Álvaro Urquijo, líder de Los Secretos, en el musical 'A tu lado'

Álvaro Urquijo, líder de Los Secretos, en el musical 'A tu lado' Cedida

Salamanca

Álvaro Urquijo: “Muchísima gente no tiene ni un disco de Los Secretos, pero conoce todas nuestras canciones”

Los Secretos llegan a Salamanca el sábado, 22 de febrero, a las 21:00 h en el CAEM, con el novedoso musical 'A tu lado', título de uno de sus más conocidos temas.

Más información: Los Secretos: "En los 80 ni Alianza Popular hubiera prohibido las canciones que se censuran hoy"

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Hablar de Los Secretos es hacerlo de la historia de la música de este país desde aquellos primeros años ochenta. Llegan con un novedoso musical, con el nombre de uno de sus más conocidos temas, ‘A tu lado’, aunque quitado el 'pero', que es un testimonio de un grupo que vivió la historia del pop de este país y que, en esta gira, quieren compartir con el público.

Álvaro Urquijo, fundador y líder del grupo, explica a EL ESPAÑOL de Castilla y León la historia de Los Secretos, repasa su trayectoria, y las circunstancias que los han convertido en un mítico grupo, fundamental para comprender el panorama musical español en los últimos 45 años.

La historia de 'A tu lado' se desarrolla una noche en una sala de conciertos que podría ser cualquiera de las que forman parte del imaginario colectivo, que algunos pudimos vivir y disfrutar en aquellos primeros año de la manida movida madrileña: la Sala Sol, La Vía Láctea, el mítico Rock-Ola... Locales de aquel movimiento contracultural surgido en Madrid durante los primeros años de la transición de la España posfranquista, hasta su finalización a mediados de la década de 1980.

A considerar que el movimiento se acelera tras el concierto homenaje a Canito -José Enrique Cano Leal, quien junto a Javier, Enrique y Álvaro Urquijo formó en 1978 el grupo Tos, que sería el precedente a Los Secretos. La inesperada muerte de Canito causó su disolución.

El compositor y batería tuvo un accidente de tráfico en la Nochevieja de 1979. Por ello, el 9 de febrero de 1980, en memoria de Canito, se promovió ese concierto en la Escuela de Caminos de Madrid por un grupo de estudiantes que posteriormente formaron la banda Los Secretos.

En esos locales, y en la penumbra que precede a que la sala se llene y empiece el concierto, un actor se transforma, frente al público, en un cantante de otro tiempo: Enrique Urquijo, líder del grupo del que narrará su historia.

En una noche única y mágica, en este musical somos testigos del nacimiento, el final y el renacer de uno de los grupos más importantes de la música española, a través de unas canciones que no sólo forman parte de la historia del grupo, del imaginario pop español, sino también de la de varias generaciones: ‘Pero a tu lado’, ‘Déjame’, ‘La calle del olvido’, ‘Sobre un vidrio mojado’...

Pregunta: Álvaro, muchas gracias por recibirnos antes de vuestra actuación en Salamanca, ¿qué significa para Los Secretos regresar a esta ciudad? 

Respuesta: Pues mira, me encanta Salamanca por muchos motivos. Obvio, son los que le gustan al resto del mundo, como una ciudad maravillosa, con gente estupenda, y luego, porque por mis venas corre sangre salmantina. Mi madre y mi abuela eran de aquí y muy orgulloso me siento de ello. 

P: ¿Qué pueden esperar los asistentes al musical? ¿Habrá alguna sorpresa? 

R: El musical no tiene nada que ver con un concierto. Este es un proyecto que nace hace año y medio, a raíz del libro que escribo durante la pandemia y que llega a manos de una productora. Después de muchos tiras y aflojas, porque no lo veía muy claro, decidimos participar activamente en el proyecto, ya que al hacer un musical me cuestionaba cosas tan importantes como quién va a cantar, quién va a tocar, quién va a hacer de Los Secretos estando nosotros en activo. ¿Un musical con gente tocando como nosotros? Nadie lo veíamos, de hecho, la propia productora dijo que ningún musical que se haya hecho de gente en activo ha funcionado. Así que encerramos en un cajón el proyecto y adiós. Luego surge la posibilidad de que seamos nosotros los que estemos en el escenario, y la cosa cambió totalmente, se convirtió en algo original, que nadie había hecho nunca, y que teníamos un poco o mucho que arriesgar, pero realmente se hizo con mucha humildad y con las expectativas de llenar un par de días un teatro pequeño de Madrid, y ver qué pasaba.  Esto fue el 6 de enero de 2024.

