Aspace Salamanca presenta el exoesqueleto pediátrico Atlas 2030, desarrollado por Marsi Bionics y donado por la Fundación Nemesio Diez en su primer proyecto en Castilla y León

Aspace Salamanca presenta el exoesqueleto pediátrico Atlas 2030, desarrollado por Marsi Bionics y donado por la Fundación Nemesio Diez en su primer proyecto en Castilla y León Susana Martín ICAL

Salamanca

"Observar la felicidad de un niño al ponerse de pie por primera vez con un exoesqueleto, no tiene precio"

El joven profesor y fisioterapeuta Carlos Martín trabaja en Aspace en labores de rehabilitación y funcionamiento de exoesqueletos en niños con parálisis cerebral.

Más información: Aspace Salamanca presenta el primer exoesqueleto pediátrico del mundo: nueva vida para niños con parálisis

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La ciencia y la tecnología han demostrado ser herramientas fundamentales para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad, promoviendo su autonomía, inclusión social y bienestar. A través de avances en diversos campos, se han desarrollado soluciones innovadoras que abordan barreras físicas, sensoriales y cognitivas, transformando la forma en que las personas con discapacidad interactúan con el mundo.

Tecnologías como prótesis avanzadas, sillas de ruedas eléctricas y exoesqueletos han permitido a muchas personas con discapacidad recuperar movilidad e independencia. Estas herramientas no solo facilitan la realización de las actividades diarias, sino que también mejoran la autoestima al reducir la dependencia de terceros.

La investigación en exoesqueletos ha avanzado significativamente en las últimas décadas, transformándose en un campo interdisciplinario que combina ingeniería, robótica, biomecánica, neurociencia y medicina. Los exoesqueletos son dispositivos portátiles diseñados para mejorar, restaurar o amplificar la movilidad humana, siendo utilizados principalmente en aplicaciones médicas, industriales y militares.

El profesor y fisioterapeuta Carlos Martín Sánchez, que trabaja con exoesqueletos en Aspace Salamanca

El profesor y fisioterapeuta Carlos Martín Sánchez, que trabaja con exoesqueletos en Aspace Salamanca

Los exoesqueletos se utilizan para ayudar a personas con discapacidades motoras, como lesiones de la médula espinal, accidentes cerebrovasculares o enfermedades neurodegenerativas (p. ej., esclerosis múltiple, Parkinson). Estos dispositivos facilitan la rehabilitación al permitir movimientos controlados que ayudan a reentrenar el sistema nervioso y los músculos.

Exoesqueletos como el ReWalk y el Ekso Bionics han sido clave para permitir a pacientes caminar nuevamente, con beneficios físicos (mejora de la circulación y reducción de la atrofia muscular) y psicológicos (aumento de la confianza y autonomía).

Todo ello lo realiza Aspace Salamanca, una asociación fundada en 1979 por familiares de personas con parálisis cerebral y encefalopatías afines. Su misión es mejorar la calidad de vida de estas personas y sus familias, ofreciendo servicios de educación, rehabilitación y promoción de la autonomía.

En 2024, Aspace Salamanca incorporó a su servicio de rehabilitación infantil el exoesqueleto pediátrico Atlas 2030, Marsi Bionics, el primer dispositivo del mundo diseñado específicamente para asistir la marcha de niños con enfermedades neurológicas y neuromusculares. Y, ahí, es donde entra el trabajo del profesor y fisioterapeuta Carlos Martín Sánchez.

Aspace presenta el primer exoesqueleto pediátrico del mundo

En primer lugar, ¿qué le llevó a interesarse por este trabajo con exoesqueletos?
En primer lugar, la naturaleza de los pacientes con los que trabajamos en Aspace Salamanca, se hace necesaria la implementación de nuevas tecnologías y, en este caso, la tecnología más puntera en población infantil son los exoesqueletos pediátricos, como con el que estamos trabajando en Aspace ya desde hace unos meses.

¿Cómo llegó a trabajar en Aspace?

Empecé a trabajar en Aspace hace más de cinco años cuando se me dio la oportunidad de trabajar en un centro de rehabilitación que tiene Aspace en Salamanca capital. Hasta el momento ha sido una experiencia formidable.

¿Qué le inspira en su trabajo diario?
Lo principal son las personas con las que trabajo, tanto los compañeros como los chicos, no me gusta llamarlos pacientes. Trabajamos con ellos a diario, y te dan una recompensa enorme el trabajar con ellos, el verlos crecer, el comprobar cómo valoran realmente lo que tú haces con ellos, es una sensación inmejorable. Es más, observar la felicidad de un niño al ponerse de pie por primera vez con un exoesqueleto, no tiene precio.

