A perro flaco todo son pulgas. Si ya de por sí la situación del pequeño comercio y la hostelería es extremadamente complicada, el reventón de una tubería en la tarde de ayer con la consiguiente inundación de los locales de varias calles del centro de Valladolid no hace más que añadir más crudeza a este duro panorama.

Tras el sacrificio y esfuerzo realizado en el último año de pandemia por los comercios y bares de la calle Montero Calvo y con la esperanzadora noticia de la reapertura del interior de la hostelería desde este lunes y la 'nueva normalidad' en el horizonte, esta avería ha caído como un jarro de agua fría para todos estos locales tan míticos como la cafetería El Castillo, café Ibérico o Benetton y Solera, ubicados en esta calle.

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Más dramático aún es el caso de Ninet & Co, una tienda de ropa que inauguraba ayer con ilusión su nueva sede tras una obra y sobre las 19:15 horas de este lunes se topaba con este fatal suceso. María Gutiérrez, una de las dependientas, salía a despedir a una clienta a la puerta y no pasaba a creer el agua que salía a borbotones de las arquetas. Poco después llegaron los bomberos y con el disgusto en el cuerpo, María se puso a achicar el agua para que no se inundara la tienda, retiró las prendas y colocó un saco en la puerta para evitar que se anegara y cubriera el suelo de madera. Y lo que iba a ser un feliz día de inauguración terminó a las 21:30 horas en una calle rodeada de agua y con un panorama desolador.

Hoy las máquinas están trabajando para picar toda la calle y solventar la avería que, al parecer, ha tenido su origen en una tubería de la zona entre Teresa Gil y la calle Santiago. Y de las ventas, ni hablamos.