El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, hacía una primera valoración del nuevo servicio de alquiler de bicicletas públicas que se implantó en la ciudad pucelana el pasado 1 de febrero de este año 2023. Está promovido por el Ayuntamiento de Valladolid y explotado por Auvasa.

El primer edil hablaba de que “la apuesta ha merecido la pena y que el servicio ya es y va a ser un éxito”. A fecha de 1 de marzo había en funcionamiento un total de 83 estaciones con 675 bicicletas, 337 mecánicas y 338 eléctricas, a la espera de que lleguen las 300 que faltan.

En el primer mes de vida del sistema se han realizado, en total, 23.249 usos, con casi 900 diarios en fechas laborables. El número de usuarios seguía creciente para llegar a los 5.200 ese miércoles predominando los que se abonan a la tarifa de bici mecánica con un 60%. Un sistema que gana, cada día, más adeptos.

Uno de ellos es Hugo Marinas Martín. Vallisoletano de nacimiento, de 20 años, que, como él mismo cuenta en declaraciones a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León, se inscribió en el sistema Biki ese mismo 1 de febrero, siendo el número 161 en apenas nueve horas desde que dio comienzo. Además, es, desde el 11 de febrero, técnico de mantenimiento de las bicicletas de Biki.

Un joven que apuesta por la movilidad sostenible

Nuestro entrevistado es un joven aficionado a la movilidad sostenible. Estudió en el colegio Santa Teresa de Jesús. Es una persona con las ideas claras a la que le gusta la música electrónica e irse a Madrid para conocer el transporte de la capital de España. Nació en la ciudad del Pisuerga en el año 2002 y, desde entonces, vive en el Barrio España.

“A pesar del crecimiento demográfico y el desarrollo de la industria, la población sigue viendo a Valladolid como capital de provincia. Tenemos muy buenas comunicaciones ferroviarias y por carretera. Soy un fiel defensor del soterramiento del ferrocarril porque pienso que la auténtica integración del tren aquí es la que conlleve que pase bajo tierra. Es lo mejor que nos podía pasar”, explica con madurez, a pesar de su corta edad. 

Soterramiento a un lado, afirma que Biki es el “hito más importante” en cuanto a movilidad de las dos legislaturas anteriores. Apunta que la bicicleta PBSC E-FIT, que es la Biki eléctrica, era “su debilidad” desde que la probó en el mes de septiembre y asegura que los precios “no son caros” siempre que se mantenga la “calidad del servicio entre todos”, tanto Ayuntamiento, como los propios usuarios y trabajadores.

Hugo sacando la bici de Biki

De los primeros

“Me di de alta en Biki el 1 de febrero a eso de las 9 de la mañana. No soy el primer usuario. Ese se registró a la 1:30 de la madrugada con el bono anual de eléctricas. El que te permite usarlas las veces que quieras durante un máximo de 30 minutos”, añade nuestro protagonista, que afirma que abonarse al servicio es “sencillo”. Simplemente hace falta descargarse la aplicación, registrarse, comprar un bono o suscripción y a pedalear.

Hugo suele ir a trabajar con ella. Cerca de su casa dispone de una estación y gracias a las labores de distribución suele haber siempre bikis eléctricas, que son las que él coje. También es su medio de transporte cuando acude a la Estación de Campo Grande en sus viajes de ocio a la capital de España.

Hasta el pasado 1 de marzo ha usado la suscripción mensual de eléctricas, pero confiesa que va a pasarse al bono anual. “En pocos días se superaron los récords de usos y usuarios de Vallabici, el antiguo servicio de bicicleta inaugurado por Javier León de la Riva en 2013. Sin duda, Biki ha superado todas las previsiones”, confiesa.

Hugo atiende a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Además, trabajador de Biki

“Trabajo en Biki. Mi función principal pasa por garantizar la correcta distribución de bicicletas por Valladolid. Tanto de eléctricas como de mecánicas. Disponemos, para ello, de cuatro furgonetas y un software que nos permite conocer, a tiempo real, el estado de todo el servicio. Cuido para que todo funcione correctamente, tanto estaciones, como anclajes, cambios y frenos”, nos explica el pucelano.

También curra en el servicio, además de disfrutarlo. A corto plazo se marca como objetivo ampliar su jornada laboral de fines de semana a entre semana y quiere, además, sacarse el permiso de autobús para trabajar pilotando.

“Todo lo que se hace en esta ciudad genera críticas. Con el paso del tiempo, la gente se irá acostumbrando. Todavía recuerdo cuando se suprimió el paso de las líneas 1,3,4,6 y 8 por la Plaza Mayor. Levantó muchas quejas. Aún así, la gente puede opinar lo que quiera”, finaliza Hugo.

Biki continúa pegando fuerte en Valladolid con usuarios como nuestro entrevistado disfrutando del servicio.