La estatua de Rosa Chacel de Valladolid, situada junto a la Plaza del Poniente, ha amanecido este viernes cubierta con un niqab y con un cartel de 'Stop Islamización' al lado. Se trata de la última campaña del Frente Obrero aprovechando el 8-M, Día Internacional de la Mujer, en el que la formación política ha llevado a cabo este tipo de acciones, cubriendo con velos diferentes estatuas de mujeres a lo largo y ancho de todo el país para alertar sobre los peligros de la "islamización" y para rechazar el discurso feminista hegemónico y negar que exista un sistema patriarcial en España.

"No podemos permitir que en España haya imposiciones religiosas, matrimonios forzados, crímenes de honor o imposiciones de vestimenta", han señalado desde el partido. El Frente Obrero ha llevado a cabo acciones similares en otras capitales castellanas y leonesas como León, Segovia y Ponferrada en una acción en la que han tratado de mandar su mensaje de que el patriarcado "no existe en España" aunque el feminismo "victimice constantemente a la mujer y demonice al hombre". "En Occidente no hay una discriminación socioeconómica y estructural hacia la mujer", han insistido.

Desde la formación han señalado que el patriarcado "existe en los países islámicos" donde la mujer "es ciudadana de segunda" y han cargado contra el modelo migratorio y las "políticas multiculturales de la izquierda", que relacionan con la formación de "guetos donde inmigrantes de estos contextos imponen su cultura". En ese sentido, el Frente Obrero ha alertado de que la "islamización de la sociedad es una auténtica amenaza para las mujeres y para España".

Acción del Frente Obrero en Segovia.

El partido ha cargado contra el movimiento feminista, al que ha acusado de estar "lleno de hipocresía". "A pesar de estar viviendo un aumento de la criminalidad y de los atentados contra los derechos de las mujeres, ocultan el contexto de origen de quien los comete para alimentar su relato de terror", han señalado, asegurando que "por hablar de la realidad te acusan de racista mientras culpan de todos los males del mundo a la supuesta naturaleza de los hombres". "El feminismo es algo sistémico, pura demagogia e hipocresía", han asegurado. 

Escrache en una charla feminista en Valencia

Precisamente, militantes del Frente Obrero protagonizaron esta semana un escrache a una charla feminista en Valencia. Una militante de la formación cuestionó a las ponentes sobre el enfoque exclusivo en las agresiones hacia las mujeres por parte de "hombres blancos, heterosexuales", acusándolas de ignorar la violencia "cuando proviene de inmigrantes".

Además, alertó de que el aumento de la inmigración en España está relacionado con un aumento en los casos de violaciones o de matrimonios forzosos, y acusó a las feministas de "ocultar" esta información. "Vamos a hablar claro, los hombres españoles no son machistas", aseguró la militante de la formación, que fue expulsada del acto por las ponentes feministas.

Acción del Frente Obrero en Ponferrada

Un movimiento "patriota revolucionario"

El Frente Obrero se presentó por primera vez a las últimas generales el pasado 23 de julio obteniendo un total de 46.530 votos en toda España en su primera cita electoral y ha centrado gran parte de su argumentario durante los últimos meses en alertar sobre la "islamización" de España y los supuestos peligros de la inmigración masiva. La formación tiene como principal objetivo dar la sorpresa en las elecciones europeas del próximo mes de junio, a las que Vaquero ha anunciado que se presentará como cabeza de lista.

El partido se hizo conocido por sus escraches a dirigentes políticos de "izquierda postmoderna" como Pedro Sánchez, Irene Montero o Yolanda Díaz. El pasado 11 de abril, en un acto en Segovia, miembros del partido boicotearon un mitin del presidente del Gobierno recriminándole su cambio de posición con respecto al Sahara, aceptando la propuesta marroquí de autonomía. "¿Cuánto te paga Marruecos?", le dijeron, mientras enarbolaban una bandera de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).

Los manifestantes, además, llamaron "vendeobreros" e "hipócrita" al jefe del Ejecutivo. Una acción que se repitió dos días después en un mitin en Burgos, en el que de nuevo enarbolaron la bandera del Sáhara Occidental, siendo expulsados por miembros de seguridad.

Acción del Frente Obrero en León.

Los escraches a la "izquierda postmoderna"

El partido se creó en octubre de 2018 y se dio a conocer en el ámbito nacional cuando en marzo de 2020 boicoteó una conferencia del entonces vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, en la Universidad Complutense de Madrid. Los militantes del grupo tildaron a Iglesias de "peón al servicio de grandes empresas y bancos". Ese mismo mes, increparon también al líder de Más País, Íñigo Errejón, acusándole de haber "dejado a los obreros en la calle" y aseguraban que "los obreros votan a Vox por algo".

También han sido especialmente incisivos con la exministra de Igualdad, Irene Montero, ya que el grupo se opuso siempre de manera frontal a sus políticas. En un acto de la anterior ministra en la ciudad de Murcia, un grupo de jóvenes de este movimiento obrero increparon a Montero y la acusaron, además de "vender a los obreros", de ser una "enchufada", pidiéndole que hablase de las "víctimas" del Ministerio de Igualdad. El Frente Obrero se opone de forma frontal a la Ley Trans y ha llevado a cabo campañas de pegadas de carteles por todo el país contra esta ley con el lema "el sexo biológico existe, la miseria de los trabajadores también".

Contra la UE y la OTAN y crítico con la "inmigración masiva" y el feminismo

La formación se define como un movimiento soberanista y republicano, además de "patriota revolucionario", y aboga por la salida de España de la Unión Europea (UE) y del euro para que el país recupere su soberanía económica, monetaria y energética. Además, mantiene posiciones críticas con respecto a la inmigración masiva que, asegura, solo beneficia a los empresarios que buscan "mano de obra barata", y con las políticas LGTBI y lo que llaman la "ideología de género", ya que acusan al Gobierno de "tapar su abandono a la clase trabajadora" con esas medidas identitarias.

En materia económica abogan por la nacionalización de sectores estratégicos y por un incremento del intervencionismo del Estado en la economía y ponen el foco de sus políticas en la "defensa de los trabajadores de España", oponiéndose también a los nacionalismos periféricos y apostando por un "patriotismo obrero".

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