Hay acciones a las que merece la pena darles la importancia que tienen. La que ha puesto en marcha la Fundación Intras, de la mano de Ganeca (Asociación Amigos de la Gallina Castellana) con gallinas terapéuticas que ayudan a integrar, y también a motivar, a personas con problemas de salud mental en una finca de la localidad vallisoletana de Villamarciel, es un claro ejemplo de ello.

Una acción que arrancó hace un año, aproximadamente. En la misma participan cerca de la decena de personas, algunas de ellas, usuarias de diferentes programas de diferentes itinerarios de la Fundación Intras, y otras, como operarios agrícolas que se encargan de echar de preparar las instalaciones, dar de comer y cuidar a los animales, además de recoger los huevos que se acaban vendiendo en la finca en una recaudación con fines sociales. Son cuatro gallinas y un gallo los animales que están en el lugar.

Todo dentro de EnSuma, que es la marca con la que la Fundación Intras busca generar oportunidades de empleo para las personas con discapacidad por enfermedad mental. Además, creando estas oportunidades a través de líneas de empleo que contribuyen a que estos hombres y mujeres en riesgo de exclusión social tengan una oportunidad para recuperar sus proyectos de vida mediante actividades de calidad que, además, generan un valor añadido, tanto para ellos, como para la sociedad.

Una finca terapéutica en Villamarciel

“Decidimos incorporar, en nuestra Finca El Manzanal de Villamarciel, a estos animales con el doble objetivo de recuperar este espacio y, no menos importante, de poner en marcha este proyecto para que la decena de personas que están en el mismo puedan encontrar un nuevo camino en su vida encontrando empleo con el cuidado de estas gallinas, únicas en España y muy importantes en Castilla y León. Pueden trabajar y en los animales encuentran una compañía que les enriquece, además, de forma personal”, asegura Laura Sánchez, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.

Ella es la responsable del Centro Sociolaboral de la Fundación Intras en Valladolid que nos explica que dentro de las líneas de formación y empleo que llevan a cabo se encuentra la de la agricultura ecológica que “ha incorporado a las gallinas Castellanas Negras” a esta finca ubicada en el pueblo pucelano en la que “cultivan manzanos” y que “cuenta con un huerto de unos 600 metros cuadrados y también con un invernadero”.

Imagen de la parcela en Villamarciel Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

El gallinero cuenta con una superficie de unos 100 metros cuadrados que están totalmente cubiertos con una malla. Todo con el fin de proporcionar sombra en verano y evitar que entren otras aves. De ese terreno, 90 son de hierba, a la que siempre tienen acceso, y el resto es un espacio protegido en el que se encuentran los aseladeros y los ponederos.

Un espacio que se dispone totalmente cerrado, con paredes de madera rellenas de barro para que estas gallinas de oro no sufran las inclemencias meteorológicas.

Un cuidado minucioso para unas gallinas únicas

“El equipo de EnSuma se encarga de todos los cuidados de las gallinas, asesorados, cuando es necesario, por el equipo directivo de Ganeca. Los animales salen del gallinero y pastan, rotativamente, por las parcelas de la finca. Cada semana cambian de parcela”, nos explica Laura Sánchez, de Intras.

Diariamente, y antes de marcharse, el equipo encargado vigila para que cuenten con agua y comida, asegurándose que se quedan dentro del recinto con el fin de evitar los ataques de los depredadores. Además, las personas contratadas también se encargan del cuidado de los animales siendo responsables de las tareas que hacer con ellas en el día a día para, así, descubrir una nueva oportunidad laboral que resulte compatible con sus capacidades.

La Fundación Intras ha celebrado esta colaboración con Ganeca porque demuestra la posibilidad de integrar el uso de las Castellanas Negras en la producción ecológica y estas gallinas acaban por ser terapéuticas para ayudar a los participantes en su integración social.

Las Negras Castellanas en la finca de Villamarciel Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Ganeca también celebra la colaboración

Para nosotros es muy importante porque nuestras gallinas ayudan a la inserción laboral de estas personas. Además, los sobrantes de la huerta pueden ser aprovechados por los animales y no generarse residuos. Y, por último, el estiércol que generan puede valer para abonar el huerto”, asegura José Luis Yustos, presidente de Ganeca, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.

Nuestro entrevistado se muestra sumamente satisfecho con la iniciativa y pone en valor la importancia de la Gallina Negra Castellana, de la que, según el censo oficial, existen 1.500 ejemplares en Castilla y León y que se encuentra en peligro de extinción por lo que merece la pena cuidarlas dado su elevado valor histórico.

Ganeca, una asociación de carácter nacional que nació en 2010 y que cuenta con 200 socios, contribuye en iniciativas como esta y también en el ámbito educativo, con acciones en escuelas e institutos para que este animal siga siendo protagonista en nuestra Comunidad.

 

 

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