Calle María Auxiliadora, entonces avenida de Federico Anaya, junto al cine Taramona

Calle María Auxiliadora, entonces avenida de Federico Anaya, junto al cine Taramona

Salamanca Historia de los Barrios

Garrido Sur, el barrio que llegó para acoger el 'boom' demográfico de la capital

Garrido Sur, el espacio delimitado entre la avenida de Portugal, María Auxiliadora, paseo de la Estación y Alfonso IX de León

26 diciembre, 2021 07:00

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El populoso barrio Garrido es el de mayor extensión y población de la capital salmantina. De ahí la necesidad de tratar su historia en sucesivos capítulos. Si anteriormente hablamos de Garrido Norte, en esta ocasión es el turno para Garrido Sur, el espacio delimitado entre la avenida de Portugal, María Auxiliadora, paseo de la Estación y Alfonso IX de León.

A finales del siglo XIX, cuando el tren llegó a Salamanca, también lo hizo la necesidad de expandir la ciudad hacia el norte. Se proyectaron así varias manzanas que dieran cobijo a los trabajadores de la estación de ferrocarril, pero también obreros que no tenían cabida en el casco histórico de la ciudad. Manuel Garrido y Santiago Bermejo fueron los pioneros. Suya fue la idea de construir las primeras casas en hilera a lo largo de una calle. La historia sólo recuerda a los primeros, en este caso el primer fundador, Garrido, que da nombre al barrio. No obstante, para hacer justicia a su compañero, recientemente se renombró una calle como Garrido y Bermejo.

Después de esta idea inicial, se fueron llenando con viviendas las parcelas libres durante la primera mitad del siglo XX. Casas bajas, muchas de ellas con su huerta particular, porque era el extrarradio de la ciudad. Garrido Sur fue el cobijo del ‘boom’ demográfico que vivió la capital charra debido al éxodo rural. Y, ya en los años sesenta y setenta, la zona la explosión urbanística. Las casas bajas (alguna queda aún de la época, como en las calles El Greco o Cabeza de Vaca) fueron desapareciendo para levantarse altos edificios. Los primeros habitantes del barrio sucumbieron al avance de la especulación urbanística y cambió radicalmente la fisonomía. Pero sus calles no fueron urbanizadas y asfaltadas hasta los años ochenta, cuando era alcalde Jesús Málaga, dejando atrás barrizales, charcas y polvaredas.

 Una nueva zona comercial y de ocio de la capital 

Estos nuevos edificios se pensaron también como zona comercial, de ahí que la mayoría de sus plantas bajas estén destinadas para locales. Pero no surgieron tantas tiendas como se pensaba y actualmente la mayoría de estos locales son garajes particulares. La expansión del automóvil hizo surgir el problema del estacionamiento, que todavía perdura. Demasiados coches para un espacio callejero tan reducido. Y más cuando ya en el siglo XXI se construyeron al lado los grandes almacenes El Corte Inglés, que trajeron consigo un lavado de cara para múltiples calles, algunas incluso reconvertidas a peatonales para favorecer los negocios hosteleros. Un progreso comercial que propició el avance urbanístico de Garrido Sur pero que, al mismo tiempo, condenó a gran parte de su comercio local. De ahí que actualmente sea una de las zonas de la ciudad con más locales cerrados.

Garrido Sur en la década de los años 60, con calles de barro y los salesianos

Garrido Sur en la década de los años 60, con calles de barro y los salesianos

El origen de esta parte del barrio, entorno a la estación de ferrocarril, marcó buena parte de las vidas de sus habitantes. No sólo en lo laboral, también en la infancia. Como recordaba a este diario Alfredo Rodríguez, vecino del barrio desde hace más de medio siglo, "de chicos nos gustaba ir a jugar al lado de la vía del tren, cuando pasaba por la avenida de Portugal, le tirábamos piedras o las poníamos en las vías para ver como la locomotora las destrozaba cuando pasaba".

Eran otros tiempos para los más pequeños. En invierno, aprovechaban el barro de las calles para jugar al clavo, y en verano, la arena para las canicas, sobre todo ‘el gua’, la peonza o las chapas. También aprovechaban las tierras más allá de Alfonso IX, lo que hoy es Garrido Norte, para jugar al fútbol. "Las campas que había eran muy buenas para echar partidos, en la plaza de Barcelona, que entonces era un secarral, iban muchos chavales, poníamos dos piedras grandes como porterías y a correr detrás del balón".

Las familias de Garrido Sur eran humildes, en su mayoría obreras, porque lo que apenas tenían tiempo para el ocio. Su día a día transcurría en sus labores, los hombres en la estación de ferrocarril, obras de construcción o las cercanas fábricas entre El Rollo y Puente Ladrillo; las mujeres, cuidando de la casa y la familia. Pero siempre había tiempo para conversar con el vecino, principalmente en las tiendas de ultramarinos, el epicentro comercial, o las noches de verano al fresco de la medianoche. También los fines de semana. "A muchos nos gustaba ir a ver a los soldados del Cuartel de Caballería (hoy es El Corte Inglés) cuando salían de permiso, a veces tocaba la banda y se juntaba mucha gente a bailar".

 

Construcción de la iglesia de Fátima

Construcción de la iglesia de Fátima

Pero si algo unió también a los vecinos de Garrido Sur fue su iglesia parroquial dedicada a la Virgen de Fátima. Precisamente allí había un pequeño cine que servía de lugar de congregación vecinal y para el trabajo pastoral. Fue entonces cuando surgió la idea de levantar un templo. La primera piedra se colocó en 1955 pero no se inauguró hasta 1960 como filial de la parroquia de San Juan de Sahagún, un edificio vanguardista para la época, con una arquitectura modernista que era orgullo de sus fieles. Después lograría su propia autonomía, como la de un barrio que es una ciudad dentro de Salamanca.

Después, con la evolución de la sociedad, llegaron los cines. El más recordado, Taramona, estaba en el perímetro del barrio, en la avenida de Federico Anaya entonces, actualmente renombrado ese tramo como María Auxiliadora. Era el lugar de encuentro para los enamorados los domingos, aprovechando la oscuridad de la sala, pero también para que las familias pudieran ver los últimos estrenos de la época. "Iba tanta gente que tenían que hacer doble sesión". Tenía solo patio de butacas. Este cine estaba en la esquina de la vía de ferrocarril, la cual desaparece en el mes de agosto de 1954, cerrando el tránsito de trenes por la ciudad, lo que hoy día es la Avenida de Portugal.

Cine Taramona de Salamanca y el famoso Bar Las Vegas

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