Raúl Moro en el partido ante CA Osasuna.
Crucifixión sin resurrección
El Real Valladolid suma su sexta derrota consecutiva, la 12 en los últimos 13 partidos y la 24 de la temporada.
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Lo que están viviendo este año los seguidores del Real Valladolid es lo más parecido a una penitencia, con crucifixión incluida pero sin resurrección. Los de Pucela hacen aguas una vez más, a pesar de intentarlo en la segunda parte, y acabarán la jornada aún más colistas. Hasta el punto de que el Real Betis podrá dictar sentencia este jueves.
El CA Osasuna se llevó los tres puntos del José Zorrilla después de ganar 2-3 a los locales que, por lo menos, dignificaron la segunda mitad. Ahora bien, este partido supone la sexta derrota consecutiva, la 12 en los últimos 13 encuentros y la 24 de la temporada en un año de récords negativos para los pucelanos.
Máximo de derrotas en un año. Y subiendo. Máximo de número de goles encajados, con 76. Y subiendo. Y peor temporada de la historia del Real Valladolid en Primera División. Hasta ahora y con la papeleta ya difícil de remediar.
El dominio rojillo fue evidente desde los primeros compases del partido. Incluso Moncayola, que luego se retiró lesionado, cerca estuvo de meter el primer tanto en el minuto uno, como ya sucediese en el doloroso 0-4 ante el Getafe CF. Sin embargo, el balón finalmente no entraría a pesar de que el toque de Henrique Silva al centro del jugador navarro estuvo cerca de introducirlo en la portería.
Sin embargo, el gol visitante no haría de rogarse, ya que Ante Budimir, que está fulminando sus mejores datos esta temporada, anotaría el 0-1 tras un centro perfecto de Rubén García desde el costado izquierdo, a la espalda de Joseph Aidoo.
Los minutos continuaron pasando e incluso el CA Osasuna ampliaría su ventaja antes del descanso. Rubén García, que había asistido antes al delantero croata, remataría a placer en el área pequeña para poner el 0-2 en el marcador tras un centro de Jesús Areso en el que André Ferreira pudo hacer bastante más.
La jugada más clara para los locales sucedería en el minuto 40, con Raúl Moro, el mejor de los de Pucela durante todo el año, se marcharía de varios rivales hasta introducirse en el área, pasándosela a Juanmi Latasa que cedió atrás el balón a Chuki. El canterano remataría finalmente desde la frontal al medio y fácil para Sergio Herrera.
De esta manera, con un potencial 0-3 incluso antes del descanso tras quedarse Abel Bretones solo en el área, pero que tomó la peor de las decisiones, se llegaría al descanso, con ventaja para los visitantes.
Ya en la segunda parte, por fin, los de Pucela decidieron salir más decididos a, al menos, competir el encuentro. En el minuto 49, Raúl Moro ganaría la espalda al exblanquivioleta Enzo Boyomo, que nada pudo hacer en carrera contra el extremo catalán, para anotar su cuarto gol del año y el 1-2 en el marcador.
Los de CA Osasuna, no obstante, no perderían la cara al partido y en el 57, Pablo Ibáñez dejaría sentado a Juric tras un recorte y obligó a Ferreira a hacer una gran estirada para evitar el 1-3 en el electrónico.
Un 1-3 que llegaría justo después. En el propio córner que los visitantes sacaron tras la salvada de Ferreira, provocaron un penalti tras una chiquillada de Juanmi Latasa que pisó a Catena por detrás. Budimir marcaría su doblete particular y aumentaría la ventaja rojilla.
Menos 10 minutos después, Mamadou Sylla devolvería el penalti tras adelantarse muy bien a Herrando, que arrolló al atacante blanquivioleta. Una pena máxima que el delantero pucelano no fallaría, recortando la distancia y anotando su quinto gol del año.
Pero esto no sería suficiente, ya que el marcador no se movería más de aquí al final del partido, firmando una nueva derrota para los pucelanos, que con la victoria de la UD Las Palmas ante el Atleti, a falta de que juegue el Alavés, están ya a 16 puntos de la salvación.
Esta distancia hace que este jueves, 24 de abril, el descenso pueda ser una realidad ya matemática. Y es que si los de Álvaro Rubio no son capaces de puntuar en el Benito Villamarín, serán oficialmente equipo de Segunda División, independientemente de los resultados que se den en otros campos.
