
Anselmo en su tienda y bar de San Pablo de la Moraleja
Un pequeño pueblo vallisoletano recupera su anhelada tienda 20 años después: también funciona como bar
Anselmo se puso al frente del negocio dentro de la iniciativa de la Diputación de Valladolid que lleva el nombre de ‘Comercio Rural Mínimo’ para que los vecinos no tengan que desplazarse en busca de productos básicos.
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San Pablo de la Moraleja pasa por ser un municipio de la provincia de Valladolid con mucha historia. Se ubica a unos 22 kilómetros al sur de Medina del Campo y a más de 70 de la capital, a unos 50 minutos si viajamos hasta el lugar en nuestro vehículo.
En la actualidad, y según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), cuenta con una población de 107 habitantes. Número que ha mantenido a lo largo de los últimos cinco años. De hecho, allá por 2019 contaba con 109, solo dos más.
El Ayuntamiento recurrió, hace unos meses, a la Diputación de Valladolid para entrar en el programa de ‘Comercio Rural Mínimo' y abrir un nuevo establecimiento, en forma de tienda que también ejerce como bar. También lo hizo Bobadilla del Campo.
Se trata de un programa que tiene, como objetivo principal, impulsar la innovación dentro del sector comercial rural para aumentar la competitividad de las empresas locales pequeñas en estas localidades pequeñas.
Contribuye también a la creación y mantenimiento de empleo, a mejorar los servicios a la comunidad y a los turistas, apoyando la fijación de población rural y promoviendo la comercialización de productos locales.
La institución provincial, desde 2017, ha apostado por intensificar el apoyo a estos proyectos a través de líneas de ayudas de 30.000 euros para ayuntamientos que cuenten con menos de 300 habitantes. Una ayuda que cubre hasta el 90% de los gastos de inversión en acondicionamiento de locales, con un máximo de 10.000 euros por proyecto.
“Desde hace 20 años no teníamos una tienda en el pueblo. Y gracias a este programa de la Diputación hemos conseguido abrir una que era muy anhelada por los vecinos del lugar”, asegura el alcalde de San Pablo de la Moraleja, Francisco Martín González, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.

Alimentación Valero en San Pablo de la Moraleja
Al frente de la tienda, que también ejerce de bar, está Anselmo Valero Valero. Un hombre nacido en el lugar pero que volvió al pueblo hace 8 años. Nos cuenta cómo ha cambiado su vida desde que el pasado 9 de agosto de 2024 abrió las puertas de su tienda y bar que lleva el nombre de Alimentación Valero.
Vuelta al pueblo para ponerse al frente de una tienda indispensable
“Me considero una persona agradable a la que le gusta hablar con los vecinos de su pueblo y que ha llevado una vida sencilla a largo de toda mi vida”, confiesa nuestro entrevistado que el próximo 26 de marzo cumplirá 60 años.
Nació en San Pablo de la Moraleja y volvió al lugar que le vio nacer hace ocho. Dicen que donde has sido feliz debes volver y eso es lo que ha hecho nuestro protagonista que está sumamente contento con su negocio que, además de tienda, es bar.
“Tengo mucha ilusión por mi negocio y por dar un servicio indispensable a mi pueblo. Adoro el lugar que me vio nacer y quiero servir a mis vecinos en todo lo que necesiten y que yo les pueda facilitar”, apunta.
Después de habilitar el local con esa ayuda de la Diputación de Valladolid, en verano del pasado año comenzó su aventura, y más de medio año después está encantado de haber tomado la decisión.

Anselmo en su negocio en San Pablo de la Moraleja
Una tienda con productos indispensables que también es un bar
“Siempre tuve la ilusión de contar con un negocio propio. Con sencillez, amabilidad y mucha humildad estudié y trabajé en otros lugares, pero cuando llegó la posibilidad de poder ponerme al frente de la tienda del pueblo no lo dude”, añade Anselmo.
Allí vende “comestibles” además de “fiambres” como pueden ser chorizos o salchichones además de leche y otros elementos lácteos, y también productos de limpieza. Hay de todo en la tienda de nuestro protagonista.
“Soy tendero, pero también camarero porque mi tienda funciona también como bar. Aquí, los vecinos pueden tomarse también un café, un refresco o una cerveza. Lo que quieran. Es un buen lugar de encuentro”, añade el que está al frente del negocio.
Se ubica en la Plaza Mayor y es un espacio coqueto con el que los vecinos están encantados.

Imagen de la tienda de Anselmo en San Pablo de la Moraleja
Jubilarse en su nuevo negocio
“Lo único que quiero ahora, después de la idea, de la ayuda de la Diputación en lo que, a la puesta en marcha del negocio, con albañilería y otras se refiere y después de abrir en agosto, es seguir con mi negocio muchos años más”, añade Anselmo.
Apunta además que los vecinos “están muy contentos” porque “después de 20 años han recuperado la tienda” que además es bar, y que “está funcionando a las mil maravillas”. Lo que es positivo para el pueblo y también para nuestro entrevistado.
“Me veo muy bien. Con ganas de trabajar y con mucha ilusión. Mi objetivo pasa por mantener el negocio hasta la jubilación con mucha e ilusión y contento de estar donde quiero estar”, finaliza.
Anselmo, un auténtico ejemplo de trabajo y de dar todo por los demás, que es feliz con su nueva tienda y bar en San Pablo de la Moraleja.