¿En qué consiste el proyecto actual?

El proyecto actual, que ya lleva un tiempo, es una policlínica que se está desarrollando desde Aspace Salamanca, abierta a toda la población en general, aunque principalmente trabajamos con pacientes con patología neurológica, y en la que estamos incorporando la última tecnología. Dentro de estos dispositivos de rehabilitación de última tecnología destacan los dispositivos robóticos, que ahora mismo tenemos dos. Uno diseñado especialmente para población adulta, que se presentó hace un año, el Omego Plus, de rehabilitación de la marcha, cofinanciado por el Ayuntamiento de Salamanca. Y, a grandes rasgos, es una bicicleta que permite realizar rehabilitación de todos los patrones de la marcha. No solamente un pedaleo, sino que podemos poner al paciente tumbado, lo podemos poner de pie, y esto en población adulta nos permite una rehabilitación global.

Teníamos un poquito, vamos a decir, abandonado el tema robótico en población infantil. Recientemente hemos incorporado un exoesqueleto pediátrico de última generación, que lo presentamos en septiembre. Se está utilizando desde ASPACE Salamanca para todos aquellos chicos que cumplen los requisitos para su uso

¿Qué tecnologías utilizan?
Intentamos utilizar las últimas tecnologías. Por ejemplo, en Aspace se utiliza muchísimo la impresión 3D a la hora de hacer todo tipo de adaptaciones. Piensa que nuestros chicos necesitan adaptaciones prácticamente para todas las actividades de la vida diaria. En cuanto a las incorporaciones tecnológicas más importantes, sin duda alguna estamos hablando del exoesqueleto. Estamos viendo que cuando los chicos están en una etapa de desarrollo, estamos consiguiendo unos resultados a nivel rehabilitador mucho mejores de los que podríamos conseguir simplemente con el trabajo de fisioterapia.

¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan?

Los retos a los que nos enfrentamos son, en este caso, a los niños. Los retos son muy variados. Cada persona con la que trabajamos tiene una serie de necesidades y nuestro objetivo principal es, en la medida de lo posible, intentar cubrir todas las necesidades de cada persona. Desde el punto de vista específico de la rehabilitación, lo que queremos es fomentar una autonomía de todos nuestros chicos, que consigan ser lo más independientes posible durante sus años futuros de vida. Es en esta etapa infantil cuando más importante es intervenir, porque es cuando podemos lograr o conseguir un mayor número mejoras.

"Queremos fomentar una autonomía de los chicos, que consigan ser lo más independientes posible durante sus años futuros de vida".

Desde Aspace se han podido probar los exoesqueletos con usuarios. ¿Qué reacciones han observado?

No sé si quedarme con la reacción del usuario o de la familia. A mí, como profesional, es de los tratamientos que más me han llamado la atención. La mayoría de los chicos que lo utilizan presentan serios problemas de movilidad, fuerza y equilibrio y, por lo tanto, tienen muchas limitaciones para desarrollar una marcha normal. Es decir, a muchos de ellos les cuesta muchísimo trabajo mantenerse de pie. Cuando se ven de pie, y no solamente de pie, sino que son capaces de caminar de forma asistida, o incluso lo pueden hacer ellos mismos, lo que veo en los chicos es impresionante. Los notas mucho más conectados con el entorno. No es lo mismo estar en una silla de ruedas e intentar interactuar con una persona o con un objeto que yo tengo en una mesa, que estar de pie y poder hacer esto mismo.

Explicar que el exosqueleto funciona de dos maneras. Por un lado, puede asistirte el paso o la marcha, y por otro puede ofrecerte una resistencia para que tú tengas que trabajar mientras te desplazas. Lo único que hace es que te mantiene de pie.

También hemos observado mejorías a nivel respiratorio y digestivo, por el cambio en ese patrón normal que ellos tienen de no estar todo el día sentados, pasar un tiempo de pie y realizar una cierta movilidad. Por no hablar de las mejoras evidentes en la fuerza muscular, en la amplitud articular y en las limitaciones que sufren muchos de nuestros chicos.

