Carlos Aranda, dos orejas y vuelta; Javier Orozco, que sustituía a Cristian Parejo, oreja y dos orejas; José Rojo, oreja y dos orejas. Al primer novillo se le dio la vuelta al ruedo y tres de ellos fueron aplaudidos en el arrastre. Tras el paseíllo se guardó un minuto de silencio por las víctimas del Covid 19 y por el fallecimiento del que fuera torero y ganadero Pedro Martínez 'Pedrés', cuyas reses se lidiaban esa tarde. Lo triste es la escasa asistencia de público.

Pedrés desde los cielos

Los Hermanos Martínez Pedrés trajeron a Laguna de Duero una novillada con trapío, encastada y con movilidad. Tuvimos ocasión de saludar a Pedro, el hijo del mítico Pedrés, y nos comentó que su padre estaría gozando desde arriba viendo el juego de la novillada. Los tres novilleros brindaron por Pedrés.

Un encierro muy bien presentado, encastado, con las dificultades que conlleva la casta. Toros duros de muerte. Todos tomaron dos varas, algunos hasta tres veces fue al caballo. El cuarto y quinto pusieron a las cuadrillas en guardia ya que eran auténticos toros y salieron poniendo en jaque a los profesionales.

Carlos Aranda

Abrió plaza el veterano Carlos Aranda, que estuvo hasta pinturero en algunos momentos de la lidia con un utrero bravísimo que embistió por los dos pitones y aunó clase, bravura y nobleza. Hubo pasajes bellos cuando se conjugaron novillo y novillero. Buscó el indulto el diestro de Daimiel, pero no hubo respuesta ni por parte del palco ni del escaso público que acudió al bello coso lagunero. Mató de tendida efectiva y el animal fue a morir al centro del platillo. Dos orejas paseó el manchego y al utrero se le dio la vuelta al ruedo.

Con el que hizo cuarto, uno novillo de Madrid; burraco, serio, con cara que tomó tres puyazos y sembró el pánico en banderillas, estuvo mandón ante un animal que nunca regaló nada. Hizo un auténtico esfuerzo, ya que fue volteado en el recibo capotero sin consecuencias. Mató abajo y fue premiado con la vuelta al ruedo. Brindó este novillo a los hijos de Pedrés.

Javier Orozco

No estaba anunciado el veterano novillero malagueño en los carteles, pero llegó para sustituir a Cristian Parejo y cumplió ampliamente su inclusión. Estuvo variado con el capote ante un utrero que fue a menos, pero que no dejó de acudir al toque y Orozco, veterano que está a punto de tomar la alternativa, le arrancó las dos orejas tras una estocada trasera en una faena donde utilizó las dos manos. El novillo recibió palmas.

Con el que hizo quinto, un novillo castaño, serio por delante, fue zarandeado en el recibo capotero saliendo ileso de milagro. El utrero tomó tres varas y el malagueño estuvo animoso con la muleta con un novillo que fue a menos. Lo pinchó. Hizo un esfuerzo y dio una vuelta al ruedo. Brindó a los hijos de Pedrés.

José Rojo

El novillero extremeño recibió a su primero con un buen recibo capotero. El animal tomó dos varas y en la muleta hubo pasajes interesantes por ambos pitones. La estocada contraria no hizo su efecto y tardó en doblar. Paseó una oreja.

Con el que cerraba festejo, un novillo negro, serio por delante y muy encastado (tomó dos varas), el novillero de Trujillo puso todo de su parte luciendo valor con un toreo bullicioso, aunque a veces logró pases cadenciosos. La media muy efectiva bastó para que el animal doblara y el diestro paseara las dos orejas. Brindó a los hijos de Pedrés.

Los tres novilleros salieron a hombros en una tarde muy entretenida, donde no faltó la emoción ante los encastados novillos de Pedrés. Lo peor, la falta de asistencia de público.