Un trabajador de Correos.
Una repartidora de Correos de Palencia: "Llevo 30 años y ahora nos obligan a vender seguros a la gente"
“No aprobé una oposición para vender seguros. Nadie nos preparó para esto”, así relata una trabajadora rural en la provincia de Palencia, con más de tres décadas de experiencia.
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“No aprobé una oposición para vender seguros. Nadie nos preparó para esto”. Así lo cuenta una trabajadora rural de Correos en la provincia de Palencia, con más de tres décadas de experiencia en la empresa, que prefiere mantener el anonimato por miedo a represalias.
“Llevo más de 30 años repartiendo cartas por la zona de Guardo y Aguilar de Campoo, y jamás pensé que terminaríamos así”, lamenta a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León.
La empleada se refiere a la nueva medida impulsada por la dirección de Correos, que encomienda a los carteros y carteras rurales la venta de seguros de la marca Axa, una tarea completamente ajena a su labor principal.
“Es cierto que hace años ya nos mandan vender cupones de la ONCE o décimos de la Cruz Roja, pero esto ya es demasiado”, asegura.
“Nos están obligando a hacer un trabajo para el que no nos formaron, y que además pone en riesgo la confianza que la gente tiene en nosotros”.
Según explica, el sistema consiste en entregar folletos informativos durante el reparto y solicitar datos personales a los vecinos, que luego serían utilizados por el departamento comercial para ofrecer los seguros.
“Nos piden que demos el folleto, que recojamos los datos y luego ellos llaman. Pero vamos a ver: estamos todo el día diciendo que nadie dé sus datos, y ahora somos nosotros los que los pedimos. Es una sinrazón”, protesta la trabajadora.
Según ha podido saber este medio, por cada captación de una nueva poliza que finalmente resulte contratada se recibe una cuantía en función del ramo del seguro que son 2, 10 o 15 euros.
El malestar crece especialmente entre el personal rural, que afronta condiciones duras y horarios complicados. “Hay turnos de 14:30 a 21:30 horas. Ir casa por casa en esos pueblos, que te abran la puerta a esas horas y encima pedirles los datos personales… es absurdo. Nos van a cerrar la puerta en las narices, y con razón”, añade.
“Estoy segura de que esto va a crear conflictos incluso entre padres e hijos, por negarse a dar los datos”.
"Nuevo despropósito"
La Sección Sindical de CCOO-Correos en Palencia ha denunciado esta medida, calificándola de “nuevo despropósito” y alertando de que se trata de una “privatización encubierta” que aleja a Correos de su función de servicio público.
“En lugar de reforzar plantillas y mejorar el servicio, la dirección lo desvía hacia tareas comerciales”, afirman desde el sindicato.
CCOO advierte además de que la falta de personal y el deterioro del servicio ya provocaron graves retrasos este verano, con miles de envíos acumulados.
“Correos no puede convertirse en una red de vendedores ambulantes”, concluyen. “Su función es comunicar, no hacer negocio con seguros privados”.