Una familia abatida y un padre desolado. Miguel López, de 63 años, ha hablado con EL ESPAÑOL – Noticias de Castilla y León, tras denunciar el pasado lunes, 17 de enero, la desaparición de su hija, Esther López de la Rosa, de 35 años, como les informaba este martes este periódico.

“La familia está muy mal. Estamos abatidos. Con el paso del tiempo cada vez tenemos peores sensaciones. Estas cosas, cuanto más se prolongan, peor. Pensamos lo peor”, ha asegurado el padre de la mujer desaparecida.

Miguel ha hecho un llamamiento a su hija desde este medio: “Pedimos que venga a casa cuanto antes, si está viva, que lo dudo, porque esto no es normal”, añade el padre que explica que su hija “ha salido otros días” pero “siempre ha mantenido contacto telefónico” con nosotros, y es que la desaparecida vive en la localidad vallisoletana con sus padres. “Hasta cuando se le acababa la batería cogía el teléfono de otra persona para hacerlo”, afirma.

El padre ha querido agradecer la ayuda de los vecinos, que organizaron una batida en el día de ayer en la que no participó, ni él ni su mujer, porque “no se tenían en pie”.

“La batida fue muy participativa pero no hubo ningún resultado. Se la estuvo buscando por el lugar en el que se la pierde la pista, en los alrededores de la carretera N-122, entre la Urbanización El Romeral y el Restaurante 'La Maña', con más de 100 personas. Guardia Civil también estuvo apoyando pero no se encontró ningún indicio ni pista que pudiera dar con el paradero de Esther”, aseguraba, en declaraciones a este periódico, el alcalde de Traspinedo, Javier Fernández, tras la batida de este martes.

“La Guardia Civil le ha dicho al alcalde que no hagamos una nueva batida porque van a llevar otras líneas de investigación, con más preparación y helicópteros”, asegura el padre de Esther.

Desaparecida desde el 12 de enero

“Hemos llamado a Esther desde el 12 de enero, sin éxito. Salió por la tarde a ver el fútbol al bar del pueblo sin ninguna pertenencia y ahí perdimos su rastro”, añade el padre.

SOSDesaparecidos compartía este martes,  a través de sus redes sociales, la desaparición de Esther López de la Rosa, de 35 años.

La desaparecida, como apuntan desde la asociación, mide 1,65 metros, tiene pelo castaño y largo, ojos marrones, y viste un vaquero negro y una cazadora de lana – borreguito.