Uno de los langostinos de Noray Seafood

Uno de los langostinos de Noray Seafood Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Valladolid

Los langostinos más deliciosos de España se crían lejos del mar, en la meseta vallisoletana: “Tienen una textura y un sabor inconfundibles”

Una compañía en crecimiento cuenta con una planta con 41 empleados en un conocido municipio pucelano

11 mayo, 2024 07:00

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Parece increíble, pero es cierto y podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que no es necesario ir a las zonas costeras, con mar, para pescar los mejores langostinos. Esta es una idea que se ha encargado de fortalecer la empresa Noray Seafood que suma 16 años criando langostinos en plena meseta castellana.

El lugar en el que predominan los amplios campos de cereal, los rebaños de ovejas y demás es un lugar perfecto para que crezcan estas delicias con las que muchos se deleitan, sobre todo en Navidad. Aquí, dentro de la provincia de Valladolid en general, y en Medina del Campo en particular, Noray cría 50 toneladas de langostinos al año en unas cantidades que pueden llegar a duplicarse en función de la demanda del mercado.

En unas instalaciones que cuentan con 7.000 metros cuadrados y 24 tanques que reproducen, a la perfección, las condiciones de temperatura, nutrientes o salinidad que los langostinos precisan para crecer. En tan solo 3 o 4 meses estos crustáceos llegan a nuestro paladar con su mejor sabor.

Noray Seafood puso en marcha su proyecto, a nivel global, en el año 2008, aunque no sería hasta el 2012, después de muchos años de trabajo en investigación y desarrollo, cuando obtuvo la primera producción de esta delicia para arrancar con la comercialización del producto. La Villa de las Ferias fue uno de los lugares elegidos para poner en marcha su idea.

Los langostinos de Noray Seafood

Los langostinos de Noray Seafood Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Un noruego que apostó por Medina del Campo

“Efectivamente y por inverosímil que parezca, se pueden criar langostinos en Medina del Campo, o en “Medina del Mar”, como ya la llamamos nosotros”, asegura en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Yolanda Patiño Iglesias, que es la directora de Marketing y Branding de Noray Seafood.

La compañía surge de la inquietud de un emprendedor noruego, llamado Bjorn Aspheim, que es el fundador de la marca, que, tras desarrollar otros proyectos de acuicultura en Estados Unidos, se trasladó a España para criar langostinos en medio de la meseta de manera sostenible. Era posible y lo consiguió.

La pesca del langostino en Noray Seafood

La pesca del langostino en Noray Seafood Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

La decisión de que eligiera España para poner en marcha el proyecto, se debe a que nuestro país es uno de los de Europa que registra mayor consumo de crustáceos. De hecho, Mercamadrid es el segundo mercado central del mundo con mayor venta de pescados y mariscos tras el de Tsukiji, en Tokio.

“Se elige el enclave de Medina del Campo por su ubicación estratégica en España al situarse en un punto equidistante respecto a todas las costas españolas que permite cubrir toda la demanda tanto en España como en Portugal y Francia en unas 24-48 horas”, asegura nuestra entrevistada.

En la planta que se ubica en la Villa de las Ferias, cuentan con un total de 41 trabajadores que buscan, cada día, consolidarse y posicionarse como una empresa “pionera y emergente en el sector de la cría de langostinos sin aditivos ni sulfitos” en una granja bajo techo.

Textura y sabor “inconfundibles”

“Nuestro principal reto y objetivo ha sido, siempre, producir un langostino fresco, libre de aditivos, de forma sostenible y en un entorno controlado, lejos del mar, que no estuviera condicionado por su cercanía con la costa y que, además, contara con un impacto positivo en su entorno y en la localidad, desde el punto de vista medioambiental y de generación de empleo, como es el caso de Medina del Campo”, nos explica Yolanda Patiño.

La directora de Marketing y Branding de Noray Seafood asegura que producen un langostino “de gran calidad” con “una textura y un sabor inconfundibles” que tienen, en la sostenibilidad, el eje transversal del proyecto gracias a la economía circular que les brinda la oportunidad de “convertirse en langostinos locales en todo el mundo si replicamos nuestro modelo en más territorios”, añade.

En el año 2021 obtuvieron el sello ASC (Aquaculture Stewardship Council) para convertirse en la primera granja bajo techo de langostinos, a nivel mundial, que consigue esta importante certificación que reconoce la producción responsable de productos del mar cultivados poniendo en valor las acciones de sostenibilidad ambiental y de responsabilidad social.

En Noray contamos con distintos canales de venta y todos nuestros clientes, de una u otra naturaleza, son igual de importantes para nosotros. Disponemos de clientes B2B del sector Horeca, desde restaurantes más pequeños hasta espacios premiados con estrella Michelin y clientes B2C que pueden adquirir los langostinos, crudos o cocidos en bandejas de un kilo”, afirma nuestra entrevistada. 

Imagen de los langostinos

Imagen de los langostinos Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Futuro y ampliación en Medina del Campo

Desde la compañía señalan que la tecnología de producción es “única en el mundo” y que “todo el trabajo se lleva a cabo en un entorno controlado” en el que “se reproducen las condiciones óptimas para criar el langostino” y apuntan que contar con un criadero propio “es clave para el control de la calidad de las larvas” y “también de los intervalos entre las cosechas y los resultados de producción predecibles”.

El 80% del proceso se debe a la calidad del agua y se ha conseguido mediante un elaborado plan de I+D que reproduce las condiciones de temperatura, salinidad y luminosidad propicias para el langostino.

“Estamos inmersos en un proceso de ampliación de nuestras instalaciones en Medina del Campo que está muy avanzado, puesto que hemos empezado ya a producir en las nuevas instalaciones, y tenemos grandes planes de futuro. En 2024, esperamos terminar el año habiendo producido más de 100 toneladas que es más del doble de la producción actual. Y nuestro objetivo, en el corto-medio plazo, también pasa por seguir abriendo y consolidando nuevos mercados en Europa incrementando así la exportación de nuestro langostino en aquellos mercados donde la calidad y la sostenibilidad son prioritarias”, finaliza nuestra entrevistada.