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El "orgullo" de una enfermera que se aleja de heroicidades y luchas ideológicas: "Lo hacíamos lo mejor que podíamos"

12 mayo, 2020 09:26

En este Día Internacional de la Enfermería dentro del Año Internacional de las Enfermeras y Matronas, declarado así por la Organización Mundial de la Salud, la presidente del Colegio de Enfermería de Salamanca, María José García Romo, lamenta que el reconocimiento profesional del sector tenga que llegar de la mano del Covid-19. 

En una carta, refleja que "nunca imaginamos que este reconocimiento viniese de la mano de una de las pruebas más difíciles a las que nos hayamos enfrentado nunca. Pero sin duda, ha contribuir a ensalzar la naturaleza y el significado del papel de la enfermera".

Por ello, en la carta por este 12 de mayo, en mitad de la pandemia, ha decidido hacer una reflexión como "persona que ama, valora y defiende su profesión" basada en la experiencia vivida estos últimos meses. 

Así, refleja que "ser enfermera va mucho más allá de la atención hospitalaria o primaria" y lamenta que tras 40 años de profesión su reconocimiento y el de sus compañeros y compañeras sea convirtiéndoles en héroes porque "no, no somos héroes", solo "personas realizando su trabajo con implicación". 

Y eso a pesar de que esta implicación lleve, incluso, una falta de material de protección en ocasiones, lo que lleva a un "miedo que suplíamos haciendo piña, sintiéndonos arropados en equipos de trabajo que han unido a enfermeras jóvenes con enfermeras a punto de jubilarse". 

Por ello, y a pesar de una lucha constante fuera de las paredes del hospital y centros sanitarios que parecen ir más allá del propio coronavirus, los enfermeros y enfermeras lo hacían "lo mejor que podíamos por encima de ideologías políticas o normativas gubernamentales que no se ajustaban a la realidad que vivíamos". 

De esta manera, grita al cielo su orgullo de pertenencia a una profesión, "que en momentos tan amargos ha demostrado la excelencia y ha liderado de manera silenciosa con valentía y entrega, lo que denominamos la esencia de nuestra profesión, cuidar". 

Pero más allá del orgullo están las carencias. "Como presidenta del Colegio es el momento de exigir a los responsables políticos el aumento de ratio de enfermeras por 1000 habitantes en España. Estamos a la cola, ocupando el décimo lugar a nivel mundial, siendo este un factor determinante en la salud de la población. Es claro: invertir en enfermeras es hacer el sistema sanitario y el cuidado de la salud más eficaz y sostenible", culmina. 

Carta al completo

ARTÍCULO DE OPINIÓN DE LA PRESIDENTA DEL COLEGIO OFICIAL DE ENFERMERIA DE SALAMANCA CON MOTIVO DEL DÍA INTERNCIONAL DE LA ENFERMERA Y LA MATRONA, 12 DE MAYO.


“No somos héroes: somos personas comprometidas con su profesión”


                                               María José García Romo,

presidenta del Colegio Oficial de Enfermería de Salamanca


2020, declarado por la OMS como Año Internacional de las Enfermeras y Matronas. Un año que busca reconocer la función esencial en la prestación de cuidados sanitarios y destacar el alarmante déficit mundial de tan indispensables profesionales de la salud. Nunca imaginamos que este reconocimiento viniese de la mano de una de las pruebas más difíciles a las que nos hayamos enfrentado nunca. Pero sin duda, ha contribuir a ensalzar la naturaleza y el significado del papel de la Enfermera.

Permitidme que un día tan especial como hoy, 12 de mayo, Día Internacional de las Enfermeras y Matronas, comparta la experiencia vivida en esta pandemia, con covi19 con una breve reflexión como presidenta del Colegio Oficial de Enfermería de Salamanca, pero fundamentalmente como persona que ama, valora y defiende su profesión.

Elegí hace más de 40 años dedicarme profesionalmente al cuidado de los otros con el convencimiento de que ser enfermera va mucho más allá de la atención hospitalaria o primaria. Es una profesión con un cuerpo de conocimiento propio, con un desarrollo profesional en todos sus ámbitos asistencial, docente, de gestión y de investigación y que, además tiene un vínculo muy fuerte con la humanización del cuidado, la promoción de la Salud, etc.

Llevamos mucho tiempo luchando por un reconocimiento profesional que llega justo en medio de una pandemia y nos convierte en héroes, pero no, no somos héroes. Somos personas realizando su trabajo con implicación y dispuestas a abandonar nuestros puestos de trabajo para acudir allí donde hacíamos falta, al lado del paciente, incluso sin tener en demasiadas ocasiones los medios de protección necesarios para poder proporcionarle el cuidado más adecuado posible; con miedo – quién no ha tenido miedo durante estos días- que suplíamos haciendo piña, sintiéndonos arropados en equipos de trabajo que han unido a enfermeras jóvenes con enfermeras a punto de jubilarse. Con la convicción de que, por encima de ideologías políticas o normativas gubernamentales que no se ajustaban a la realidad que vivíamos,

estábamos haciéndolo lo mejor que podíamos... 

Hemos puesto nuestro tiempo, nuestra salud, nuestra VIDA y la repercusión en nuestras familias, al servicio de la administración. Siento ORGULLO de pertenencia a una profesión, que en momentos tan amargos ha demostrado la EXCELENCIA, ha liderado de manera silenciosa con valentía y entrega, lo que denominamos la esencia de nuestra profesión, CUIDAR.

Hoy, 12 de mayo es el momento de sentirse tremendamente orgullosos de formar parte de una profesión que ha sido imprescindible en el pasado, lo es en el presente y lo será en el futuro. Como presidenta del Colegio es el momento de exigir a los responsables políticos el aumento de ratio de enfermeras por 1000 habitantes en España. Estamos a la cola, ocupando el décimo lugar a nivel mundial, siendo este un factor determinante en la salud de la población. Es claro: invertir en enfermeras es hacer el sistema sanitario y el cuidado de la salud más eficaz y sostenible.

Es el momento de exigir a las organizaciones sanitarias la necesidad de aumentar la visibilidad y el liderazgo de las enfermeras. Solo así podremos mantener nuestro compromiso con los cuidados y seguir trabajando para que nuestra ciencia y nuestra práctica lleguen a las personas e impregnen las Políticas de Salud de cada una de nuestras comunidades, porque podemos cambiar las cosas.

Por último, quiero compartir un llamamiento a la población: el autocuidado, que es la primera medida y la más eficaz para que podamos seguir haciendo nuestro trabajo con vuestra ayuda.

GRACIAS A TODOS Y A CADA UNO. JUNTOS SEREMOS MAS FUERTES.