Abel Antón en un viaje a Málaga

Abel Antón en un viaje a Málaga Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Soria

La vida de Abel Antón: de un pequeño pueblo soriano a una carrera deportiva dorada y dos negocios en la capital

Una de las leyendas del atletismo español que corrió en los 5.000, 10.000 y también en la maratón. Con cuatro Juegos Olímpicos a sus espaldas disfruta del retiro en su tierra con un ojo puesto en sus dos tiendas.

Más información: El icónico atleta que disfruta de su retiro en un bello municipio burgalés en el que brilla el lechazo y el vino

Publicada

Hablar con Abel Antón es hacerlo con la voz de la experiencia. A sus 62 años sigue vinculado al atletismo y participa en pruebas deportivas después de ser uno de los atletas más importantes de nuestro país.

A los 13 años, y tras dar una vuelta al patio en una clase de Educación Física, se dio cuenta de que valía para hacer historia. Tras nacer en un pequeño pueblo soriano, lleva desde los siete años viviendo en la capital y se retiró de la actividad profesional con 39.

El soriano ha competido tanto en los 5.000 metros, como en los 10.000 y también en maratón. Ha sido dos veces Campeón del Mundo, la primera en Atenas 1997, con una marca de 2 horas 13 minutos y 16 segundos, y la segunda en Sevilla 1999 con 2 horas, 13 segundos y 36 segundos.

También cuenta con una Medalla de Oro en los 10.000 metros, en el Campeonato de Europa de Helsinki del año 1994 y con otros muchos logros compitiendo en cuatro Juegos Olímpicos, en Seúl 1988, Barcelona 1992, Atlanta 1996 y Sidney 2000.

Ahora continúa muy vinculado al mundo del deporte y, además, tiene un ojo puesto a sus dos tiendas de deportes que funcionan en la capital soriana.

Abel Antón durante unas vacaciones

Abel Antón durante unas vacaciones Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Sus inicios

“Me defino como una persona normal, luchadora y humilde. He trabajado mucho para conseguir todos los éxitos a nivel deportivo que he logrado a lo largo de mi trayectoria”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Abel Antón.

El exatleta nació en Ojuel, una localidad y entidad local menor de la provincia de Soria que pertenece al municipio de Cabrejas del Campo. Allí vivió solo un año para irse, posteriormente, a Mazalvete, otro pueblo de la misma provincia.

“En Mazalvete recuerdo haber pasado mi infancia en la calle. Estábamos todo el día jugando. Del colegio a la diversión. Así era nuestro día a día. En un pueblo se cuenta con mucho tiempo libre. A los siete años me voy a Soria capital y ahí vivo desde entonces”, asegura nuestro entrevistado.

Fue a los 13 años, cuando en una clase de Educación Física su profesor le mandó dar una vuelta al patio, cuando nuestro entrevistado se dio cuenta de las “habilidades y facultades físicas” con las que contaba para la práctica del atletismo.

“El docente nos comunicó que necesitaba a cuatro personas para correr el Campeonato Provincial de Soria. Ahí lo hice bien, quedé séptimo en categoría infantil y empecé a competir”, explica.

Como profesional, desde los 21 años.

Su carrera deportiva

“Desde que tenía 21 años comencé a correr en categorías inferiores y en campeonatos internacionales después de hacer la mili.  Fue en Los Ángeles 1984 cuando, en los 5.000 metros, hice mínima olímpica pero no acudí a los Juegos. A partir de ahí se puede decir que arranca mi actividad profesional”, añade Antón.

Como no podía ser de otra manera, los dos títulos que recuerda con mayor cariño y especial ilusión son los dos Campeonatos del Mundo de Maratón en los que consiguió imponerse, en Atenas 97 y, en casa, en Sevilla 1999. Además de ese bronce en los 5.000 en el Campeonato de Europa de Helsinki 1994.

Abel Antón continúa corriendo pese a su retirada

Abel Antón continúa corriendo pese a su retirada Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Pese a no haber rascado metal echa la vista atrás para recordar con especial ilusión sus cuatro participaciones en los Juegos Olímpicos de Seúl 88, Barcelona 92, Atlanta 96 y Sidney 2000.

“La maratón es la prueba más sufrida de todas. Yo recuerdo que era un atleta muy táctico. Me gustaba controlar las carreras, incluso desde antes de la salida. Era un atleta con un buen final. Me reservaba y tiraba cuando la prueba llegaba a su fin”, confiesa.

Fue con 39 años cuando, con Martín Fiz, decía adiós a la actividad deportiva. En 2001 y en un gran homenaje que se le brindó en la capital de España.

Imagen de Abel Antón

Imagen de Abel Antón Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Su vida actual y dos tiendas

La retirada siempre da pena, pero sabes que cumples una edad y el físico no aguanta. Mantener el ritmo de la alta competición es duro. Me retiré por todo lo alto. Es cierto que los primeros días estas un poco desenfocado de la vida, pero te acabas centrando”, asegura nuestro protagonista.

Él lo ha hecho siguiendo vinculado a la actividad deportiva y en la organización de carreras. Es también embajador de la Maratón de Sevilla, Málaga o Madrid, de un total de 25 carreras y es lo que le llena.

Además tengo dos tiendas de deportes en Soria. Dos negocios desde hace 35 años. Se llaman Antón y Cacho porque las abrí junto a Fermín, pero ahora lo llevo con mi mujer y varios empleados”, añade.

Abel Antón es feliz. Tiene dos hijos. Está a punto de jubilarse y quiere vivir tranquilo con su mujer. Cuenta con un deseo en la cabeza, que sus hijos “cojan las riendas de sus dos negocios”.

Habrá que esperar para saber si eso ocurre.