¿Cómo evalúa el impacto emocional y social en los usuarios y sus familias?
El impacto emocional en los usuarios es muy difícil de evaluar, porque necesitaríamos una colaboración estricta de la persona. Todas las familias nos dan un 'feedback' muy positivo de la utilización del aparato. Tanto ellos como el usuario disfrutan muchísimo durante la utilización del exoesqueleto. Posteriormente nos han dado todo tipo de información, como que los han notado muchos más activos, que han tenido reacciones que no tenían previamente, como por ejemplo ir a alcanzar un objeto al cual no llegan y han tenido que desplazarse para poder cogerlo. Es una ilusión y una sensación de alegría bastante generalizada.

Exoesqueleto pediátrico Atlas 2030

Exoesqueleto pediátrico Atlas 2030

¿Qué esperan lograr en el corto y largo plazo con este proyecto?
En el corto plazo, en primer lugar hay que ser realista con este tipo de dispositivos. Es decir, son dispositivos de asistencia para la marcha, pero no quiere decir que la persona que utiliza el exoesqueleto vaya a caminar posteriormente. Lo que sí que está claro es que se potencia una rehabilitación, una fisioterapia de forma prácticamente inimaginable. Todavía no tenemos resultados claros de lo que está pasando con el exoesqueleto, porque llevamos apenas unos meses utilizándolo, pero sí que estamos viendo que hay mejorías principalmente en el movimiento general, que suelen ser chicos con mucha limitación a nivel de los movimientos, y tienen más libertad de movimiento en miembros inferiores que en superiores. Se relacionan mucho más con el entorno que les rodea, tanto con la persona como con los objetos.

Y los resultados a medio plazo, nos los dirá el tiempo. Lo que sí que nos dicen de otros sitios, que llevan más tiempo utilizando el exoesqueleto, es que hay mejorías en todos los aspectos comentados, a nivel respiratorio, emocional, digestivo, fuerza o movilidad articular, que son los parámetros que principalmente se ven beneficiados.

¿Cómo ve el futuro de los exoesqueletos en la sociedad?
Ahora mismo creo que los prototipos o los exoesqueletos que estamos utilizando, están en una fase inicial, por lo menos los pediátricos. El exoesqueleto que tenemos nosotros, el Atlas de Marsi Bionics, es un exoesqueleto muy avanzado, puntero, pero que solamente está pensado, vamos a decirlo así, para entornos de rehabilitación. Creo que los exoesqueletos en un futuro deberían ser más independientes, en el sentido de que los pudieran utilizar las familias y los chicos en su domicilio, en sus actividades cotidianas, durante un tiempo limitado Y la principal barrera, por supuesto, es la económica, el precio que suponen ahora mismo estos aparatos.

¿Qué mensaje daría a otros jóvenes interesados en estos proyectos con impacto social?
En primer lugar, cada uno tenemos que conseguir lograr ese ámbito que nos llama la atención, que nos guste y que nos apasione. Y una vez que lleguemos a ese punto de trabajo, lo demás vendrá solo. Es muy importante hacer todas las cosas con ilusión, sobre todo, aquellos que trabajamos directamente con personas, tener mucha empatía, muy buen trato con los pacientes con los que trabajamos, e intentar hacer nuestro trabajo lo mejor posible. Todos tenemos días buenos, días malos, días mejores, días peores, pero siempre tenemos que intentar mostrar nuestra mejor versión a la persona que está enfrente. Animo a todo el mundo que le guste todo el sector sanitario, que en el momento que empiecen a trabajar busquen ese estímulo que realmente les guste e intenten ayudar a toda la gente que puedan.

Hágame una reflexión sobre cómo la ciencia y la tecnología pueden mejorar la calidad de la vida de las personas
La ciencia y la tecnología son el presente y el futuro en todos los aspectos de la vida, tienen que ser el futuro de la rehabilitación. Es decir, yo como fisioterapeuta, te puedo decir que venimos de una rehabilitación muy tradicional, de un trabajo en camilla, con nuestras manos, y cada día tenemos más máquinas, más dispositivos robóticos para trabajar en la rehabilitación. Ya son innumerables las máquinas que tenemos de electroterapia para mejorar, calmar los dolores o las inflamaciones. Opino que la ciencia y la tecnología, en el ámbito sanitario, tienen que ir de la mano, y todas estas nuevas tecnologías van a ser las que realmente nos ayuden a nosotros, como profesionales, a mejorar la calidad de vida de todos nuestros pacientes.

En resumen, los exoesqueletos tienen un enorme potencial para transformar la movilidad y la autonomía humana, pero su desarrollo e implementación todavía enfrentan desafíos tecnológicos, económicos y sociales que deben superarse para maximizar su impacto.