Después de esa actuación, que no se había publicitado, solo por redes sociales, se había vendido todo los dos días, y tuvimos que ampliar cuatro días más. Eso nos ha llevado a casi cuarenta representaciones del musical, cosa que nos ha llenado de ilusión, porque eso quiere decir que ha funcionado muy bien a nivel de público. Uno puede decir, toma, escucha mi disco y cómpralo, vale, sí... Pero el musical ven a verlo, porque en mayo se acaba y ya no va a volver a existir. Es como algo que puedes ir a ver, pero que luego desaparece. 

"Me encanta Salamanca por muchos motivos. Además, por mis venas corre sangre salmantina. Mi madre y mi abuela eran de aquí y muy orgulloso me siento". 

P: Explíquenos ese musical.

R: Son 18 canciones en un contexto teatral, entre comillas, no es un musical, tampoco es teatro, no es un concierto, sin embargo, de todo es un poco. Contamos la historia de tres hermanos y un amigo, que en el colegio se conocen y empiezan a tocar todas las tragedias de un pasado, que iban sucediendo históricamente, a la vez que a nosotros, le pasaba a nuestro país y a la cultura española. Es un poco nuestro devenir por la vida, como la carga que hemos tenido que ponernos encima de la espalda para superar momentos muy difíciles en varios momentos de nuestra carrera. Luego, la bondad que tiene el hecho de las canciones que arropan todo ese espectáculo, en el que hay un actor, una actriz, estamos nosotros también con nuestra parte de guión y con la escenografía, iluminación y puesta musical en el escenario, con un director y un guionista que han hecho todo el trabajo de lo que se hace en el escenario.

Está basado en hechos reales, pero está visto a través de los ojos de alguien que sabe hacer musicales, y que trabaja en el mundo musical, con lo cual, el resultado es una cosa que es muy difícil de contar de palabra. Sin embargo, me consta que está teniendo muchísimo éxito y que es, yo creo, único de ver, porque hemos investigado y no hemos encontrado ningún fenómeno parecido de una banda clásica de un país que se suba al escenario a contar su vida teatralmente con un fondo musical. Creo que tiene muchos atractivos, no es tiempo perdido pasarse a verlo, y realmente merece la pena porque ya te digo, esto es efímero, teníamos pensado que durara el año 24, y, al final, nos hemos acumulado de citas que faltaban por venir. Tenemos una semana más en marzo en Madrid; en mayo, tenemos cinco días en Barcelona, Córdoba, Málaga dos días, o sea, realmente está teniendo mucho éxito y nos alegramos mucho. 

Musical 'A tu lado', de Los Secretos, con Álvaro Urquijo en primer plano

Musical 'A tu lado', de Los Secretos, con Álvaro Urquijo en primer plano Cedida

P: Álvaro, ¿cómo logra mantener esa cercanía con el público? Eso nos preguntamos quienes os conocemos desde cuando nacisteis como grupo, allá por los años 80 en Madrid, y hemos seguido toda vuestra trayectoria y asistido a vuestros conciertos en los inicios, y aquí seguís, tan cercanos.

R: Fíjate, toda la chicha la pillaste ahí, Luis. Pues mira, ¿cómo se hace? Realmente es una muy buena pregunta, para la que no hay respuesta. Soy una persona muy agradecida por dedicarme a lo que tme apasiona y sin haberlo deseado mucho. Sin buscar el negocio o la vida o ganar dinero, al final terminas dedicándole todo tu tiempo, lo que sabes y lo que eres, a una representación maravillosa como músico y compositor. 

P: ¿Qué ocurrió, Álvaro?

