Jorge Caballero y Sergio Ayala, los policías municipales de Valladolid que han salvado la vida a un bebé de dos meses

Jorge Caballero y Sergio Ayala, los policías municipales de Valladolid que han salvado la vida a un bebé de dos meses

Valladolid

Dos policías convertidos en héroes tras salvar la vida a un bebé en Valladolid: "El destino quiso que estuviéramos allí"

Sergio Ayala y Jorge Caballero lograron reanimar a un recién nacido que dejó de respirar. "Escucharle llorar fue una algregía y una emoción tremenda", confiesan. 

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Sergio Ayala y Jorge Caballero son dos policías municipales de Valladolid que, sin esperarlo, de pronto se han convertido en auténticos ángeles de la guarda para una familia. 

Hace varios días, estos se encontraban en medio de una intervención que tenía como objetivo localizar un vehículo denunciado como robado. 

El reloj marcaba las 02:00 horas y ambos circulaban en coches policiales por la ciudad del Pisuerga cuando, de pronto, vieron a una mujer en un vehículo pidiendo auxilio y, tal y como ha confesado Sergio Ayala en declaraciones a este periódico, "en un estado de nerviosismo muy grande". 

"La encontramos en la parte trasera de un coche que paró justo a nuestra altura. Se movió apenas 100 metros, debió bajar de casa, montar en el turismo y justo nos vio", explica Ayala. 

Su bebé, prematuro y de tan solo dos meses de vida, había dejado de respirar. En ese mismo momento, los dos agentes se acercaron rápidamente para ayudarla y, al comprobar que el recién nacido "no respiraba y estaba amoratado, aunque con pulso", decidieron realizar una primera valoración y asistencia en el lugar de los hechos. 

Acto seguido, optaron por trasladar de urgencia al bebé, en los vehículos policiales y sin desprenderle de su progenitora, al Hospital Clínico de Valladolid, al tiempo que alertaban e informaban a sus compañeros por la emisora de su trayecto, para que estos fuesen cortando los cruces. Todo ello, con el fin de llegar lo antes posible al hospital. 

Una vez allí, rápidamente Jorge Caballero fue directo a llamar a los médicos, mientras Ayala cogió al bebé y le acercó corriendo a la planta de Pediatría, al tiempo que aprovechaba para realizarle "un pequeño masaje cardiopulmonar muy leve". 

El recién nacido no respondía a los estímulos. Sin embargo, de pronto, ya en el hospital, empezó a llorar. "Escucharle fue una algregía y una emoción tremenda, porque era un indicio evidente de que ya estaba respirando", confiesa Ayala. 

En cualquier caso, estos decidieron ponerle rápidamente en manos de los médicos y continuar con su labor. Si bien, a las dos horas, tanto Sergio como Jorge regresaron al hospital con el fin de comprobar su estado y también el de la madre. 

"Cuando volvimos, le estaban haciendo muchas pruebas y más tarde supimos que le dejaron ingresado en observación", recuerda Sergio. 

No obstante, el recién nacido ya estaba en las mejores manos y totalmente estabilizado. Tanto es así, que, aunque pasó una semana ingresado en el hospital, este ya se encuentra en casa con su progenitora. "Fue una suerte que el destino quisiera que estuviéramos en ese preciso momento y lugar", sostiene el policía municipal. 

Desde entonces, los agentes han vuelto a encontrarse con la madre, quien se ha mostrado "muy agradecida" con los dos policías. Agentes que, indudablemente, se han convertido en auténticos héroes.