en contacto con los propietarios, pero ha sido imposible. Nadie contesta a las llamadas del teléfono que aparece en su antigua web. José Luis Navarro Gonzalo fue su último presidente del consejo de Administración.

Han pasado 40 años desde aquella jornada de septiembre en la que Boecillo brilló con luz propia. Cuarenta años desde que el municipio se convirtió en epicentro de la vida social y turística de la Comunidad. Hoy, el Palacio de los Condes de Gamazo aguarda un futuro que nadie sabe qué pasará, pero que muchos desean recuperar.

El Casino de Boecillo sigue formando parte de la memoria de la provincia y de la Comunidad.