Miles de aficionados se trasladaron a la localidad en busca de “fiesta taurina” llenando a rebosar sus calles y el 'Coso de la Fuentecilla'.

Acudieron de todas partes, ya que Traspinedo ha sido el primero en ofrecer una suelta de toros de cajón en Castilla y León. La colaboración y organización de su consistorio, con la ayuda especial de las asociaciones taurinas locales (San Martín de Tours y Coso de la Fuentecilla) hicieron posible que los toros volvieran a las calles de la localidad pinariega.

Han sido dos días de auténtica locura taurina en honor de San Martín, patrono de la villa. El sábado, en su coso de palos, hubo capea y un espectacular torneo medieval que causó una gran expectación.

Al día siguiente se llevó a cabo la suelta de toros desde cajón; un festejo popular que se ha convertido en un auténtico espectáculo al aire libre, donde los más osados reciben a los astados a pecho descubierto, mientras que los aficionados y gentes del lugar se escudan entre las talanqueras y en sus respectivos balcones disfrutando del festejo.

Las calles de Traspinedo se abarrotaron de un público ávido de toros, viendo el transcurrir de los astados hasta desembocar en el 'Coso de la Fuentecilla'; un rectángulo habilitado para plaza de toros donde se llenó hasta la bandera.

Tras la suelta de los tres novillos del cajón se procedió al encierro, donde los bueyes tiraban de los utreros y los jóvenes trataban de cortar y hacer sus piruetas. Intentar colocarte en algunas de las talanqueras era misión imposible dada la cantidad de público que se arremolinaba entre sus barrotes. Y dar un paso por el callejón y la grada del coso fue más difícil todavía.

El domingo por la mañana hubo procesión en honor de San Martín, acompañado por la comitiva municipal que preside el buen aficionado Javier Fernández, mientras que un grupo de dulzaineros amenizaba el paseo. Luego, los bares y restaurantes llenos al límite hasta que, a eso de las 16.30, empezaron a sonar los cohetes y bombas anunciando la suelta de toros desde la plaza del Rollo. Todo un espectáculo el vivido en Traspinedo tras un año sin toros por sus calles.