R: No teníamos de jóvenes, como era el mundo de los 70, un estudio de grabación. Era como si ahora te dicen, ¿quieres venir a mirar el espacio? Como algo de ciencia ficción. Nuestro sueño era hacer un disco, y nuestra arma para llegar a ese fin eran las canciones. No éramos gente especialmente atrevida, guapa, que quisiera comerse el mundo, que tuviera una experiencia. Era una estética muy acorde con la época, ni siquiera teníamos las mínimas nociones de lo que había que hacer en un negocio como el de la industria musical. De hecho, no tuvimos un asesoramiento bueno, mi padre, mi familia, el colegio, todos los entornos estaban en contra, ¿qué vais a hacer? Tenéis que estudiar, lo típico. Y bueno, decidimos que nuestra arma y nuestra careta y nuestra protección en la cabeza era decir, no seremos los que nos vayamos a comer el mundo, no somos los más famosos, ni los que más dinero ganan, ni los más nada, pero tenemos esta serie de canciones que hemos ido dejando como un reguerito a lo largo de todo el tiempo.

P: ¿Y qué pasó?

R: Pues que existe un universo paralelo en el que la música, de una manera natural, se transmite. Por ejemplo, si tú y yo nos viéramos muy asiduamente y nos wasapeáramos, tuviéramos cierto contacto, y escuchara algo que algún amigo me ha puesto, porque me gusta algo nuevo, no tengo duda que terminaría escribiendote y te diría, ¿te das cuenta de este disco nuevo de ese tío? Qué bien está y tal, y te mandaría un vídeo, un enlace a YouTube, lo que fuera, para que escucharas esa canción. Es una forma natural de difusión o de diseminación de la música. Eso es la suerte de que somos parecidos a nuestro público. Tal vez, es una música en la que la métrica, las armonías, las melodías y las letras tienen cierta lógica de encaje, es decir, no son transgresoras, pero respetan una métrica y una poética de consonantes y asonantes, no sé cómo decirte, que hay cierta delicadeza a la hora de hacer la estructura y armar una canción, las melodías las hemos mimado mucho. Y al final ese trabajo, que en su momento parecía no estar muy bien recompensado, ni con cariño, ni con éxito, sí atravesó esa membrana, se alejó de la industria, se alejó de lo comercial y entró directamente en la gente y en el boca a boca.

Muchísima gente no tiene ni un disco de Los Secretos, o no lo ha tenido nunca, y sin embargo conoce todas las canciones nuestras. Gran cantidad de gente, a lo mejor, no es consciente de la cantidad de canciones que conoce nuestras, porque las ha escuchado en distintos ámbitos y no nos pone cara, no nos pone nombre, y por eso hemos recibido millones de cosas graciosas.

P: ¿Nos puede mencionar algún caso curioso?

R:  Por ejemplo, un señor muy mayor fue a vernos a un concierto con sus nietos y al terminar el concierto se acercó y me dijo, “he venido a traer a mis nietos, lo hago siempre que viene algún grupo a la plaza del pueblo. Lo que quería decirle a usted, -un señor de ochenta y tantos años-, es que yo no tenía ni idea de que conociera tantas canciones de las que han cantado”. Y le dije, pues son nuestras. Le di la enhorabuena, porque se las sabía el abuelo sin haber tenido conciencia de que era conocedor de nuestra música. Él fue sin pensar que nos conocía y resulta que conocía muchas canciones. Ese es el resultado de cuando tu obra habla por ti y caminas un poco en otro ámbito paralelo al de la industria o el ‘mainstream’, como se dice ahora. 

Musical 'A Tu Lado', de Los Secretos

Musical 'A Tu Lado', de Los Secretos Cedida

P: Álvaro, ¿cómo recuerdas aquellos primeros años de Los Secretos cuando empezábais ya a tocar en la llamada, por decirlo así, Movida Madrileña?

R: Pues con mucha nostalgia, mucho cariño y con muy buen recuerdo. Creo que fueron unas etapas en las que descubrimos, no solamente los que estábamos tocando, sino que fue una etapa de muchos cambios a mejor, donde había un fin común, la cultura estaba en todos lados. Ponías la televisión, y era como la madre de ella. Y por pocos canales que hubiera, todos tenían algún programa que tuviera alguna actuación. En los años 90, por ejemplo, tuvimos para el disco 'Adiós tristeza', 35 actuaciones de televisión, para presentar un disco. Ahora, por ejemplo, sacas un disco y no haces ni una, y hay miles de canales. Eso da un poco la perspectiva de cómo era recibida la música en aquella época.

P: ¿Cómo ha sido este viaje para usted y para la banda en general? 

