Eras de Monsagro
Las eras milenarias que resisten en un rincón de Salamanca: Monsagro se blindará como Bien de Interés Cultural
Un conjunto único de treinta eras empedradas, herencia de la agricultura tradicional, será protegido por su valor histórico, cultural y paisajístico.
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En un rincón de la Sierra de Francia, a los pies del monte y mirando al río Agadón, hay algo que llama la atención incluso desde el aire: una treintena de círculos de piedra encajados como un puzle en la ladera.
Son las Eras de Monsagro, un conjunto etnológico único en Castilla y León que acaba de iniciar el camino hacia su protección oficial como Bien de Interés Cultural.
El Boletín Oficial ha publicado el inicio del expediente, impulsado por la Consejería de Cultura, para blindar este patrimonio rural con la categoría de conjunto etnológico.
La decisión responde al estado de conservación de las eras, a su número, a su construcción empedrada y, sobre todo, al valor que tienen como reflejo de una forma de vida que estuvo en pie hasta hace poco más de dos décadas.
Estas estructuras, donde se trillaba el cereal antes de almacenar el grano en casa, están hechas con lanchas de piedra colocadas en círculos. Los muros, también en piedra seca, están rematados con piezas inclinadas para contener la mies.
La última vez que se usaron fue en 1998. Desde entonces, el pueblo ha mantenido su estado casi intacto, en parte porque el derecho de uso era vecinal y se heredaba.
Las eras no solo forman un conjunto compacto y singular por su disposición escalonada, sino que además conservan una función cultural viva: cada verano, el municipio celebra el Día de la Trilla, una jornada que recupera las faenas, los bailes y las costumbres ligadas a estas piezas del paisaje.
La declaración BIC no será inmediata, pero ya ha echado a andar. Y con ella, Monsagro da un paso firme para proteger una parte de su historia y un símbolo del mundo rural.
