La Plaza Mayor de Soria

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Soria

La expresión para referirse a Soria que muchos sorianos odian: en el resto de España no se entiende

Hay un gran consenso entre la población y la mayoría rechaza el término. 

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Hay expresiones que se han convertido en dichos populares y no gustan nada a los ciudadanos. Han terminado creando una percepción alejada de la realidad y no identificando a quienes habitan en esas provincias o comunidades. 

Castilla y León es muy extensa, lo que da pie a que haya varias expresiones asentadas en la Comunidad. En el caso de Valladolid, el término 'Fachadolid' se ha ido extendiendo y claro está que no gusta nada a quienes han nacido en la ciudad del Pisuerga.

Mirando hacia León, la expresión castellano y leonés para referirse a quienes han nacido en esta provincia, tampoco hace especial ilusión. Y es que cabe recordar las disensiones internas que hay en el seno de la Comunidad y que provocan que muchos no se sientan del todo integrados.

Si nos dirigimos a otros puntos de la Comunidad, como Soria, hay una expresión para referirse a los sorianos que muchos odian. Y es la famosa frase, Soria no existe o en Soria nunca pasa nada. 

Un dicho que, quizá, suena más popular de Teruel, pero que ha llegado a esta provincia castellana y leonesa. Y es que Soria es conocida como una zona con poca población. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2024 había un total de 90.856 habitantes en la provincia.

Por este motivo, piensan que nunca pasa nada, ya que al haber menos habitantes que en el resto de zonas de la Comunidad, está la creencia de que nunca sucede nada reseñable. Para bien o para mal. Ni bueno ni malo. 

Esto, como explicamos, son algunas de las frases que se han ido popularizando, pero no significa que sea así. Los sorianos pueden presumir de muchas cosas. Entre ellas, tener un vocabulario particular. 

Por ejemplo, llaman 'fino', lo que equivaldría a un 'figura' o que el sol 'ofenda' en verano, para decir que deslumbra y molesta. Y, ahora, en pleno invierno, que no te sorprenda si estás paseando y hablan de 'pices', que son los copos de nieve que caen. 

Los encantos de Soria

Soria tiene mucho para ver y mucho que conocer. Quizá estas expresiones se hayan popularizado por desconocimiento porque todo el que acude a la provincia se lleva un buen sabor de boca.

Y, en parte, puede que la culpa sea de sus famosos torreznos, tan conocidos en cada punto del país. El toque más dulce se puede conseguir en el Monasterio de Clarisas de Soria, quienes venden unas increíbles pastas y galletas.

En la ruta turística hay mucho que ver. Por ejemplo, la Ermita de San Saturio, el patrón de Soria. También las iglesias de Santo Domingo o San Juan, las ruinas de San Nicolás o su Plaza Mayor. 

Para los amantes de la naturaleza, la Sierra del Urbión es uno de los lugares más bellos de la Comunidad. Se ubica entre Burgos, Soria y La Rioja. Mención especial merece la Laguna Negra, de origen glacial que se encuentra encajada entre la naturaleza y paredes de granito en medio de un bosque de pinos.

El Cañón del Rio Lobos, declarado Parque Natural en 1985. Una de las grandes joyas de la provincia con más de 10.000 hectáreas. Un enclave histórico y cultural conocido por la ermita templaria de San Bartolomé.

Por supuesto, sus pueblos también merecen una parada especial porque la visita es única. Catalañazor es uno de los más turísticos con su estilo medieval y sus casas de madera.

O la famosa catedral del Burgo de Osma, considerado el monumento más relevante de la villa y uno de los más destacados de la provincia.

No hay que dejar pasar la oportunidad de comer en un buen restaurante. Soria puede presumir de tenerlos con estrella Michelin. El cocinero Óscar García, con su restaurante Baluarte, atrae cada año a cientos de turismos para descubrir los manjares de la tierra.