R: Pues mira, no teníamos un plan. Ha sido el resultado de venir de las casualidades. Nosotros, como te decía antes, en un principio queríamos simplemente grabar un disco. Era nuestro sueño. Teníamos una maqueta con cuatro canciones o cinco y queríamos grabarlas.  Al final, grabamos un primer EP de cuatro canciones en el año 80. Y ya nos dimos por felices. Con lo que no habíamos contado es que teníamos que firmar un contrato que era por tres días. Y, al final, nos vimos en una vorágine de giras, grabaciones y tal, que nos cambió la vida. Porque nos hizo alejarnos de los estudios, nos obligó a enfajarnos dentro de un cuerpo de profesional. Empezar a mirar qué equipo era el mejor para llevar, qué guitarras me podía comprar. Una vez cumplido el sueño empezamos a decir, y ahora qué, una vez que estamos aquí, ¿cómo podemos hacerlo lo mejor posible? Y nuestra tendencia fue intentar buscarnos un hueco de calidad dentro de un mercado que estaba muy en pañales. Y creo que no lo hicimos mal. 

Nosotros realmente de lo que no nos dimos cuenta es que estábamos empezando una carrera que iba a durar tanto. Jamás habíamos hecho un plan a tan largo plazo. De hecho, en el año 83, cuando terminamos nuestro tercer EP con la primera discográfica, fíjate cómo estaban las cosas que nos echaron a la calle. Nos dijeron, no tenéis ni el aspecto que hay que tener, ni hacéis la música que hay que hacer, ni sabemos cómo entenderos. Porque nosotros, en ese momento, hicimos una canción que aún me imagino, que era 'country'. Por contra, los de la discográfica estaban viendo que por ahí andaban Duran Duran, Olé Olé, Tino Casal, con toda una estética muy barroca, muy recargada. Y nosotros fuimos con zapatillas y vaqueros. Nos vimos un poco como vapuleados por el mundo de la industria. Pero repito, siempre pensábamos, y desde un principio lo hicimos, aprendimos y quisimos tocar porque éramos unos grandes amantes de la música y, sobre todo, de canciones de toda índole y de todos estilos. Pero básicamente gente desde Bob Dylan, Jackson Browne, Dylan Nash, The Byrds haciendo toda la música de 'Down In The Canyon' de la costa oeste de California, Tom Petty, The Heartbreakers... Un montón de gente de la que teníamos discos suyos. Y queríamos emularlos.

Una cosa te lleva a la otra. Acabamos de sacar el primer disco y finaliza un sueño, pero aparece un señor y dice que es un manager, y nos pregunta si nos interesa trabajar en directo. Hacemos una gira que, al final, resultó con 120 conciertos en 1981. Cuando parecía que ya habíamos hecho todo lo que habíamos soñado, como hacer una gira, llegó el segundo disco, el tercero... luego nos vemos en la calle. Mi padre insistiendo en que volviéramos a estudiar, pero teníamos canciones para un nuevo disco, en el que tardamos dos años, porque muere nuestro batería, erta el año 84, y es un varapalo tremendo, pero seguimos componiendo. Pensábamos que no podían quedarse las canciones sin editar, luchamos por buscar otro contrato, y todo un poco así. Han sido cuestas, repechos, bajadas, llanuras, pero casi todo un poco cuesta arriba. Y en el camino hemos ido dejando esas joyas, que para mí son imprescindibles en cualquier carrera, esas canciones que identifican un sonido, una época y, sobre todo. identifican un grupo. 

Los Secretos actuarán en el CAEM de Salamanca el 22 de febrero

Los Secretos actuarán en el CAEM de Salamanca el 22 de febrero Cedida

P: Después de tantos años, Álvaro, ¿qué es lo que sigue motivándole para subirse a un escenario? 

R: La gente que no se dedica a la música no lo podrá entender, pero esto es una especie de adicción, sanamente hablando. Es como una devoción, una afición en la que nunca estás saciado. Si haces un concierto, solo ves los defectos. Si estás en casa, empiezas a componer. No hay un momento en el que digas, bueno, ya no tengo nada que hacer. No, cuando menos te lo esperas y menos tienes que hacer, ¡pumba!, haces una canción nueva y te pones todo ilusionado a trabajar. Ahora, con la tecnología, tenemos estudios y aparatos en casa para poder hasta grabar discos. Entonces, se convierte en mucho más divertido, mucho más apasionante, porque la tecnología, aparte de habernos vapuleado un poco, que si CD, que si casete, que si vinilo, que si ahora desaparece y son plataformas, todo eso, al final, terminas adaptándote.

