
Alicia a la izquierda y Laura a la derecha en su negocio vallisoletano
Laura y Alicia, dos jóvenes emprendedoras felices tras abrir su negocio en Valladolid: "No tuvimos ningún miedo"
Las dos mujeres están contentas de abrir una tienda con un concepto diferente que el cliente aprecia.
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El emprendimiento y la creación de negocios son algo a destacar y de suma relevancia para cualquier ciudad del territorio nacional. También para Valladolid. Da ese sentimiento de pertenencia y dota al lugar en cuestión de algo suyo de lo que hay que estar sumamente orgullosos.
Laura Bragado Castañeda y Alicia Payo Turrión son dos jóvenes vallisoletanas que se lanzaron a la aventura allá por septiembre del pasado año para, con mucha ilusión y a base de trabajo, abrir su floristería que lleva el nombre de ‘Color Pomelo Estudio Floral’.
Laura tiene 27 años y nació en Valladolid y Alicia tiene 28 y lo hizo en Salamanca, aunque lleva toda la vida en la ciudad del Pisuerga.
EL ESPAÑOL de Castilla y León charla con ellas para conocer su historia. Están felices con la marcha del negocio y ofrecen el mejor servicio a todos los clientes que confían en ellas.
La vida de dos jóvenes
Laura asegura que se define como una joven “creativa, extrovertida y ambiciosa”. Que no para de pensar en cosas nuevas para hacer todo el rato. “Me aburre hacer siempre lo mismo y por eso disfruto de este trabajo en el que cada persona y encargo son diferentes”, afirma nuestra entrevistada.
Alicia, por su parte, es una mujer “entusiasta, amable” y se define como una persona “más analítica y resolutiva”, en lo que pasa por ser un complemento perfecto de la personalidad de la segunda, con respecto a la primera.
Ambas aseguran, en declaraciones a este periódico, haber tenido una “infancia feliz” que, a su vez, les hizo “ser siempre muy conscientes de la realidad” y de lo que cuesta sacar el día a día adelante.
“De pequeña no tenía ni idea de lo que quería ser de mayor. Es más, odiaba estudiar. Aunque me costó mucho, al final lo hice”, asegura Laura, mientras que Alicia apunta que “fue más estudiosa” y que “le hubiera gustado dedicarse a la docencia”, pero añade que “siempre le gustó el mundo empresarial”.
La vida les tenía preparado otro camino.
La apertura de su tienda de flores
“No había tenido más negocios. Cuando terminé de estudiar, como no encontraba mi sitio ni nada que me gustara, pensé en montar un negocio. Alicia quería también lanzarse a la aventura y nos formamos como floristas. Lo tuvimos claro y descubrimos un mundo que desconocíamos y que nos hizo replantearnos nuestro futuro”, explica Laura.

Alicia a la izquierda y Laura a la derecha en su tienda
Tardaron unos meses en formarse, buscaron un local e hicieron obra para ponerlo a su gusto y abrir su floristería en septiembre de 2024 con “todo el apoyo de su familia y amigos” en algo “muy importante” para ellas.
Su negocio está ubicado en pleno centro de Valladolid, en la calle Zúñiga número 13 a espaldas de la Plaza Mayor en una tienda que cuenta con 35 metros cuadrados, un tamaño pequeño pero ideal para un estudio de este tipo en el que realizar diferentes actividades.
Laura es la única trabajadora, la que atiende diariamente la tienda, mientras que Alicia es la socia que colabora con talleres y eventos.
“Podríamos decir que es una floristería al uso, pero no lo es. Por ello el nombre de estudio floral. No solo vendemos flores. También, productos de decoración como jarrones, piezas de cerámica, macetas, y estamos abriéndonos camino en el mundo del “concept store” trayendo velas y láminas de diferentes ilustradores”, explican.
También hacen talleres y colaboran con artistas y otros negocios que aportan ese punto diferente al estudio. Además de hacer bodas y otros eventos.
Sin miedo a nada
Su especialidad es la originalidad en la decoración con flores y en dar una experiencia al cliente con diferentes talleres. Este lo aprecia y agradece que “haya nuevos enfoques en Valladolid”. Cuando el cliente vuelve a su negocio “es su mayor satisfacción”.

Laura y Alicia en su floristería de Valladolid
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“No tuvimos ningún miedo de emprender. Confiábamos en nosotras y en lo que íbamos a ofrecer a la ciudad. Alicia siempre dice que Valladolid está creciendo y que era el momento. Así que adelante. Hay que intentarlo siempre”, añade Laura.
Alicia apunta que quieren “asentarse, poco a poco” porque “no está todo hecho”. Por lo que apuestan por “seguir trabajando duro” para que la gente que llega al lugar lo haga “contenta” y hable de la experiencia a otros potenciales clientes.
“Como objetivo a medio y largo plazo, queremos que nuestra marca sea un referente para mucha gente a la hora de tener que contratar una decoración floral, contar con nosotras para un evento o, simplemente, pasar un buen rato”, finalizan nuestras protagonistas.