Unos jóvenes disfrutan de una terraza de Valladolid

Unos jóvenes disfrutan de una terraza de Valladolid Leticia Pérez ICAL

Valladolid

La hostelería de Valladolid recela de la nueva ley de alcohol y menores: "No entendemos esta criminalización del sector"

La asociación provincial censura alguna de las medidas implementadas dentro de la norma creada por el Ministerio de Sanidad, que ya ha iniciado su tramitación parlamentaria.

Más información: El Gobierno aprueba la ley de alcohol y menores: restringe la publicidad y prohíbe su consumo en centros educativos

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No acaba de convencer y encima la ven como un ataque directo al sector. La hostelería de Valladolid no ha recibido con muy buenos ojos la nueva ley de alcohol y menores del Ministerio de Sanidad, que busca prevenir el consumo del primero entre los segundos, aprobada en el Consejo de Ministros.

Aunque la cartera de Mónica García haya rebajado las restricciones que en un principio se concebían, algunas de ellas son interpretadas por el sector como, de alguna manera, un intento de culpabilizar a la hostelería del problema de alcoholismo entre los menores de edad.

"No entendemos esta criminalización del sector", reconoce la gerente de la Asociación Provincial de Hostelería de Valladolid, María José de la Calle, en declaraciones a EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León.

De esta manera, lo primero en lo que incide De la Calle es en que a la hora de hablar de la media de edad y consumo de alcohol, el "problema" hay que situarlo en los botellones. "El problema es con los supermercados", añade, en alusión a la venta de botellas de alta graduación, de una forma u otra.

La nueva ley recoge diferentes medidas para mitigar el consumo de alcohol entre los más jóvenes. Algunas con impacto directo en la hostelería. Además de la prohibición de vender bebidas alcóholicas a menores, que en Castilla y León ya estaba vigente, negará su consumo también a adultos en sitios con un contexto determinado.

El contexto, que exista una presencia mayoritaria de menores de edad en el lugar. De esta manera, los centros educativos, a excepción de universidades, sanitarios, sociosanitarios, deportivos o de ocio, en el caso de que haya algún evento dirigido en estos dos últimos a menores, tampoco estará permitida la venta de alcohol a mayores de edad.

"Un hostelero ni mucho menos vende alcohol a una persona de 12 años y sabemos que en los botellones hay personas de 12, 14, 15 y 16 años. Es ahí donde se inician", insiste.

Uno de los grandes damnificados pueden ser los bares de centros deportivos, como es el caso de los campos de fútbol, donde hay una presencia mayoritaria de menores por las competiciones de deporte base.

"En principio ya se contemplaba en Castilla y León. Pero si ahora ya esos establecimientos no se puede vender durante todo el tiempo, ni siquiera en los descansos, la consecuencia va a ser que muchos no van a tener esa concesión del bar", advierte De la Calle.

Otra de las medidas que implican a la hostelería es el tema de la publicidad en el mobiliario. De esta manera, los bares y restaurantes que se encuentren a menos de 150 metros de los centros educativos, sanitarios o donde la afluencia de menores sea mayoritaria, no podrán disponer de sillas, mesas o sombrillas que lleven la publicidad de cualquier marca productora de bebidas alcohólicas.

No obstante, la ley contempla la excepción del mobiliario ya existente, al que no le afectará. Sin embargo, si un hostelero tiene que cambiarlo, ya no podrá suscribir con las distribuidoras y marcas, cerveceras en su mayoría, la cesión del mobiliario y deberá afrontar él mismo el gasto para su adquisición.

"Están criminalizando a aquellas marcas que tienen unos grados de alcohol menores", apunta la gerente de la asociación, también en defensa de las cerveceras, para puntualizar que además dichas marcas cuentan con bebidas 0,0 en cualquier caso.

De la Calle reconoce que la actual ordenanza municipal no permite esta publicidad de marcas en la zona centro de Valladolid, "por una cuestión de estética", pero lamenta que se traslade esto también a "determinados establecimientos que por ejemplo nos podemos encontrar en la Rondilla porque haya dos o tres institutos".

"Es matar moscas a cañonazos cuando esto tendría que venir con píldoras formativas en los colegios de lo que es salir a divertirse", aclara con rotundidad, para avisar seguidamente de que los que más se van a ver afectados por esto son los "pequeños hosteleros de los barrios".

A fin de cuentas, el sector de la hostelería de Valladolid aboga por afrontar el problema desde la base, en vez de restringir, dado que ellos no tienen "ninguna culpabilidad de eso, ni se le puede poner en entredicho ni ser el foco de atención".

Precisamente, De la Calle recalca que dentro de los cursos de formación, hay uno que incide en el consumo responsable. "De tal manera que ellos (los hosteleros) saben que si una persona, incluso siendo mayor, se encuentra en determinadas condiciones lo que hacen es no darle alcohol", aclara.

Bajo este argumento, subraya, además de insistir que no se vende alcohol a menores, la hostelería no es la "causante del problema" y pone el foco en los botellones. "Donde hay un consumo siempre responsable es en la hostelería. Al que más le interesa es al hostelero", zanja.