La tecnología es una gran aliada ahora mismo. Tengo en mi casa un estudio y grabo una canción con calidad 100% sin salir a un estudio. Eso ayuda mucho a estar muy entretenido y que te siga apasionando lo que haces. Cuando la música es algo muy cercano a la física y a las matemáticas, por no decir que forman parte ellas, la cuerda vibrando, un teclado oscilando, un parche también vibrando de una batería, todas esas cosas que son tan físicas y divididas en el tempo y en el espacio, te hacen crear una cosa que es nueva, que se llama música y que alimenta al alma, porque es capaz de crear emociones sin más necesidad que hacer dos, tres o cuatro notas seguidas. Es algo muy difícil de explicar, pero que engancha, que se arraiga en tu forma de pensar y todo pasa por ese filtro de musicalizarlo y de dejar tu legado en la gente, un poco humildemente hablando, pero bueno, es tu forma de dejar tu grito de arena en esta sociedad. 

P: Ahora que ha hablado de la música de Los Secretos, siempre bajo mi concepto, siguiendo sus trayectorias desde los inicios, han tenido un toque melancólico, ¿de dónde viene esa conexión con las emociones más profundas? 

R: Si te pones a pensar, hay una doble lectura. Si te digo vamos a hablar de música y de calidad, tú me hablarás del blues, del soul, yo te diré del country, luego llegaremos a otros términos como el bolero, la ranchera. Si empezamos a tirar del hilo, ¿de qué hablan esas canciones? ¿El blues de qué habla? ‘My baby is gone, I feel so sad’, me siento muy triste porque mi chica se ha ido, o sea, es un lenguaje universal que las canciones adoptan muy cómodamente, porque es algo que todo el mundo hemos sentido. Una ranchera o un bolero te van a hablar de un desamor, de una ruptura, de una soledad, de sensaciones, de algo que genera empatía porque la gente ha vivido algo parecido. Ese es nuestro lenguaje. Otra cosa es que durante cierto tiempo y a día de hoy, existe un segmento de la música que se escucha, pero a ese segmento no le es tan importante lo que cuenta, sino que va dirigido a un consumo más rápido, que se llama 'mainstream', comercial, lo que quiera, y la gente nunca va a reparar qué dice una canción de Taylor Swift, o nunca va a reparar qué coño está diciendo este señor Bad Bunny. Sin embargo, si escuchas una canción de Los Secretos, tienes la pausa y la atención puesta para ver qué te cuentan. 

Los primeros Secretos

Los primeros Secretos

P: Vuestra música sigue conquistando nuevas generaciones, ¿cómo ve el papel de Los Secretos en la música española de hoy? 

R: Ocupamos un espacio relativamente cómodo en el que podemos acceder con nuestra música a quien quiera, a gente más joven, gente menos joven, a sus padres, a sus tíos. Por tanto, creemos que tenemos hueco para muchas cosas, para gente nueva, para gente más joven, para gente más clásica. En todas las culturas musicales hay grupos de referencia clásicos, mayores y que tienen mucha experiencia, no voy a comparar, pero en Inglaterra estarían The Rolling o los Seagulls en Estados Unidos, o tanta otra gente. Por ello, creo que es compatible un grupo de referencia en el que se acercan a la música. Opino que todo, mientras haya público, es muy válido. 

P: Finalmente, ¿qué significa para usted seguir tocando con Los Secretos después de tantos años de carrera musical? 

R: Es apasionante, muy divertido. Me considero muy afortunado por tener esta plataforma, que se llama Los Secretos, para desarrollarme como músico. La experiencia también ayuda a hacerlo de una manera más desahogada y con más relajo y perfeccionismo. No puedo decir más que estoy encantado, feliz y muy agradecido.

Escribía Sartre en La náusea que nada ha cambiado y, sin embargo, todo existe de otra manera. Han pasado más de 45 años y pese a los nuevos tiempos musicales, Los Secretos siguen haciendo lo que siempre les ha llenado, sin obsesionarse por el dinero ni por las modas. Ellos están por la música; por su música.  

A Tu Lado - Los Secretos

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